Enriqueta Felip, oncóloga: «Si una persona tiene un síntoma, tiene que acudir al médico a pesar del covid-19»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

Enriqueta Felip es la presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Enriqueta Felip es la presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). La Voz de la Salud

Tratamiento multidisciplinar, abordaje individualizado con biomarcadores, e integración de estrategias de inmunoterapia serán algunas de las claves para tratar el cáncer de cara a los próximos años

04 feb 2022 . Actualizado a las 18:13 h.

El 4 de febrero es el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud para aumentar la conciencia y el conocimiento sobre esta palabra que engloba enfermedades y casos totalmente diversos, ya que existen más de 200 tipos distintos de cáncer. Se trata de uno de los problemas de salud más prevalentes en el mundo: a pesar de la pandemia del covid-19, el cáncer ha sido responsable de más muertes que las infecciones por el virus en España durante el 2020. Por esta razón, la prevención de los distintos tipos de tumores tiene una importancia cada vez mayor, sobre todo si se tiene en cuenta que un tercio de las muertes por cáncer en Europa se deben a factores de riesgo evitables.

Enriqueta Felip es Jefa del Grupo de Tumores Torácicos y Cáncer de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología del Hospital Vall d'Hebron, en Barcelona (VHIO) y es la presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Tras la publicación del informe de la SEOM para el 2022, en el que se espera el diagnóstico de unos 280.000 nuevos casos de cáncer, Felip aborda el tema de la prevención con pautas claves para los pacientes, y profundiza en los desafíos que deberá afrontar la oncología de cara a los próximos años.

—Se ha hablado de los grandes factores de riesgo que predisponen a las personas a desarrollar cáncer, pero si tuviera que dar una única recomendación principal para evitarlo, ¿cuál sería?

—Es cierto que un tercio de las muertes por cáncer en Europa se deben a estos cinco factores de riesgo evitables, tabaco, infecciones, alcohol, sedentarismo y dieta inadecuada. Pero, en particular, el tabaco es el responsable de hasta un 33 % de los tumores, y no solo hablamos de cáncer de pulmón. También es culpable de hasta un 22 % de las muertes por cáncer. Por lo tanto, las cifras son muy claras. El dejar de fumar es fundamental en estos momentos.

—En cuanto a tratamientos, ¿cómo se está avanzando?

—En lo oncológico se está avanzando hacia un tratamiento multidisciplinar. Siempre lo hemos tenido, pero cada vez tenemos técnicas más específicas y menos agresivas, por ejemplo, de cirugía y radioterapia. Y, sobre todo, estamos trabajando también en tratamientos personalizados, en función de biomarcadores moleculares en grupos de pacientes. La medicina de precisión permite analizar las características genéticas y moleculares de un tumor para poder tomar decisiones terapéuticas que lo ataquen de manera más eficaz y con menores efectos secundarios. Este análisis se hace a partir de la identificación de biomarcadores en los tumores. No todos los cánceres son iguales. Sabemos que tenemos más de 200 cánceres diferentes, incluso aunque algunos estén en la misma localización. Por eso, necesitamos estos biomarcadores para dar un tratamiento individualizado en muchas ocasiones.

Luego, también tenemos las nuevas estrategias de inmunoterapia, que han cambiado la realidad de los tratamientos en los últimos años. La inmunoterapia es un término muy amplio, que incluye vacunas y muchas otras cosas. Pero en estos momentos, en tumores sólidos tenemos aprobados y utilizamos anticuerpos contra lo que llamamos PD-1 o PD-L1 o anti CTLA-4, que lo que consiguen es que el propio sistema inmunológico vuelva a reconocer las células tumorales y consiga atacarlas y eliminarlas de una manera muy sencilla. Estos tratamientos de inmunoterapia se administran de forma endovenosa, y los efectos secundarios son diferentes a los que habíamos visto antes con los tratamientos de quimioterapia. Tienen unos efectos secundarios que los tenemos que conocer nosotros, los pacientes y nuestros compañeros. La enfermería tiene un papel muy importante en controlarlos. Pero, en principio, son inferiores y están relacionados con una posible hiperinmunidad.

