¿Qué es el tramadol y por qué Nairo Quintana fue descalificado del Tour 2022 al consumirlo?
EL BOTIQUÍN
Se trata de un opioide sintético que se utiliza para tratar el dolor, sobre todo el intenso
18 ago 2022 . Actualizado a las 13:45 h.El tramadol ha saltado a la actualidad de la mano del ciclista colombiano Nairo Quintana, que resultó descalificado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) después de dar positivo en esta sustancia durante el pasado Tour de Francia, en el que terminó sexto. Desde el 1 de marzo del 2019, el ente internacional ha prohibido su uso en competición en todas las disciplinas y categorías, con el objetivo de proteger la salud y seguridad de los ciclistas ante los efectos adversos de esta sustancia. Pero, ¿qué es?, ¿para qué se utiliza?, ¿por qué ha sido prohibido en este tipo de competiciones?
El tramadol es un fármaco derivado de los opioides que actúa sobre el sistema nervioso central. «Se suele recetar para el dolor, tanto para el agudo como para el crónico y suele ser de las primeras elecciones en cuanto analgesia opiácea», comenta Álvaro Reviejo, farmacéutico. De esta forma, alivia el dolor actuando sobre células nerviosas específicas de la médula espinal y del cerebro, pero no presenta acción antipirética ni antiinflamatoria.
«En una farmacia comunitaria, se suele dar en cápsulas o comprimidos, que pueden ser de duración prolongada o instantánea en función de la velocidad con la que se desee el efecto farmacológico», explica. Si bien es un medicamento que requiere prescripción médica y cuyo consumo siempre debe ser supervisado por un profesional sanitario.
Su administración siempre se debe llevar a cabo a través de la dosis mínima eficaz, es decir, la que permite controlar el dolor. «En este tipo de medicamentos que son analgésicos puros, lo que hay que intentar es dar una dosis mínima eficaz para conseguir paliar o sobrellevar ese dolor. En función de si la dosis mínima no está funcionando, se intenta ir elevando hasta que el paciente note mejoría», asegura Reviejo. Y añade: «Normalmente los dolores crónicos requieren menos dosis que los agudos. Pero eso ya es más a interpretación del médico prescriptor. Sobre todo porque tiene reacciones con bastantes medicaciones muy habituales en la población».
Posibles efectos adversos
Todos los fármacos pueden provocar efectos secundarios. En el caso concreto del tramadol, los efectos secundarios más habituales suelen ser «de tipo digestivo, como náuseas, vómitos, estreñimiento o sequedad en la boca». También pueden darse cefaleas, convulsiones, mareos, somnolencia o pérdida de concentración. Lo cual, en el caso concreto del ciclismo, puede aumentar el riesgo de accidentes.
Tampoco se recomienda el tratamiento con tramadol a personas que padecen epilepsia, alergia a opioides, o que padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica —más conocida como EPOC—.
No solo eso, también está contraindicado para personas que se encuentran tomando medicamentos para el sueño, analgésicos o fármacos tranquilizantes, ya que puede provocar trastornos respiratorios relacionados con el sueño, «como apnea central del sueño —pausa en la respiración durante el sueño—, e hipoxemia relacionada con el sueño —bajo nivel de oxígeno en sangre—. Estos síntomas pueden ser pausa en la respiración durante el sueño, despertar nocturno debido a la dificultad para respirar, dificultad para mantener el sueño o somnolencia excesiva durante el día», expone uno de los prospectos de este tipo de medicamento, disponible en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
Además, los opiáceos suelen provocar bastante dependencia, «aunque justo el tramadol, no es de los que más arrastra», aclara Reviejo. Este posible efecto secundario también se puede asociar con otros relacionados con la privación de su ingesta después de tomarlo de manera constante durante un cierto período de tiempo. «Algunos ejemplos son ansiedad, agitación, nerviosismo, temblores... pero no por la ingesta del propio fármaco, sino por la dependencia al dejar de tomarlo. Evidentemente, esta no se crea por tomar dos o tres, tiene que ser durante un período prolongado», matiza.
El 1 de marzo de 2019, la Unión Ciclista Internacional, la federación que gestiona este deporte en todo el mundo prohibió el uso del tramadol, un fármaco que atrajo la atención de los organismos antidopaje después de que aparecieran en prensa varios reportajes en los que diversos deportistas confesaban su uso para paliar el dolor asociado al deporte de alto rendimiento. De hecho, el efecto de esta sustancia era tan potente que los profesionales confesaban cierta dependencia hacia la sustancia.
En una investigación reciente llevada a cabo por la Universidad Camilo José Cela, en colaboración con la Agencia Española para la Protección de la Salud en el Deporte, se analizaran las muestras que recibe el Laboratorio de Control del Dopaje de Madrid para determinar la incidencia de su uso. Los resultados concluyeron que, de los 35 deportes olímpicos que participaban en el estudio, el 65 % de las muestras que contenían tramadol pertenecían a ciclistas. Por eso la UCI prohíbe su consumo en cualquier competición de ciclismo, objetando que puede provocar un mayor riesgo de caídas en los participantes.