Hipotermia: «Cuando la temperatura corporal baja de 31ºC todo va muy rápido»

La Voz de la Salud

EL BOTIQUÍN

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El naufragio del pesquero de Marín en Canadá se produjo en la zona de Terranova donde el agua puede estar entre los cero y los cuatro grados de temperatura

17 feb 2022 . Actualizado a las 12:21 h.

Cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que es capaz de producirlo y la temperatura desciende por debajo de los 35 grados aparece la conocida como hipotermia. «En los 35º C se marca el límite en el que nuestro cuerpo puede funcionar con normalidad. Cuando nuestra temperatura baja de ese registro, estaríamos hablando ya de una hipotermia. Una temperatura menor afectará al rendimiento de nuestras funciones vitales, llegando a poner en riesgo nuestra vida en caso de una hipotermia severa. La gravedad de la situación dependerá del tiempo que estés por debajo de esa temperatura, un trastorno que puede llevar a la muerte», explica David Hermida, técnico de emergencias sanitarias de la Escuela Integral de Seguridad y Emergencias de Galicia (EISEGA).

Aunque habitualmente relacionamos la hipotermia con una exposición continuada al frío, el doctor Juan González, vicepresidente de la Sociedad Gallega de Medicina Interna (Sogami) y médico internista del CHUO, recuerda que puede no ser la única causa y que determinadas enfermedades (tiroideas o neurológicas) o el consumo de tóxicos pueden desencadenar también un episodio.

Según su gravedad se clasificará en: hipotermia leve (entre 32 y 35ºC), moderada (entre 28 y 32ºC), grave en estadio III (entre 28 y 24ºC), profunda en estadio IV (entre 24 y 13,7ºC), estadio V o hipotermia irreversible (inferior a 13,7ºC).

El Villa de Pitanxo, pesquero gallego del Grupo Nores de Marín, naufragó la pasada madrugada en aguas de Terranova, en Canadá, con veinticuatro tripulantes. En pleno invierno el mar en esa zona puede estar entre los cero y los cuatro grados de temperatura.

Síntomas y estadios de hipotermia

  • Grado I. Víctima consciente y tiritando (35-32°C).
  • Grado II. Víctima somnolienta que no tiembla (32-28°C).
  • Grado III. Víctima inconsciente pero con signos vitales presentes (28-24°C).
  • Grado IV. Ausencia de signos vitales; muerte aparente (24-13,7°C).
  • Grado V. Muerte por hipotermia irreversible (temperatura central inferior a 13°C).

La termorregulación es el equilibrio entre la producción de calor (termogénesis) y la eliminación de calor (termólisis). Este equilibrio activo, que mantiene la temperatura corporal lo más próxima posible a los 37°C, hace que funcionen con un estrecho margen de metabolismo óptimo los sistemas enzimáticos. En situación de hipotermia leve, los mecanismos de termorregulación funcionan al máximo en un intento de combatir la pérdida de calor: temblor, vasoconstricción cutánea, disminución de la perfusión periférica, aumento del flujo sanguíneo cerebral, aumento de la diuresis (diuresis por frío), aumento de la frecuencia cardíaca, de la frecuencia respiratoria, del gasto cardíaco y de la tensión arterial. Si la situación de la víctima empeora y la temperatura desciende por debajo de los 30-32°C, la actividad enzimática se enlentece, disminuye la capacidad para generar calor, el sistema termorregulador se agota, las funciones de los diferentes órganos corporales disminuyen progresivamente y se llega a la muerte por fallo cardiorrespiratorio.

El tiempo de supervivencia de un hombre en el agua depende de varios factores entre los que la temperatura del agua ocupa el primer lugar. El viento puede constituir un factor adicional. Por supuesto, las condiciones físicas del náufrago son también determinantes en función de la corpulencia, la edad o la obesidad. Frente a lo que pudiera pensarse, la actividad en el agua representa pérdida de calor.

¿Qué le pasa a nuestro cuerpo a medida que baja la temperatura?

Cuando la temperatura corporal baja de los 35º C, el cuerpo tiene mecanismos de defensa. Fundamentalmente, el primero es el de producir más calor, y para eso tira de las reservas que tiene nuestro organismo. «Por ejemplo, en el caso de la situación de la caída al mar y de la exposición en un naufragio, lo primero que hace el cuerpo es la tiritona, que no es más que es una destrucción muscular que acaba produciendo calor. Esos temblores provocan calor para contrarrestar el frío del exterior», explica Juan González

Una hipotermia leve (una bajada de temperatura hasta los 32º tras una exposición prolongada al frío) puede derivar en alteraciones neurológicas (como confusión mental). La respiración se acelera y el corazón también responde taquicardizándose. Los escalofríos y la tiritona buscarán generar calor e ir tirando de las reservas que tiene el organismos, sobre todo de las grasas y carbohidratos. Nuestro cuerpo dirige la sangre a los órganos principales (riñón, corazón, pulmones) y deja con menos sangre las partes periféricas: manos, pies, piernas. Esta redistribución del flujo sanguíneo busca preservar los órganos más importantes y, en definitiva, la vida.

