Raúl Rivas González, microbiólogo: «Si el adenovirus 41 está directamente implicado en estos casos de hepatitis aguda, tenemos un problema»

Uxía Rodríguez Diez
UXÍA RODRÍGUEZ LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

Raúl Rivas González es catedrático de Microbiología en Universidad de Salamanca
Raúl Rivas González es catedrático de Microbiología en Universidad de Salamanca La Voz de la Salud

El experto analiza todas las opciones que pueden estar detrás de esta nueva enfermedad de la que en las últimas horas se comunicó en Galicia, en el área de Vigo, un tercer caso

01 may 2022 . Actualizado a las 16:51 h.

El adenovirus F 41 es ahora mismo uno de los principales sospechosos de estar detrás de la hepatitis aguda grave de origen desconocido que afecta a niños de 14 países. En Europa, se han encontrado casos en Reino Unido, que —a fecha del 28 de abril— notificó 111 (81 en Inglaterra, 14 en Escocia, 11 en Gales y 5 en Irlanda del Norte); Austria (2 casos); Bélgica (2 casos); Dinamarca (6 casos); Francia (2 casos); Irlanda (5 casos); Italia (17 casos); Alemania (un caso); Países Bajos (4 casos); Noruega (2 casos); Polonia (un caso); y Rumanía (un caso). A esto se le suman los 22 pacientes sospechosos en España -la Consellería de Sanidade confirmó en las últimas horas el tercero en Galicia- tras la última revisión de cifras realizada por Sanidad, que descartó tres casos inicialmente notificados. Todavía es muy pronto y hay muchas hipótesis sobre la mesa. Lo único que está claro es que esta nueva enfermedad no está relacionada con los virus que normalmente causan hepatitis porque no se ha detectado ninguno de ellos en ningún paciente. Raúl Rivas González es Catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca y nos ayuda a entender qué son los adenovirus, cómo se propagan y por qué es un misterio el origen de esta nueva enfermedad.

—¿Qué son los adenovirus?

—En principio los adenovirus son un tipo de virus bastante comunes, distribuidos ampliamente en todos los continentes y que circulan a lo largo de todo el año. Son virus de ADN, diferentes a lo que estamos acostumbrados a oír del SARS CoV 2 que son virus de ARN. Dentro de los adenovirus hay muchos tipos. Hay siete especies diferentes, el F41 sería un serotipo de una especie, porque dentro de cada una tenemos serotipos distintos. Hay más de cien subtipos de adenovirus. Muchos de ellos causan enfermedades en humanos, las más comunes son las enfermedades respiratorias, pero también pueden causar enfermedades en los ojos, en el intestino, en el tracto urinario, en las vegetaciones o en el hígado.

Tenemos los adenovirus 4 y el 7, que son los únicos para los que hay vacuna y se utiliza, principalmente, en los militares estadounidenses porque suelen causar brotes vinculados a lagos o piscinas mal cloradas.

—¿Cómo se transmiten?

—La forma de propagación de los adenovirus puede ser a través del contacto directo entre personas a través las gotitas de saliva que emitimos al hablar, toser o cantar… Pero también puede ser una transmisión fecal-oral, es decir, el adenovirus que vive en las heces puede terminar contaminando el agua, o pasar a nuestras manos. Los adenovirus pueden permanecer algún tiempo en los objetos.

—¿Qué nos puede contar del adenovirus F 41?

 —La infección por adenovirus F41 no es estacional, puede ocurrir en cualquier momento del año. Los más susceptibles son los niños menores de dos años. Dentro de la especie F solo hay dos tipos de adenovirus que son el 40 y el 41. Los dos, al menos lo que conocíamos hasta ahora, causan gastroenteritis, sobre todo en niños. Lo normal, además, es que se resolvieran solas. Suele haber picos al final del invierno y en primavera, pero son virus que están circulando todo el año. Cuando el pediatra nos dice a veces, «nada, esto es un virus que está circulando», muchas veces se trata de adenovirus. Incluso algunas conjuntivitis están causadas por algún tipo de adenovirus.  