La inmunoterapia no está indicada para todo el mundo, sino para algunos tumores, como los melanomas, el cáncer de pulmón, el cáncer de cabeza y cuello, de vejiga, algunos tumores de mama. Vamos encontrando cada vez más indicaciones de inmunoterapia en diferentes situaciones.

—El aumento de los casos de cáncer está dado en parte por el envejecimiento de la población. ¿Se da también un aumento de casos en edades más tempranas?

—No hay datos claros en este sentido. Lo que sí sabemos es que la edad es un factor de riesgo para desarrollar cáncer. A los 80 años, un hombre tiene un riesgo de desarrollar cáncer de un 41 % y una mujer, del 27 o 28 %.

—¿En qué medida pueden influir factores hereditarios en el desarrollo de la enfermedad?

—Los factores hereditarios influyen en aproximadamente entre un 5 y un 10 % de algunos tumores, como puede ser el cáncer de colon o el de mama. En España, tenemos Unidades de Consejo Genético, que son áreas de trabajo asistencial dedicadas a asesorar a los pacientes cuando se sospecha de riesgo de aparición de cáncer en una familia. Básicamente está estructurado el proceso de consejo genético dentro de esas unidades. Se evalúa el riesgo personal y familiar y la posibilidad de realizar un diagnóstico molecular para reducir el riesgo y mejorar la estimación de ese riesgo.

—¿Cómo influyen los factores ambientales en el desarrollo del cáncer?

—La contaminación puede tener una relación con algunos cánceres. Hay que seguir analizando esto de forma más clara. Las unidades oncológicas vamos a tener que trabajar este sentido y ver todos los aspectos en los que el cambio climático nos puede afectar. Es un elemento a tener en cuenta. Hay estudios que indican que la contaminación puede influir en algunos tipos de tumores: aquellos relacionados con la piel, o con el pulmón también.

—¿El «efecto covid», que fue causa de demora en los diagnósticos, sigue vigente?

—El impacto del covid estuvo claramente durante la primera ola, entre marzo y junio del 2020 hubo una reducción en el número de diagnósticos de cáncer. Pienso que en estos momentos ya lo hemos normalizado, aunque no tenemos datos, y las cifras que hemos presentado para el 2022 no incluyen el efecto covid. Estas son estimaciones. De todas maneras, pienso que en estos momentos estamos normalizados, pero tenemos que seguir transmitiendo la importancia de que la población consulte ante cualquier síntoma de cáncer. No hay que tener aprensión a ir a los hospitales ni a los centros de atención primaria, que a pesar de la sexta ola son seguros. Es importante consultar cualquier duda o problema de salud que la población pueda tener.

—¿No hay un colapso en la atención actualmente?

—En estos momentos, las situaciones en los hospitales están controladas. Las unidades oncológicas y los programas de cribado están abiertos y es importante que la gente acuda. Es evidente que todos hablamos del colapso de la medicina primaria, pero a pesar de esto, si una persona tiene un síntoma, tiene que acudir.

—Una de sus líneas de investigación es la optimización de los tratamientos oncológicos en etapas tempranas, ¿de qué se trata esa optimización?

—Hablamos de los comités de tumores, que tienen una implementación a nivel de toda España y trabajan conjuntamente. Así se optimizan los tratamientos. Tenemos estos comités en los que discutimos todos los casos de diagnóstico de tumores concretos, y los comités sirven también para que podamos profundizar en cada una de las especialidades con las novedades que tenemos, con las nuevas estrategias, y diseñar y actualizar las guías de tratamiento de cada hospital y los flujos, para que el acompañamiento del paciente sea adecuado en todo momento.

