Dime qué medicamentos tomas y te diré con qué alimentos debes tener cuidado

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martinez LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

De analgésicos comunes como el paracetamol, a fármacos más específicos como los antidiabéticos, las posibles interacciones con alimentos pueden influir en la eficacia del tratamiento.
De analgésicos comunes como el paracetamol, a fármacos más específicos como los antidiabéticos, las posibles interacciones con alimentos pueden influir en la eficacia del tratamiento. La Voz de la Salud

Estas comidas tienen importancia porque van a influir en el efecto terapéutico del fármaco, aumentando o disminuyendo su eficacia

08 abr 2023 . Actualizado a las 16:53 h.

Todos somos conscientes de las interacciones entre un medicamento y otro, o las que puede haber entre estos y el alcohol. Lo que quizás no conocemos tanto son las posibles interferencias entre fármacos y alimentos. Pero esto no quiere decir que no existan, ni que no sean relevantes. Según apuntan desde el Consejo General de Farmacéuticos de España, la realidad es que este último tipo de interacciones no se detectan con tanta facilidad como las anteriores. Sin embargo, puede decirse que su frecuencia es mayor, teniendo en cuenta que es costumbre tomar el tratamiento con las comidas —salvo algunas excepciones—. 

«Resultan consultas muy frecuentes en las farmacias conocer si un medicamento se debe tomar con o sin comida, pero pocas las que se hacen sobre si existe algún problema al tomarlos con algún alimento en concreto y, mucho menos, con complementos alimenticios como los omega 3 o el triptófano, cuando se debe estar muy bien informado para evitar problemas de toxicidad», confiesa Paula Briones, vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña.

Cómo influyen las interacciones de alimentos con medicamentos

«Una interacción entre un nutriente y un alimento puede definirse como la modificación de los efectos de los nutrientes por la administración anterior o simultánea de un medicamento, o viceversa», explica Carmen del Campo Arroyo, farmacéutica y nutricionista miembro del Consejo General de Farmacéuticos de España y una de las autoras de la guía Interacciones entre alimentos y medicamentos (Editorial médica panamericana, 2023). 

Para este fin, también hay que tener en cuenta otras posibles circunstancias propias del medicamento —como su margen terapéutico, formulación o vía de administración—; así como del propio paciente —es decir, edad, sexo, función hepática o renal, enfermedades concomitantes, etcétera—, que pueden agravar las posibles consecuencias de una interacción. 

«Las interacciones alimento-medicamento pueden deberse a la presencia de alimento en el tracto gastrointestinal, a efectos que producen algún componente del alimento o a efectos que se producen por un exceso o defecto de algún componente de la dieta. Los grupos con mayor riesgo de interacciones son las embarazadas, ancianos, personas de bajo peso, pacientes con insuficiencia renal, pacientes con enfermedades crónicas y anticoagulados», asegura Briones. 

Antidiabéticos orales 

Uno de los antidiabéticos orales de elección a la hora de utilizarse en el tratamiento para la diabetes tipo II es la metformina. «A pesar que el consumo conjunto de este fármaco con alimentos reduce la concentración de metformina, disminuyendo su tasa de absorción, se aconseja tomarla con las comidas para reducir sus efectos gastrointestinales», amplía Briones. 

Sin embargo, no se recomienda la toma de este fármaco con comidas copiosas o hipercalóricas. «Lo ideal para estos pacientes sería que evitasen la toma de una dieta con grasa y muy calórica, porque se reduce la absorción del medicamento e incrementa estos efectos secundarios gastrointestinales», dice del Campo.

También se debe de tener precaución con la fibra: «Aunque ayuda a reducir la glucemia posprandial —nivel de glucosa en sangre tras las comidas—, también afecta a la farmacocinética del fármaco, es decir, la concentración de este en el organismo, pudiendo alterar su actividad terapéutica», comenta Briones. «También se da un efecto sinérgico con la vitamina C y la E, así como un posible aumento de la absorción de la vitamina D», añade. 

Hipolipemiantes o estatinas

Son fármacos que se utilizan por su capacidad para reducir los niveles de colesterol cuando estos están anormalmente elevados en sangre, que es lo que se conoce como hipercolesterolemia. «Inhiben una proteína, la enzima HMG-CoA reductasa, esencial para la síntesis de este. Así, reducen la producción de colesterol endógeno a nivel de nuestro organismo», explicaba en este artículo Carlos Fernández, responsable de divulgación científica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. 