Cuando la temperatura corporal baja de los 33 grados, la situación empieza a complicarse mucho, según reconoce el internista del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO): «Cuando la temperatura está entre 31 y 33 grados, la condición se vuelve mucho más grave. El paciente puede perder la consciencia y llegar al coma. De la misma forma, los escalofríos son más violentos y hay menos circulación periférica de brazos y piernas. Habitualmente, cuando el paciente lleva bastante tiempo ante esas temperaturas, puede tener insuficiencia cardiorrespiratoria, e incluso se le puede llegar al shock cardiogénico, a que el corazón tenga un colapso cardiocirculatorio».

La situación se vuelve dramática al rebajarse la temperatura corporal por debajo de los 31º. «Todo esto es mucho más rápido», reconoce el doctor. «El paciente puede exponerse menos tiempo a esas temperaturas porque rápidamente aparece el coma y la muerte cerebral. El paciente va dejando de respirar y se puede producir una parada cardiorrespiratoria por fallo de los principales órganos», argumenta.

¿Qué hacer en caso de hipotermia y cómo reconocerla?

El objetivo ante cualquier caso de hipotermia es hacer volver al organismo a su temperatura de funcionamiento habitual, es decir, que el cuerpo recupere esos 35-36º C. Cualquier solución para tratar una hipotermia pasará por tratar de devolver el cuerpo a esos registros, un proceso que deberá realizarse de manera gradual. Con más cuidado cuanto más severa sea la hipotermia, evitando una vuelta a la circulación de manera excesivamente brusca.

Sabremos si estamos ante un caso de hipotermia fijándonos en algunas señales y síntomas. «Lo primero que se va a notar en el paciente es que suelen estar aturdidos e, incluso, nerviosos. La coloración de la piel, al experimentar una vasoconstricción que busca no dejar escapar el calor y permitir continuar con la actividad orgánica, producirá palidez. Al tacto lo notaremos frío, pueden aparecer los labios azulados, las pupilas dilatadas y, en caso muy extremos, ya habrá pérdida de consciencia antes de acabar en parada cardiorrespiratoria», explica. Síntomas como las convulsiones, la amnesia, el coma o arritmias cardíacas son también habituales.

Cómo actuar

Lo primero que haremos para actuar correctamente frente a una hipotermia será comprobar si la persona está mojada o seca: si esta mojada, tendremos que quitarle las prendas húmedas, secarla y ponerla en un ambiente lo más cálida posible, abrigándola para que el calor corporal no se pierda. Los botiquines suelen incluir una manta térmica diseñada, precisamente, para no dejar escapar el calor corporal. Si la persona está consciente, aprovecharemos para administrarle bebidas o alimentos calientes para tratar de recuperar la temperatura. Los equipos médicos cuentan también con sistemas intravasculares gracias a sueros que se inyectan a los afectados a una temperatura «de entre 40º y 41º C», según explica el médico del centro ourensano:  

«Hay que evitar las bebidas alcohólicas. Estaba muy extendido tradicionalmente que consumir alcohol beneficiaba en situaciones como estas y es todo lo contrario. Produce un acción vasodilatadora que agravará la situación», advierten los expertos.

Si la persona pierde el conocimiento, deberemos controlar su respiración. «Si la persona sigue respirando, hay que colocarla de lado en posición lateral de seguridad. Si llegamos al punto de que la persona, además de estar inconsciente, no respira, aplicaríamos las maniobras de RCP como en cualquier otro caso, independientemente de que sea causado por una hipotermia o por cualquier otra cosa. Si no somos personal de emergencias, debemos avisar de inmediato si no se ha hecho ya. En el caso de que no sepamos realizar un masaje cardíaco, empezaremos simplemente con las compresiones hasta que llegue la ayuda», detalla David Hermida.

No debemos reparar demasiado en el pulso de la persona, porque su medición en estas circunstancias puede ser compleja y quienes han sufrido una hipotermia tienen mayor probabilidad de recuperación tras parada que cualquier otro paciente en las mismas circunstancias.

«Si son pacientes que han tenido un colapso respiratorio o colapso cardíaco, común en la hipotermia severa, tendremos que someterlos a ventilación mecánica o a circuitos cardiocirculatorios para reponerlo. Son pacientes que, una vez salidos del cuadro inicial, deberán ingresarse en UCI para tenerlos monitorizados. Durante las siguientes horas, habrá que ajustar mucho y muy bien los tratamientos para que no se produzcan complicaciones cardíacas y neurológicas», finaliza el internista Juan González.

