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CONSULTORIO

Los especialistas utilizan la resonancia cardíaca de estrés, una técnica rápida y con pocas contraindicaciones, para encontrar las zonas donde se reduce el flujo de sangre

En la consulta, los profesionales tratan de diagnosticar si existe enfermedad coronaria cuando un paciente acude por dolor torácico u otros síntomas que le hagan sospechar que puede existir una obstrucción importante en las arterias que irrigan el músculo cardíaco. Y la resonancia cardíaca de estrés se erige como un método diagnóstico muy preciso en esta búsqueda. Con la resonancia podemos detectar si al miocardio no le llega suficiente sangre al someterlo a un estrés de forma precoz, antes incluso de que el paciente experimente síntomas.

María Cristina Vázquez, especialista en Cardiología del Hospital San Rafael, aclara las dudas más frecuentes sobre esta técnica, que gracias a los protocolos rápidos puede completarse en menos de 20 minutos.

—Doctora, ¿en qué consiste la resonancia cardíaca de estrés?

—En la resonancia de estrés administramos un fármaco que hace que el corazón requiera más demanda, como cuando se realiza un esfuerzo. Al administrar contraste (gadolinio), si no hay lesiones en las arterias coronarias, este le llegaría a todo el músculo cardíaco. Pero si hay alguna lesión, a la zona que es irrigada por esa arteria no le llegaría el contraste, y la veríamos más negra en la imagen.

Aunque la indicación de la resonancia magnética cardíaca de estrés es detectar o excluir la presencia de enfermedad isquémica cardíaca, esta técnica nos da información sobre anatomía, función, y si ya existe una cicatriz cardíaca previa, de forma segura, sin radiación ionizante.

María Cristina Vázquez, especialista en Cardiología del Hospital San Rafael

María Cristina Vázquez, especialista en Cardiología del Hospital San Rafael

—Doctora, ¿qué ventajas presenta con respecto a otras pruebas?

—Nos guía a los cardiólogos en el manejo terapéutico, ahorrando angiografías o revascularizaciones innecesarias dado que indica si existe o no hipoperfusión del miocardio, que porcentaje está en riesgo y que arteria sería la responsable. Incluso en pacientes donde no observamos lesiones en las arterias principales, podemos ver zonas mal perfundidas porque existan en arterias más pequeñas (microcirculación) y por tanto tengamos que manejarlos como tal.

Existen otras pruebas diagnósticas que se basan en el mismo principio, como la ergometría o pruebas de esfuerzo, pero tiene limitaciones: pacientes con dificultad para la deambulación, o aquellos con alteraciones en el electrocardiograma basal. El ecocardiograma de esfuerzo o de estrés con fármacos es una alternativa, pero no siempre podemos obtener imágenes de calidad suficiente. La resonancia magnética solventa estos problemas y, además, detecta en un paso anterior si el músculo sufre o no.

—Doctora, ¿qué debo saber antes de someterme a esta resonancia?

—Se trata de una técnica segura, con muy pocas contraindicaciones (enfermedad renal crónica severa, anafilaxis a gadolinio y asma). La única precaución es evitar la cafeína y otras sustancias que interfieran sobre el fármaco las 24 horas antes de la prueba. Durante la administración del fármaco, el paciente presentará aumento de la frecuencia cardíaca, ligeras molestias torácicas o de cabeza y, ocasionalmente, sensación de falta de aire, pero son síntomas de unos minutos de duración que siempre revertimos con su antídoto.

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