 —¿Es normal que un adenovirus como el F41 cause una enfermedad tan grave como la de algunos de estos casos de hepatitis?

—Ya se había visto que algunos adenovirus tienen capacidad para causar daño hepático, pero normalmente en niños inmunocomprometidos. Todavía es pronto para saber, pero si el adenovirus 41 está directamente implicado en estos casos de hepatitis aguda tenemos un problema, y hay que investigarlo como ya ha propuesto la OMS, analizando distintos tipos de muestras de sangre, orina, heces... para ver la fuente de la enfermedad. Hay que ver si es el adenovirus 41, si ha surgido algún tipo de cambio, si es algún tipo de coinfección con algún otro virus… Todavía queda mucho por estudiar y analizar. Pero no es una buena noticia que dentro de las hipótesis plausibles de estas hepatitis agudas esté involucrado el adenovirus 41.

 —¿Por qué es una mala noticia?

 —Porque, en principio, estaban vinculados a problemas de gastroenteritis menos graves. El adenovirus 41 no se había asociado a este tipo de daños hepáticos agudos en niños teóricamente sanos. Es algo que hay que tratar con cuidado y analizar en profundidad para ver cuál es la causa real. 

 —Asusta escuchar que es una enfermedad, en este caso una hepatitis, de origen desconocido, pero no es tan raro que esto ocurra, ¿es así?

—Por desgracia esto pasa muchas veces con distintos tipos de enfermedades. Lo primero que se ha hecho es ver si estaban involucrados los virus que tienen una mayor probabilidad de causar hepatitis, como los de la hepatitis A, B, C, D o E. Eso es lo primero y en todos los casos fue negativo. Ahí se abre todo el abanico (también se han descartado las causas habituales de hepatitis o antecedentes de viajes), que también pueden ser causas toxicológicas o ambientales, nada está cerrado aunque es cierto que la puerta microbiológica está abierta de par en par. 

—Las autoridades sanitarias han descartado por completo cualquier relación con la vacuna frente al covid-19, de hecho, la mayoría de los afectados no habían sido vacunados por su edad. Pero sí se han visto casos relacionados con el SARS-CoV-2.

—Todavía es pronto, pero sí que se ha visto que algunos niños con esta hepatitis habían cursado o estaban pasando el covid-19. En algunos casos había coinfección entre el adenovirus y el SARS-CoV-2. Es muy difícil pronunciarse en estos momentos pero puede estar involucrado también. Por esto se insta, no solo a que se analicen las muestras, hay que secuenciar los virus para averiguar si ha habido alguna mutación que pueda facilitar un tropismo hacia ese daño hepático. 

 —¿Podría deberse a un adenovirus desconocido hasta ahora?

—De momento, está probada la presencia del adenovirus F41 seguro. Los adenovirus se pueden detectar por diferentes métodos, lo más habitual es a través de anticuerpos o de serología, pero también se detectan mediante pruebas moleculares, como la famosa PCR que tanto conocemos a estas alturas. El adenovirus F41 está presente en algunos casos, pero también se han visto otros adenovirus que pueden estar circulando. ¿Que pudiera ser un nuevo serotipo? Puede ser, pero de nuevo es demasiado prematuro afirmar algo así. 

  —¿Qué medidas debemos tomar?

 —Hay que tomar las medidas que ya hemos interiorizado durante la pandemia. Mantener distancia si hay síntomas, precaución, lavado de manos, buenas prácticas higiénicas. Para estos adenovirus no hay vacunas ni tratamiento específico. 

 —¿Habrá más casos?

 —Tenemos que tener en cuenta que esta enfermedad no cursa igual en todas las personas. Es probable que muchas enfermedades hayan pasada desapercibidas de forma leve. Estamos detectando los casos más graves. Nada nos hace indicar que esto vaya a parar aquí de momento, supongo que seguirán apareciendo algunos casos hasta que conozcamos la fuente y podamos poner remedio y prevenirlos. 

Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.