¿Sintrom o Adiro? Diferencias y usos correctos

Lois Balado Tomé
Lois Balado LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

El Adiro y el Sintrom son dos de los medicamentos utilizados para prevenir ictus o infartos más utilizados
El Adiro y el Sintrom son dos de los medicamentos utilizados para prevenir ictus o infartos más utilizados La Voz de la Salud

Se trata de dos de los fármacos más consumidos en España para tratar síntomas similares, pero uno es un anticoagulante y el otro un antiplaquetario

13 may 2022 . Actualizado a las 19:51 h.

La edad, los malos hábitos (de la comida al tabaco), los problemas de tensión arterial... Hay multitud de factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de accidentes cardiovasculares. Desde hace décadas, se trabaja en la prevención de ictus, trombosis, embolias o infartos a través de medicamentos que a día de hoy forman parte del botiquín diario de un gran número de personas. Sin duda, el Adiro y el Sintrom son dos de los más conocidos. ¿Pero por qué a unas personas se les receta uno y a otras otro? Debe saber, que aunque se trata de dos fármacos que pueden tener la misma indicación y se utilicen para evitar enfermedades similares, son muy diferentes. Les presentamos las diferencias entre un anticoagulante (Sintrom) y un antiplaquetario (Adiro).

El exceso de coagulación es un problema

Las plaquetas son unos componentes de la sangre, más pequeños que los glóbulos rojos y blancos, que se agregan cuando la sangre coagula. Cuando, por ejemplo, nos hacemos una herida, las plaquetas son una parte esencial a la hora de cerrarla. Para poner un ejemplo gráfico, diríamos que son el cemento que nuestro cuerpo echa sobre una herida abierta para cerrarla, coagulando la sangre y creando lo que conocemos como postilla (costra) y comenzando el proceso de cicatrización. Este proceso lo lideran las plaquetas, que se unen entre sí cortando la hemorragia.

Obviamente, la coagulación es una parte esencial de nuestro sistema circulatorio que nos permite no sufrir mayores complicaciones cuando nos hacemos un pequeño corte. Si una herida no se cerrase, sería un problema y por eso los pacientes con trastorno de hemofilia deben ser vigilados y monitorizados para evitar hemorragias. Ahora bien, un exceso de coagulación (debido a un exceso de fibrina) supone un peligro para nuestra salud, pudiendo provocar ataques cardíacos y cerebrovasculares debido a la aparición de coágulos que no deberían estar ahí y que taponan nuestra venas y arterias. Para evitarlos utilizamos básicamente dos tipos de medicinas: antiplaquetarios y anticoagulantes, muy relacionados entre sí pero de distintas familias. 

Sintrom VS Adiro. ¿Qué es un anticoagulante y qué es un antiplaquetario?

Cuando, tras una herida o una hemorragia, nuestro cuerpo activa el proceso de coagulación, las plaquetas reciben la orden de unirse unas con otras generando entre ellas puntos de unión, acoplándose y formando una unidad mayor que funciona como «tapón» de la herida. Hasta aquí todo correcto, el problema surge cuando hay un exceso de fibrina, esa proteína que sirve para que unas plaquetas se «enganchen» las unas a las otras. Cuando hay demasiada, las plaquetas se anexionan innecesariamente y generan coágulos que debemos deshacer.

¿Qué soluciones farmacéuticas tenemos para que esto no ocurra? Pues bien, podemos eliminar por completo la formación de la fibrina con un anticoagulante que «mutile» a nuestras plaquetas (Sintrom), o bien podemos impedir que las plaquetas se unan entre sí con un antiplaquetario (Adiro). 

Qué es y para que sirve el Sintrom

El Sintrom es un anticoagulante utilizado para prevenir obstrucciones en los vasos sanguíneos. Recordemos que Sintrom es el nombre comercial más popular de este medicamento que tiene como principio activo el acenocumarol. También son anticoagulantes otros fármacos como la herparina, la warfarina, el dabigatrán, el apixabán, el rivaroxabán o el edoxabán, pero el Sintrom es, por su formulación y forma, el que ha logrado un uso más extendido entre la población con riesgo vascular. 

