Sin capacidad para comunicarse y comprender el lenguaje: así es la afasia que aparta a Bruce Willis del cine

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Bruce Willis se ha visto obligado a retirarse por los problemas que le produce la afasia para comunicarse.
Bruce Willis se ha visto obligado a retirarse por los problemas que le produce la afasia para comunicarse. La Voz de la Salud

Las causas de esta pérdida en la capacidad de comunicarse van desde un accidente cerebrovascular hasta un tumor | Javier Camiña, neurólogo: «Lo lógico es que Bruce Willis esté teniendo una afasia primaria progresiva, que es un tipo de demencia»

31 mar 2022 . Actualizado a las 17:39 h.

Cuando un actor no puede hablar ni comunicarse, su carrera se trunca. Es lo que le ha sucedido a Bruce Willis (67 años), el actor de la Jungla de Cristal o el Sexto Sentido, que se ve obligado a retirarse a causa de una afasia, una enfermedad neurológica que afecta a la parte del cerebro que se encarga del lenguaje y que suele estar asociada a un daño cerebral. Es un síntoma común a enfermedades como los ictus o a un traumatismo craneoencefálico. También puede desarrollarse progresivamente como consecuencia de alguna dolencia degenerativa o ser la consecuencia de un tumor. Un ataque isquémico transitorio también podría ser el origen de una afasia, pero este tipo de problema se puede resolver pasadas unas horas o días. La afasia afecta al habla, pero también a la escritura y la lectura debido a que se producen daños en las zonas del cerebro que se encargan del lenguaje. 

La afasia puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más frecuente entre adultos, especialmente a partir de los 60 años. En España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de 350.000 personas padecen afasia y cada año se producen unos 25.000 nuevos casos.

El cerebro tiene dos partes. El hemisferio dominante y el no dominante. Normalmente, el hemisferio dominante es el lado izquierdo (prácticamente siempre lo es en las personas diestras y en, al menos, el 50 % de las personas zurdas). Se le denomina como dominante porque es el lugar donde se localiza el lenguaje, ubicado en la llamada región perisilviana. Si se presentan daños en esas estructuras cerebrales de la mitad dominante, muchas veces se produce esta alteración del lenguaje llamada afasia. El paciente no puede hablar o no entiende lo que se le dice. O ambas cosas. En una información anterior de La Voz de la Salud sobre los ictus, desde la unidad de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona describían las sensaciones de los pacientes con afasia como si se despertasen en un hospital y todo el mundo hablase otro idioma que el afectado no entiende.

Tipos de afasia: fluente o no fluente

«En función de las áreas cerebrales en las que se localice la lesión y del grado de estas lesiones, la afasia puede tener distintos tipos de gravedad y el paciente manifestará problemas diferentes en el lenguaje. Algunas personas con afasia tienen problemas en el empleo de las palabras o a la hora de construir oraciones, otras personas pueden tener problemas para entender a los demás, algunas personas pueden tener problemas tanto de expresión como de comprensión, otras personas pueden tener problemas con la lectura y la escritura», explica un comunicado de la SEN.

No todas las afasias son iguales y según el patrón que sigan se pueden clasificar en distintos grupos. El National Institutes of Health británico clasifica los tipos de afasia en dos grandes grupos: la afasia fluente y la afasia no fluente.

  • La más común es la afasia fluente de Wernicke (o receptiva) y, según informa el organismo oficial británico, puede ser el resultado de un daño en el lóbulo temporal del cerebro. Aunque las personas con afasia de Wernicke pueden hablar, suelen hacerlo en oraciones largas carentes de sentido que incluyen palabras innecesarias o inexistentes. Las personas que padecen este tipo de afasia no son conscientes de los errores que suelen cometer al hablar y presentan dificultades para entender al resto. 
  • Por su parte, la afasia de Broca es la más habitual entre las afasias no fluentes y su origen, a diferencia de la Wernicke, suele deberse a un problema que se localiza en el lóbulo frontal del cerebro. En este caso, los pacientes sí son capaces de entender lo que se les dice y ellos saben lo que quieren decir. Puede reconocerse una afasia de Broca porque los afectados suelen comunicarse con frases cortas emitidas con gran esfuerzo. Es habitual que entre los síntomas se encuentre también una debilidad o incluso parálisis en las extremidades del lado derecho del cuerpo.
  • También existe un tipo de afasia no fluente llamada afasia global, caracterizada por limitaciones prácticamente totales en sus capacidades para comunicarse. Presentan problemas para entender frases sencillas y apenas pueden llegar a pronunciar unas cuantas palabras o solo logren emitir frases contadas. Su origen está relacionado con un daño de grandes dimensiones en la parte del cerebro encargada del lenguaje.