¿Cuál es el tiempo máximo que se puede sobrevivir en estado de hipotermia?

Aunque no existe una fórmula científica exacta que nos diga cuánto tiempo seremos capaces de soportar situaciones de frío extremas, sí existen algunas tablas orientativas sobre los límites fijados. En el caso de sufrir una hipotermia al caer al mar, existen diferentes manuales de navegación que reflejan los tiempos máximos, condicionados por la temperatura del agua, que una persona puede exponerse al frío antes de fallecer. No obstante, en estos límites orientativos existen multiplicidad de factores.

«Si sucede en el mar, la capacidad de recuperación dependerá mucho de la temperatura a la que esté el agua. La temperatura marcará si va a tener más o menos tiempo y posibilidades de supervivencia. En las aguas más frías, con temperaturas que rondan o bajan de los 2ºC, hablamos de condiciones muy extremas. Una hora o 45 minutos en esas condiciones ya podemos decir que son situaciones incompatibles con la supervivencia», explican desde EISEGA.

Relación entre el tiempo de permanencia en el agua y la supervivencia en función de la temperatura
Relación entre el tiempo de permanencia en el agua y la supervivencia en función de la temperatura La Voz de la Salud

Insisten los expertos en emergencias que estas referencias indican tiempos máximos que no dejan de ser información orientativa. «Depende de la ropa que lleves puestas, de si tienes algo que te ayude a flotar o no, del estado físico de la persona o de sus conocimientos de supervivencia, porque si caes al agua y luchas por sobrevivir, moviéndote mucho, la pérdida de calor corporal se va a ver acelerada, lo que te restará tiempo», indican.

 ¿Qué hacer para evitar la hipotermia en caso de caída al mar?

«Cuando la persona se cae al agua, las recomendaciones de los manuales se basan en una diferencia fundamental: si hay la posibilidad de salir del mar o no», explica David Hermida, profesor en EISEGA: «Si hay posibilidades de llegar a algún sitio, debemos nadar hasta tierra o hasta el barco; cuando no hay posibilidad de salir del mar, debemos ahorrar la mayor energía posible». ¿Cómo lo haremos? Los manuales de supervivencia indican que la mejor opción es permanecer lo más inmóvil que la situación permita. «Es una posición fetal», puntualiza Hermida: «Debemos llevar un elemento de flotación, que es obligatorio y que nos ayudará a adoptar esta postura en la que se minimizará la pérdida de calor. Encogeremos las rodillas y dejaremos los brazos recogidos sobre el pecho a la espera de ser rescatados».

En caso de que se trate de un naufragio múltiple con más personas implicadas, la mejor opción para aumentar las posibilidades de supervivencia será juntarse unos con otros y agarrarse las manos para estar lo más cerca posible y aprovechar el calor del otro. A diferencia de lo que sucedería en tierra firme, en donde las recomendaciones indican que lo primero que hay que hacer es despojar al paciente de la ropa fría o húmeda, dentro del agua la persona no debe ser desnudada a no ser que lleve algo que impida la flotabilidad. «Cuando salgamos del agua, sí debemos quitarnos lo que tengamos mojado y frío», explica Hermida.

Seguridad en agua fría

- Usar chaleco salvavidas. El chaleco salvavidas puede ayudar a mantenerse con vida más tiempo en el agua fría porque permite flotar sin gastar energía, además de proporcionar cierto aislamiento.

- Salir del agua si es posible. En lo posible, hay que salir del agua, subirse o agarrarse a cualquier objeto.

- No intentar nadar. Salvo que se sepa que hay algún lugar seguro cerca. A menos que haya un bote, una persona o un chaleco salvavidas cerca, no hay que moverse.Al nadar se gastará energía.

- Colocar el cuerpo de manera que se minimice la pérdida de calor. Utilizar una posición corporal conocida como la postura de disminución de escape de calor (HELP, por sus siglas en inglés) para reducir la pérdida de calor mientras se espera asistencia. Para ello hay que abrazar las rodillas hacia el pecho para proteger el tronco. Con el chaleco salvavidas puesto se recomienda juntar bien las piernas, pegar los brazos a los lados y mantener la cabeza hacia atrás.

- Juntarse con otras personas. Si en el agua fría hay otras personas, hay que juntarse en un círculo apretado mirándose unos a otros para mantenerse calientes.

- No quitarse la ropa. Mientras se esté en el agua, no hay que quitarse la ropa porque ayuda a aislar. Cerrar todas las hebillas, botones y cierres que tenga la ropa.Si es posible, es mejor protegerse la cabeza.