Diplopía, así es el problema de visión que vuelve a apartar a Marc Márquez de los circuitos

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

Marc Márquez vuelve a padecer problemas de diplopía.
Marc Márquez vuelve a padecer problemas de diplopía.

En el caso del piloto está causada por un traumatismo. Te lo contamos todo sobre esta lesión óptica

23 mar 2022 . Actualizado a las 12:10 h.

Tras una contundente caída este domingo en el Gran Premio de Indonesia, el piloto español de MotoGP Marc Márquez, del equipo Repsol Honda, ha anunciado que padece un episodio de diplopía, algo que ya le había ocurrido en otras ocasiones, la última de ellas a finales del año pasado. El golpe, que sucedió cuando Márquez sufrió un «highside» y saltó por los aires durante una vuelta de calentamiento, dejó al piloto con una conmoción cerebral y varios politraumatismos. Como consecuencia de esto, se produjo la diplopía.

Qué es la diplopía

La diplopía consiste en una visión doble que puede ocurrir en un solo ojo (monocular) o en ambos (binocular). Esta última se distingue por ocurrir únicamente cuando ambos ojos están abiertos. «Esta distinción es muy importante, porque la visión doble monocular nunca es peligrosa, mientras que la visión doble binocular puede ser producto de afecciones neurológicas graves», señala un documento publicado por la Clínica Mayo.

«Diplopía quiere decir que vemos doble. Por ejemplo, si ponemos una linterna a lo lejos, en vez de ver un solo punto de luz, vemos dos. Esto suele ocurrir porque hay una mala alineación de los ojos, donde un ojo mira de frente y el otro está un poquito desviado. Los ojos no están mirando al mismo punto en el espacio. Esta diplopía binocular es la más frecuente», explica Daniel Villoria, oftalmólogo elegido como el mejor en su especialidad por los Doctoralia Awards.

La visión tridimensional es algo que damos por sentado, pero esto solo es posible gracias al funcionamiento correcto de nuestros dos ojos. Cuando ambos ojos apuntan en la misma dirección, esto permite al cerebro procesar las imágenes que captan como si fuese una sola, permitiéndonos tener una mejor percepción de la profundidad. Para que esto suceda, se requiere de una coordinación perfecta de varios componentes del sistema visual, como la córnea, los músculos que permiten enfocar y los que rodean y sujetan el ojo, el nervio óptico y el cerebro. Un fallo en cualquiera de estas regiones puede causar una diplopía.

«Las afecciones que pueden ocasionar visión doble binocular incluyen un traumatismo anterior, un accidente cerebrovascular, un trastorno sistémico y otras enfermedades», explica la Clínica Mayo. En el caso de Márquez, un golpe en la cabeza en el 2011 fue lo que desencadenó este síntoma. «A raíz del golpe veía doble y durante 5 o 6 meses lo pasé muy mal», contó el piloto acerca de aquel episodio. En aquel momento, Márquez llegó a replantearse si podría volver a competir alguna vez. 

Podemos tener visión doble por:

  • Problemas de la córnea. En este caso, se ve afectado un solo ojo. Si se lo tapa, la visión doble desaparece. Esta diplopía se puede deber a que la superficie de la córnea es irregular y distorsiona la luz que entra al ojo. 
  • Problemas del cristalino. Suele ocurrir en ambos ojos a la vez. La causa más común son las cataratas.
  • Problemas de la retina.
  • Problemas musculares. Un problema neurológico puede causar debilidad en los músculos que sostienen el ojo, dificultando su precisión y causando una visión doble.
  • Problemas del nervio óptico. Estos pueden ser causados por enfermedades como la diabetes o la esclerosis múltiple.
  • Enfermedades neurológicas.
  • Traumatismos orbitarios.
  • Síndrome del ojo seco. La sequedad hace perder uniformidad a la película lagrimal que cubre toda la superficie del ojo.
  • Enfermedades tiroideas.
  • Estrabismo, es decir, pérdida del paralelismo de los ojos. 
  • Problemas cerebrales o del sistema nervioso central. Apoplejías, aneurismas o incluso migrañas.
  • Abuso de alcohol o drogas.
  • Ciertos medicamentos.
  • Cansancio o fatiga.

Síntomas asociados

Cuando una persona sufre de diplopía, el problema puede estar acompañado de otros síntomas como cervicalgias o tortícolis compensatorias, en las que los pacientes ladean la cabeza para ver mejor, provocando dolor con el tiempo. Otros síntomas que ocurren con la diplopía son una tendencia a guiñar uno de los ojos y dificultades para conducir o leer.

Diagnóstico

La diplopía suele aparecer como síntoma de otros problemas. Por esta razón, es importante establecer las causas que han llevado al paciente a sufrir esta visión doble, para entender su gravedad y saber cómo tratarla.

