Las dos pruebas más eficaces para prevenir el cáncer colorrectal

Los más de 40.000 nuevos casos y los 15.000 fallecimientos que se producen cada año como consecuencia del adenocarcinoma de colon y recto lo convierten en el tipo de cáncer más frecuente en España. Pero, ¿es posible prevenirlo?

La alternancia del ritmo intestinal, el dolor abdominal, la anemia y la emisión de sangre por el ano son algunos de los síntomas que pueden alertar sobre esta enfermedad. No obstante, cuando aparecen, ya suele estar muy avanzada.

Para aumentar la esperanza de vida de los pacientes es preciso tomar la delantera. Y las pruebas de detección han demostrado su eficacia para encontrar y extirpar los pólipos adenomatosos, el precursor benigno de este tipo de cáncer.

El doctor David Carral, especialista en el Aparato Digestivo del Hospital San Rafael de A Coruña, despeja algunas de las incógnitas más habituales acerca de la prevención de esta patología.

—Doctor, ¿cuáles son los factores de riesgo a los que hay que prestar atención?

—Los factores que aumentan el riesgo son el sobrepeso y el exceso de grasa abdominal, la ingesta habitual de carnes rojas y procesadas y el tabaco. Otros son protectores, como el ejercicio físico habitual y la dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales.

También se han identificado grupos con mayor riesgo, como los mayores de 50 años, personas con antecedentes familiares directos, pacientes con enfermedades crónicas inflamatorias del colon y familias con síndromes hereditarios con predisposición al cáncer.

—Doctor, ¿qué papel desempeña la detección precoz a la hora de aumentar la esperanza de vida?

—Lo que más ayuda a evitar la muerte por cáncer colorrectal es la realización de estudios de cribado para el diagnóstico precoz. Buscar el diagnóstico antes de que se manifiesten los síntomas permite poder tratar y curar, de forma menos agresiva, las lesiones precursoras del cáncer, o incluso cánceres en estadios iniciales, disminuyendo así la mortalidad. Si se diagnostica de forma precoz, se puede curar en más del 90 % de los casos.

—Doctor, ¿qué pruebas se llevan a cabo para detectar esta enfermedad?

—El test de sangre oculta en heces permite separar a los individuos con mayor probabilidad de tener una lesión benigna precursora o un cáncer inicial. Es muy sencillo, solo tenemos que recoger una pequeña muestra de heces para su análisis. Si es positivo, se debe programar una colonoscopia.

Para realizar una colonoscopia de calidad es fundamental que el intestino grueso esté limpio. Esto requiere seguir una dieta pobre en fibra los dos días previos y, unas horas antes, tomar una solución laxante para vaciarlo de restos. El día de la exploración se administran sedantes intravenosos para evitar el dolor de la exploración, que dura unos 20 minutos. La rápida eliminación de estos sedantes permite que el paciente se vaya a su casa a los 30 minutos.

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