«Las interacciones de las estatinas con los alimentos están relacionadas con su metabolismo por medio del CYP450, de tal manera que cuando existe una ingesta alta de proteínas, aumenta la actividad de esta y el metabolismo de los fármaco, y al revés. Si bien, no todas las estatinas se comportan igual con la toma de los alimentos», afirma Briones. Y detalla: 

  • Simvastatina. Ve aumentado su efecto cuando los alimentos grasos son del tipo grasas saturadas omega 3: aceites vegetales, de oliva, semillas de lino y chía, pescados azules, nueces, algunos mariscos, aguacate, verduras de hoja verde como lechuga y espinacas. 
  • Lovastatina. No se deben tomar suplementos de fibra a la hora de la cena con la toma de este tipo de estatina, porque interfiere en la absorción del medicamento, disminuyéndolo, en este caso. «Aunque en el resto de las situaciones la ingesta de esta sí presenta un efecto beneficioso sobre los niveles de colesterol», añade la farmacéutica. 

Además, debe evitarse tanto el pomelo, porque va aumentar la concentración de las estatinas, «como el consumo de té verde, cacao y café porque contienen polifenoles y catequinas que interfieren en la absorción, sobre todo en el caso de la atorvastatina», remarca Briones. 

Hipouricemiantes o antigotosos

La hiperucemia es una enfermedad caracterizada por el aumento de ácido úrico en sangre. En general, se recomienda tomar estos fármacos con alimentos para minimizar los efectos gastrointestinales.

«La alimentación constituye una interacción por sí sola, ya que el consumo de verduras ricas en purinas —como los espárragos, acelgas, espinacas, setas, coliflor y champiñones—, las carnes rojas y los pescados, aumentan el riesgo de padecer gota y por tanto, disminuyen el efecto de los tratamientos», confirma Briones. 

Levotiroxina 

La levotiroxina sódica es el tratamiento indicado para el hipotiroidismo, de tal manera que su administración permite alcanzar niveles de hormonas que la glándula tiroides no es capaz de producir. «Se debe tomar en ayunas, como mínimo media hora antes de la primera comida del día», adelanta del Campo. 

En cuanto a sus posibles interacciones con medicamentos, «hay que evitar alimentos ricos en fibra, soja y sus derivados, café y zumos de frutas, entre otros», apuntan desde el Consejo General de Farmacéuticos. 

  • Fibra. «Se recomienda separar la ingesta de fibra y fármaco al menos una hora», confirma Briones. 
  • Soja. Aumenta los niveles de TSH, por lo que debe evitarse. 
  • Café. Puede disminuir la eficacia de la levotiroxina, «ya que podría secuestrarla y alterar la absorción de este fármaco. Se recomienda separar la toma una hora», comenta. 
  • Zumos de frutas y té de menta. «Las sustancias activas de los zumos de frutas, en especial, naranja, manzana y pomelo, pueden bloquear los transportadores encargados de llevar la T4 al torrente sanguíneo», añade Briones. 
  • Papaya. «Aumenta los niveles de TSH por su contenido en papaína, que interviene en la digestión de proteínas y reduce el ácido gástrico, aumenta su pH y reduce la absorción de la levotiroxina». 

Antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) 

Los inhibidores de la monoaminoxidasa fueron el primer tipo de antidepresivo desarrollado. Aunque son eficaces, lo cierto es que a día de hoy muchos han sido reemplazados por otros que son más seguros y causan menos efectos secundarios. 

Su consumo requiere de restricciones en la dieta porque pueden causar presión arterial alta cuando se consumen con ciertos alimentos. «Uno de los efectos más destacados es a nivel cardiovascular, en concreto, crisis hipertensivas en pacientes a tratamiento con estos antidepresivos e ingesta de alimentos ricos en tiramina, presentes en alimentos de naturaleza proteica, según procesamiento y conservación», señala Briones. 

Alimentos ricos en tiramina que se deben evitar con antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO):

  • Quesos curados
  • Bebidas fermentadas (como la cerveza, el vino o el tequila). 
  • Tofu
  • Chocolate 
  • Soja
  • Carnes y pescados en escabeche

Otro tipo de antidepresivos

En general, los antidepresivos se pueden tomar con alimentos o sin ellos. Entre las recomendaciones dietéticas de Briones, se encuentran: 