Lo primero es definir si se trata de una diplopía binocular o monocular. «Cuando hablamos de diplopía binocular y monocular, la forma de diferenciarlas es tapando uno de los ojos. Si tapándolos uno a uno, veo bien con cada ojo por separado, y el problema surge al intentar ver con los dos en simultáneo, se trata de diplopía binocular. En cambio, en la diplopía monocular, lo que pasaría sería que, al poner una linterna, con el ojo sano verías una luz y con el ojo enfermo verías dos luces. Esto es mucho menos frecuente y suele deberse a alteraciones en el cristalino, la lente que tenemos dentro del ojo», explica Villoria.

Cuando hay diplopía, «o hay una lesión en los músculos que mueven el ojo, o una lesión en los nervios que le llevan la información. Tenemos seis músculos que tiran del ojo, son como las riendas de un caballo. Hay un músculo que tira hacia la derecha, uno hacia la izquierda, uno que tira hacia arriba, uno que tira hacia abajo y luego hay otros dos músculos, que son los oblicuos, que lo que hacen es una rotación. Hay nervios que le llevan la información a estos músculos. Cuando se lesiona el músculo o se lesiona el nervio que le lleva la información al músculo, los músculos no funcionan bien, no tiran bien de los dos ojos. Entonces, el movimiento que hacen no es congruente entre un ojo y otro y se produce la visión doble», detalla Villoria.

En la consulta, se realiza una exploración completa que permite llegar a estas causas. En primer lugar, hay que valorar la motilidad ocular y analizar si el paciente puede realizar movimientos oculares de manera coordinada. Esto permite detectar si hay parálisis en alguno de los músculos, que es lo que le ha ocurrido a Márquez. «Hay un oblicuo inferior y superior. Si hay una caída, el nervio que le lleva información al oblicuo superior no funciona, y ese músculo puede verse comprometido», describe Villoria.

Luego, se realizan pruebas de ortóptica y también, en algunos casos, pruebas complementarias que permitan descartar otras enfermedades: analíticas, resonancias u otros exámenes.

Tratamientos

Dado que la diplopía es más un síntoma que una enfermedad en sí misma, los tratamientos suelen estar enfocados a tratar las causas puntuales del problema en el paciente.

«Depende del tipo de lesión. Si es una lesión a nivel del nervio, hay algunas que mejoran con el tiempo, poco a poco. Hay otras veces en que, si hay una lesión completa en el nervio, pues no funciona. Dentro de esto, hay niveles de gravedad. Cuantificamos la función del músculo en una escala del 1 al 4, donde 4 es lo normal, 1 es muy poquito, 0 es que no funciona. Dependiendo de la causa y la gravedad, hay algunas que mejoran con el paso del tiempo poquito y otras que no van a mejorar y tenemos que recurrir a cirugía para corregir esa función del músculo y que no esté desviado», explica Villoria.

«Cuando hay una falta de alineación de los ojos, es importante diferenciar si la diplopía es estable: si es siempre el mismo grado de desviación. Puede haber casos en los que el paciente, cuando mira de frente, ve bien, y el problema se manifiesta cuando mira a la izquierda o a la derecha. Esos casos son más complejos. Si siempre hay una desviación de 15 grados, corrigiendo con prismas o con cirugía esa desviación de 15 grados solucionamos el problema. Si la desviación va variando, es mucho más difícil. Incluso puede que haya que recurrir a múltiples cirugías», añade el oftalmólogo.

Para Márquez, esta es la cuarta caída en un solo fin de semana. El viernes, el piloto había perdido el control de su moto durante un entrenamiento. Lo mismo le había ocurrido, dos veces, el sábado. Sin embargo, estas tres caídas habían sido leves: Márquez había perdido el control del tren delantero, mientras que el domingo fue el tren trasero el que cedió, causándole  el traumatismo.

En noviembre del 2021, Márquez había sufrido otra caída que lo dejó con una diplopía a causa de una parálisis del cuarto nervio derecho, por alteración del músculo oblicuo superior derecho. «Se ha optado por realizar un tratamiento conservador con controles periódicos para seguir la evolución clínica. Este cuarto nervio derecho es el que ya se lesionó en el año 2011», declaró en aquel momento su oftalmólogo, el doctor Bernat Sánchez Dalmau.

En todos los casos, insiste Villoria, la diplopía es un síntoma que no debe ser tomado a la ligera. Fuera de un traumatismo, las causas más frecuentes suelen ser pequeños ictus o diabetes, o enfermedades neurológicas. Como regla general, si de repente empiezas a ver doble, es un síntoma de alarma. Tienes que acudir a urgencias, no puedes sentarte a esperar que pase», recomienda.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.