Otros tipos de afasia

Afasia progresiva primaria: deterioro de las estructuras del lenguaje en el hemisferio dominante que determina una pérdida progresiva del lenguaje. Dificultades para denominar o comprender palabras sueltas o hablar.

Afasia de conducción: Dificultades para producir aisladas.

Afasia transcortical motora: No presenta problemas de comprensión y los pacientes logran hablar con normalidad a excepción de en el inicio del discurso. Los pacientes presentan dificultades para organizar de forma coherente lo que quieren decir.

Pese a que la afasia afectará al habla, al lenguaje y a la comprensión lectora, los pacientes no perderán las capacidades para entender el lenguaje afectivo (caricias, besos, abrazos). Si la afasia se produce por, por ejemplo, un ictus, esa persona sabrá interpretar el cariño cuando se le coge la mano o podrá comprender las intenciones en tu tono de voz. Esto se debe a que, a diferencia del lenguaje, la emoción está muy distribuida por nuestro cerebro. De momento, no han trascendido más datos sobre a qué es debida la afasia que padece el actor Bruce Willis y la única información disponible se centran en los comunicados que han lanzado en Instagram los distintos miembros de su familia. «Nuestro querido Bruce ha experimentado últimamente problemas de salud y ha sido diagnosticado de afasia, lo que afecta a sus habilidades cognitivas», ha explicado su hija Rumer.

La afasia puede ser leve o grave. La gravedad de los problemas de comunicación depende de la cantidad y ubicación del daño cerebral. Este es un resumen de sus principales síntomas, según la American Speech-Language-Hearing Association (ASHA):

El paciente con afasia leve:

  • puede ser capaz de mantener una conversación normal en muchas circunstancias.
  • puede tener problemas en entender el lenguaje cuando sea largo o complicado.
  • puede tener problema en hallar las palabras (anomia) para expresar una idea o explicarse.

El paciente con afasia grave:

  • puede que no entienda nada de lo que se le diga.
  • puede decir poco, o nada en absoluto.
  • puede usar aproximaciones de frases comunes, como "sí", "no", "hola" y "gracias".

Características de la afasia expresiva:

  • La persona usa solo palabras sueltas al hablar.
  • Habla en frases cortas y fragmentarias.
  • Omite las palabras más cortas como "el/la", "de", "y" (así que el mensaje suena como un telegrama).
  • Coloca las palabras en el orden equivocado.
  • Intercambia los sonidos o las palabras (por ej., usa "mesa" para "cama", o "plavalatos" para "lavaplatos").
  • Inventa palabras.
  • Conecta palabras inexistentes y palabras reales con facilidad, pero lo que dice no tiene sentido.

Características de la afasia receptiva:

  • La persona necesita tiempo adicional para entender mensajes orales (como traducir de un idioma extranjero)
  • La persona tiene gran dificultad en poder seguir el habla rápida
  • Malinterpreta las sutilezas del lenguaje
  • Es frustrante para la persona que tiene afasia y para el oyente, puede tener como consecuencia la interrupción total de la comunicación
  • Con mucha frecuencia, la persona con afasia tiene, en diferentes medidas, dificultades tanto expresivas como receptivas.

 ¿Cuál es el tratamiento para la afasia?

Hay que recordar que la afasia no es una enfermedad en sí misma, sino, como hemos explicado, un síntoma de que se ha producido una lesión en el cerebro en alguna o varias de las áreas que controlan el lenguaje.

Las posibilidades de una recuperación completa en un paciente con afasia dependerán de factores como la extensión y la ubicación de ese daño en el tejido cerebral, también influye el grado de deterioro del lenguaje, la edad y el estado de salud de la persona. «En función de las características y gravedad de la enfermedad subyacente, el paciente presentará una capacidad variable de recuperación. Si el daño cerebral es leve, existe la posibilidad de que la persona recupere las habilidades del lenguaje sin tratamiento. Sin embargo, la mayoría de las personas van a necesitar rehabilitación a manos de expertos del lenguaje, logopedas y foniatras, y en estos casos, la recuperación de las habilidades del lenguaje suele ser un proceso relativamente lento y el grado de recuperación es variable, pudiendo permanecer secuelas y siendo complicado que recuperen la normalidad anterior a la lesión», explica la SEN. 

Durante los primeros tres meses es cuando se produce la mayor parte de la recuperación, aunque a veces este proceso de mejoría puede continuar durante años. Por otra parte, si la afasia se ha producido por una enfermedad neurodegenerativa, el paciente va a ir empeorando progresivamente a medida que avance su enfermedad.

La terapia del habla y del lenguaje debe iniciarse lo antes posible para aumentar la efectividad. En ocasiones, la persona afectada aprende otras formas de comunicación a través de gestos o, incluso, mediante aplicaciones de generación de voz.