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La toxina botulínica, mal llamada bótox ya que esta es una marca comercial, es uno de los tratamientos estéticos estrella en las clínicas. España aprobó su uso en el 2004 y desde entonces los pacientes que la reclaman se han ido incrementando. Su objetivo principal es eliminar o atenuar las arrugas de expresión, fundamentalmente las que surgen en el tercio superior de la cara a causa de movimientos repetitivos que la persona hace una y otra vez en el tiempo.

Así, «esta sustancia bloquea la contracción de los músculos, paraliza su movimiento y al relajarse, las arrugas se reducen», explica la doctora María Pombo, experta de la Clínica Niuno Wellness Life. La profesional del centro coruñés señala que este efecto se mantiene «entre cuatro y seis meses», después los músculos recuperan su movimiento y la piel, las arrugas. 

Un rostro inexpresivo queda lejos de la realidad. La doctora Pombo reconoce que, si bien ocurre cada vez menos, «todavía sigue llegando gente a consulta con ese miedo». Un temor alimentado por las caras famosas «excesivamente tratadas no solo con este producto». El resultado no es antinatural, ni imposibilita que el paciente gesticule: «Se puede tratar con más o menos cantidad en función de los gustos de la persona, de si quiere conservar más o menos movilidad», indica. 

¿Dónde se suele inyectar?

La diferencia principal entre esta sustancia y el ácido hialurónico es el resultado que cada individuo persigue. «Mientras que el ácido hialurónico rellena, la toxina botulínica solo trata las arrugas provocadas por la contracción repetida de los músculos faciales», indica la doctora Pombo. Así, lo más común es que se inyecte en el tercio superior de la cara: «En las famosas “patas de gallo” o arrugas perioculares, las de la frente y las del entrecejo. También se puede utilizar en la sonrisa gingival, aunque es menos frecuente; o en el código de barras, pese a que para este último existan mejores opciones», aclara María Pombo. Por su parte, la zona con mayor reclamo son las arrugas del entrecejo, «ya que es un rasgo que molesta mucho a los pacientes por dar un aspecto de enfado permanente», detalla la profesional de la Clínica Niuno Wellness Life. 

¿Qué se consigue con la toxina botulínica?

Los efectos de la toxina botulínica van mucho más allá de reducir la arruga. De hecho, uno de los más aplaudidos es la capacidad que tiene de abrir la mirada: «La contracción del músculo orbicular con los años no solo provoca la formación de las patas de gallo, sino que baja mucho la cola de la ceja, dando un aspecto de tristeza y cansancio. Al aplicar la toxina botulínica, la cola de la ceja se eleva, dando un aspecto mucho más rejuvenecido», detalla la experta. 

Por su parte, en la frente, «consigue cerrar el poro y aportar luz y brillo a la piel», y al aplicarla en la zona del entrecejo. También sirve para tratar la punta de nasal caída, «al relajar el músculo depresor de la punta», o disminuir el exceso de sudor en las axilas, condición que se conoce como hiperhidrosis. 

La doctora María Pombo en la clínica Niuno Wellness Life, situada en la calle Marcial del Adalid, 1 (A Coruña).
La doctora María Pombo en la clínica Niuno Wellness Life, situada en la calle Marcial del Adalid, 1 (A Coruña).

¿Cuánto tarda en hacer efecto?

Los resultados aparecen de manera progresiva. Al cabo de dos o tres días el paciente comienza a percibir ligeramente el efecto, pero tendrá que esperar hasta doce o quince para ver el estado final. «Cuando sales de la clínica es como si no te hubieras hecho nada, porque hay que esperar a que la toxina haga su efecto. Hay gente que lo nota antes y otra, después», indica la doctora. Precisamente, por esa razón, se suele citar al paciente en un plazo de dos semanas por si hiciese falta hacer algún retoque. 

¿Cuánto tarda en desaparecer?

Quién lo prueba, se queda encantado. «Hay personas que vienen muy informadas y seguras de lo que hacen. Otras vienen con más miedo. Pero lo habitual es que todo el mundo quiera repetir», precisa la profesional. Reconoce que, la única parte negativa es que el resultado se va con el paso del tiempo: «Hay que repetirlo un par de veces al año para mantener el efecto», indica. ¿Un buen momento? Cuando mejor se le adapte a cada uno, aunque hay muchos pacientes que escogen los meses antes del verano «porque es cuando más fruncimos a causa del Sol», señala. 

No existe una edad ideal, sino que depende de cada paciente. Las velas en los cumpleaños no marcan cuándo iniciarse en este tipo de tratamientos. Para la doctora Pombo lo más importante es prevenir: «Debemos empezar antes de que las arrugas ya estén marcadas en la piel, de que se perciban en reposo, porque la toxina bloquea el movimiento muscular. Cuanto más profundas sean, más difícil es hacerlas desaparecer por completo», indica la doctora. De ahí que dependa del caso de cada persona, sin importar si tiene 35 o 45 años. 

¿Cómo se trabaja la naturalidad?

Uno de los miedos más habituales es que el resultado sea demasiado artificial. Lejos de que sea así, la mayoría de los pacientes y de los profesionales buscan resultados lo más naturales posible. «Se trata de realzar o potenciar la belleza de cada uno. El objetivo es un rostro equilibrado y armónico», precisa la doctora Pombo, que añade: «Las características que cumplen con ello han sido estudiadas por los expertos. Lo que se intenta conseguir son esas proporciones que la mayor parte de la población percibe como rostros “bellas”, aunque siempre se respetan los rasgos y gustos de cada paciente».

La doctora María Pombo en la clínica Niuno Wellness Life, situada en la calle Marcial del Adalid, 1 (A Coruña).
La doctora María Pombo en la clínica Niuno Wellness Life, situada en la calle Marcial del Adalid, 1 (A Coruña).

Producto seguro y sin apenas contraindicaciones

El producto tiene un alto nivel de seguridad, con muy pocos efectos secundarios y leves en su mayoría. «Además, apenas tiene contraindicaciones, como el embarazo, la lactancia, pacientes alérgicos o con enfermedades neuromusculares», aclara la experta. 

¿Qué tener en cuenta antes y después?

Es imprescindible que el tratamiento se realice en un centro sanitario autorizado por Sanidad. La persona no tardará más de media hora y «se hace, por lo general, sin anestesia ya que apenas ocasiona dolor». Tras el tratamiento, existen varios consejos a tener en cuenta: «Se puede hacer una vida prácticamente normal, pero aconsejamos evitar esfuerzos intensos las primeras 48 horas. También se puede recomendar intentar dormir boca arriba los primeros días, aunque en mi experiencia esto es difícil de controlar y no está demostrado que sea necesario», concluye la experta de la clínica Niuno Wellness Life. 

Lucía Cancela
Lucía Cancela
Lucía Cancela

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.