Son reuniones multidisciplinares en los hospitales, en las que están representados especialistas en todos los tumores. Y se discuten los casos de una forma multidisciplinar. Está el radiólogo, el cirujano, el patólogo, el internista, el neumólogo, en muchos casos, enfermería, asistente social, geriatría. Se discuten los casos para llegar a una decisión consensuada.

—¿Qué mitos hay que derribar en torno al cáncer?

—Yo creo que en estos momentos los pacientes tienen un papel muy activo en la búsqueda de información y esto es muy positivo. No hay tantos mitos. Lo que sí es verdad es que no conseguimos transmitir la importancia de la prevención, del dejar de fumar. Plantearía más ese reto que tenemos de utilizar nuevas maneras para llegar a la población y que realmente entienda que los números que explicamos son una realidad que impacta de una forma muy importante. Lo que necesitamos es una dieta saludable, sobre todo el consumo de frutas y verduras es lo que recomendamos, y desde luego, también saber que hay tumores que están relacionados con el sobrepeso, específicamente los tumores digestivos.

—¿Qué está investigando ahora?

—Me dedico a los tumores torácicos y es importante establecer y seguir la medicina de precisión. Tenemos una serie de dianas en el cáncer de pulmón, pero necesitamos también conocer los mecanismos de resistencia a los tratamientos iniciales para poder optimizarlos en las secuencias de tratamientos. Luego, las estrategias de inmunoterapia que teníamos siempre en estadio 4 en enfermedad metastásica se están implementando en estadios más quirúrgicos y precoces en estos momentos. Hay temas importantes, como la implementación de la biopsia líquida y el papel que puede tener en la detección de la enfermedad mínima residual, es decir, la presencia de células cancerosas en el cuerpo después del tratamiento, sobre todo después de los tratamientos de cirugía.

—¿Hay más posibilidades de que una persona que tuvo cáncer lo vuelva a desarrollar?

—No es exactamente así. Lo que sí es verdad es que el cáncer es una enfermedad frecuente. Este año habrá 280.000 nuevos casos. Por lo tanto, en una situación en la que cada vez tendremos más personas que han sobrevivido a un cáncer al aumentar la esperanza de vida, pues estamos viendo personas que se diagnostican dos cánceres o incluso tres durante la evolución vital.

—¿Es frecuente que haya metástasis?

—Son cosas diferentes. Una cosa es que un tumor operado pueda recidivar, reaparecer. Este sería el concepto de metástasis. La otra cosa sería curar un tumor y que luego aparezca otro tumor primario. Son situaciones diferentes. Una es que alguien haya tenido un tumor y, al cabo de un tiempo, encontremos células de ese tumor que ha tenido en otros órganos. Esto es lo que llamamos metástasis. La otra situación es que una paciente se diagnostique, por ejemplo, de un cáncer de mama, y al cabo de diez años se diagnostique de un cáncer de pulmón totalmente diferente.

—¿Cómo se puede saber si un nuevo cáncer está relacionado con uno anterior?

—Por la biopsia que hacemos, que nos indica las características del tumor.

—¿Qué retos quedan para el tratamiento del cáncer de cara al futuro?

—Tenemos que seguir luchando para prevenir, para que los factores de riesgo no estén. En el tratamiento, tenemos que garantizar acceso precoz al diagnóstico. Que si alguien tiene síntomas, encuentre el camino adecuado para llegar al diagnóstico. Más en esta situación de covid, en la que a veces puede haber dudas con respecto a acudir al médico. Y luego, estamos trabajando en la implementación de la medicina de precisión, para poder planificar el tratamiento adecuado para cada persona. Otros retos son la atención psicooncológica, la atención de paliativos, las unidades de consejo genético y la atención a largos supervivientes, pacientes que han superado un cáncer y pueden tener algún efecto secundario. Hay que hacer también un tratamiento individualizado en esos casos.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.