  • Fibra. Existen principios activos que se ven alterados si se consume al mismo tiempo que esta, ya que reduce su absorción y efecto. Se aconseja tener cuidado a la hora de administrar suplementos que la contienen. 
  • Alimentos con histamina, «como fermentados de alcohol, pescados ahumados, embutidos, jamones, carne de cerdo, enlatados, chucrut, salsa de soja y pepinillos en vinagre. Se debe evitar su ingesta con tratamientos con amitriptilina».  
  • Zumo de pomelo y arándanos. Suprimirlo de la dieta si estamos a tratamiento con clomipramina, ya que puede elevarse su concentración. 
  • Alimentos ricos en triptófano como lácteos, huevos, plátanos, frutos secos, cereales y semillas como de calabaza, se deben eliminar en pacientes tratados con ISRS —inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina—. 
  • Grasas. Pueden aumentar los niveles de venlafaxina y desvenlafaxina en el organismo. 
  • Alcohol. Se debe evitar porque producen efecto depresor sobre el sistema nervioso central. 

Antihipertensivos

Se define como hipertensión la elevación de los niveles de la presión arterial de forma continua o sostenida. «Es uno de los principales riesgos de enfermedad cardiovascular, la primera causa de muerte en España», comenta Briones. 

Alimentos a evitar si se toman antihipertensivos: 

  • Aquellos que lleven sal añadida como procesados o embutidos. 
  • Regaliz
  • Zumo de pomelo. 
  • Alimentos ricos en potasio. 

«Todos estos alimentos deben consumirse de forma separada de los antihipertensivos. como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), por ejemplo», afirma del Campo. 

Anticoagulantes y antiplaquetarios

Los anticoagulantes, como la heparina o la warfarina, actúan haciendo más lento el proceso de formación de coágulos del cuerpo. Por otro lado, los antiplaquetarios, como la aspirina, evitan que las células sanguíneas —las plaquetas— se agrupen para formar un coágulo. 

«En este caso, se puede reducir el efecto de estos cuando existen dietas ricas en vitamina K. Los farmacéuticos tenemos en nuestro día a día muchas consultas de pacientes que toman anticoagulantes y que piensan que no pueden tomar verdura. Eso no es así. Simplemente, hay que limitar, porque las hay que son más ricas en esta, que se deben de tomar menos, y otras que se pueden consumir sin ningún problema porque tienen un contenido moderado o bajo», apunta del Campo.

Entre los alimentos ricos en vitamina K nos encontramos con las acelgas, berros, brécol, col, espinacas, ciruelas, pasas, higos, té verde, mayonesa, mostaza y lechuga. 

Briones también recomienda evitar, en la medida de lo posible: 

  • Arándanos
  • Ajo. «Inhibe la agregación plaquetaria, activa los trombocitos y pueden elevar el riesgo de hemorragia». 
  • Jengibre. 
  • Fibra en grandes cantidades. 

«También aparece una interacción con los anticoagulantes con las dietas ricas en omega 3. Consideramos a este último como una panacea nutricional, y no es así. Hay que tener cuidado con qué medicación se toma porque sí que puede haber un efecto sobre los medicamentos. Ya sea en positivo o en negativo, porque las interacciones pueden tener esa doble vertiente», apunta del Campo. 

Antiinflamatorios y analgésicos 

Estos fármacos sí que son más conocidos y ampliamente utilizados. «Las interacciones con este grupo de fármacos son más frecuentes en niños ancianos, enfermos crónicos o pacientes con problemas de desnutrición», adelanta la vocal del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña. 

paracetamol

«La toma con alimentos retrasa su absorción, su efecto, sobre todo si la comida es rica en carbohidratos. Así, cuando se necesite una analgesia rápida se deberá hacer sin comida y, si no es posible, con ella, pero que esta sea baja en carbohidratos», recomienda Briones. 

Las fibras, pectinas, de las peras, manzanas, uvas, piña, cítricos o frutos rojos retrasan su absorción. «No es que no vaya a tener eficacia, sino que va a enlentecer el efecto terapéutico. Entonces, si tú quieres un efecto rápido del paracetamol, lo debes tomar en ayunas. En cambio, si lo tomas con otros alimentos, el efecto será un poco más tardío. Especialmente si es, por ejemplo, con frutas tan comunes como la pera o la manzana», amplia del Campo. 

ÁCIDO ACETILSALICÍLICO

Debe tomarse con alimentos debido a su poder ulcerogénico. «Los ácidos grasos omega 3 pueden aumentar sus efectos antiagregantes; una dieta rica en productos animales y cereales aumentan su absorción y efecto; mientras que la cafeína aumenta su absorción y biodisponibilidad, podemos recurrir a ella para acelerar su efecto», aconseja Briones. 

Cinthya Martínez Lorenzo
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De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.