Como hemos dicho, los anticoagulantes actúan inhibiendo la formación de fibrina y disolviendo los coágulos venosos, por lo que se ha demostrado muy útil para combatir enfermedades como la trombosis venosa profunda o la embolia pulmonar. Esta es una de las principales diferencias, mientras los anticoagulantes son efectivos para deshacer y prevenir la formación coágulos de origen venoso, así como evitar la formación de coágulos en el corazón que viajen al resto de nuestros vasos sanguíneos (especialmente corazón y cerebro), los antiplaquetarios se emplean para impedir que el coágulo se forme en arterias de pequeño calibre, lo cuál es el mecanismo más frecuente de aparición de los infartos de miocardio y los ictus. Port tanto, lo que cambia es la forma de evitar la aparición del coágulo, empleando uno u otro según el origen de nuestro problema.

No obstante, y pese a la popularidad, sería un error pensar que el Sintrom no es un medicamento peligroso. Su uso debe ser controlado y revisado periódicamente. A diferencia del Adiro, que se emplea de manera más preventiva, el Sintrom se suele usar como tratamiento.

Los pacientes que usan anticoagulantes del tipo anticumarínicos (grupo al que pertenece el Sintrom) como tratamiento, deben tener una dieta controlada para cuidar los niveles de vitamina K (que tiene un papel fundamental en la coagulación) y presente en algunos vegetales, por lo que tendrán que limitar su consumo. 

Qué es y para que sirve el Adiro

Puede que les sorprenda, pero el Adiro, uno de los medicamentos más recetados en España, no es más que una aspirina normal y corriente en menor dosis. Acido acetilsalicílico de toda la vida. Como ya hemos explicado anteriormente en La Voz de la Salud, la aspirina ha quedado relegada en su uso como analgésico por otros fármacos como el ibuprofeno, pero ha evolucionado hacia otros tratamientos por sus buenos resultados como antiagregante plaquetario. Es decir, si el Sintrom actúa impidiendo la formación de fibrina; Adiro impide que se formen los puntos de unión entre las plaquetas. Esa es la principal diferencia entre un anticoagulante y un antiagretante plaquetario. Basta fijarse en su nombre para entender que funciona impidiendo que las plaquetas se agreguen las unas a las otras. 

Sabías que...

Fue el cardiólogo español Valentín Fuster quien descubrió que la aspirina previene la formación de coágulos en las arterias, una investigación que le valió el Gran Premio científico del Instituto de Francia, uno de los reconocimientos más prestigiosos del mundo

 

La utilización de Adiro como antiplaquetario de uso diario (en una concertación de 100 mg) está indicada para personas que previamente hayan sufrido un infarto de miocardio, una angina de pecho, un accidente cerebrovascular no hemorrágico o hayan sido sometidos a alguna intervención quirúrgica (por ejemplo, la colocación de un bypass).

Los antiagregantes plaquetarios también están indicados para personas susceptibles de padecer trombos, ictus, infartos, anginas de pecho o cirugías coronarias, independientemente de que hayan padecido un episodio de estas características con anterioridad o no. Si existen probabilidades de que así sea, también se utilizarán: «Normalmente se suele utilizar de manera preventiva tras un problema, no en personas sanas que requieren un tratamiento anticoagulante por una problemática concreta como, por ejemplo, la inmovilización por una fractura en una pierna», explica Iván Espada, responsable del Área de Información del Medicamento del Consejo General del Colegio de Farmacéuticos. 

En el caso de que se utilice el Adiro combinado con otros coagulantes, es importante que el paciente sea controlado por su médico. Del mismo modo, no se debe abandonar el ácido acetilsalicílico sin la recomendación de un doctor. Se trata de un tratamiento a largo plazo y no deben modificarse las dosis pautadas ni interrumpir el tratamiento sin la indicación específica del colegiado. 

No utilice estos medicamentos sin la aprobación de un médico

En ninguna farmacia podrá conseguir Adiro o Sintrom sin una receta médica. Si tiene problemas vasculares, visite a su médico de cabecera y consulte con él cuál es el tratamiento más indicado para su caso y si alguno de estos dos populares fármacos puede ayudarlo o, por el contrario, debe serle indicado otro diferente. Recuerde que aunque compartan usos son medicamentos diferentes con riesgos, indicaciones y efectos secundarios diferentes. 

Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.