Alertan de un hongo muy transmisible presente en varios hospitales españoles

La Voz de la Salud

ENFERMEDADES

Imagen de archivo del laboratorio de Microbiología del HULA.
Imagen de archivo del laboratorio de Microbiología del HULA. ALBERTO LÓPEZ

La Sociedad Madrileña de Microbiología Clínica comunicó la detección del patógeno «Candida Parapsilosis», asociado a brotes y a un difícil tratamiento

19 dic 2023 . Actualizado a las 17:39 h.

La Sociedad Madrileña de Microbiología Clínica (SMMC), que trabaja en 25 hospitales de la Comunidad de Madrid, ha comunicado la detección, en siete de ellos, del hongo Candida Parapsilosis resistente a fluconazol, un patógeno emergente asociado a un tratamiento más difícil y a la aparición de brotes. 

Patricia Muñoz García, presidenta de la SMMC, señaló que «lo que caracteriza a esta cepa, además de por la resistencia, es su gran transmisibilidad». Es más, los primeros casos de este tipo de hongo se registraron en el Hospital Son Espases, de Palma de Mallorca, y posteriormente en Barcelona, antes de llegar a Madrid. 

Qué es este hongo

El Candida Parapsilosis es un tipo de hongo que suele causar candidiasis, una infección que puede manifestarse de forma superficial, en la piel o uñas; en las mucosas o en el tubo digestivo. Aunque la mayoría de casos no conllevan riesgos, se han reportado historias de infecciones sistémicas, como endocarditis, peritonitis, endoftalmitis y trastornos articulares, que generalmente estuvieron relacionados con procedimientos invasivos o dispositivos protésicos. 

En comparación a otros tipos de Candida, este está muy presente en la naturaleza, y no solo se ha identificado en personas, sino también en animales domésticos, en insectos, en el suelo o en ambientes marinos. Se ha visto que, con más frecuencia, afecta a la piel. Es más, es uno de los hongos que más se detecta en las manos de personas sanas y trabajadores en el ámbito de la salud. 

¿Quiénes tienen más riesgo?

Se considera población de riesgo a los pacientes con trastornos degenerativos, crónicos, como la diabetes o la obesidad, con inmunodepresión; también a personas con largas estancias hospitalarias, que han pasado por una cirugía o que utilizan dispositivos de asistencia médica. Es más, cuando surge en un contexto hospitalario, su aparición se debe al uso de implantes médicos, como catéteres y otras vías de administración por inyección. 

¿Cómo se transmite?

Por norma general, la transmisión suele estar motivada por una bajada de defensas de la persona. Por ejemplo, tras el consumo de antibióticos. En esta situación, el hongo goza de una mayor libertad de reproducción e infección a la hora de provocar la candidiasis. Por ello, tanto recién nacidos, como personas de edad avanzada, o enfermos de patologías crónicas e inmunosupresoras, tienen más probabilidades de padecer esta infección.

¿Se conoce su origen?

Por el momento, no. Muñoz señaló que se desconoce el origen de esta cepa y que son mutaciones independientes. Es decir, que los casos de Mallorca, Barcelona o Madrid no han derivado uno de otro, «ni son pacientes que han recibido el tratamiento antifúngico previamente y desarrollan resistencia», precisó la jefa de Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

Con todo, en la última década, se ha registrado un aumento de su incidencia, con cifras especialmente llamativas en pacientes pediátricos y hematológicos. Un hecho que puede explicarse, en parte, por su capacidad selectiva de crecimiento, y en parte, por su alta afinidad por colonizar dispositivos médicos, catéteres intravasculares y materiales de prótesis. 

¿Cuál es el tratamiento?

La detección precoz de cada paciente resulta primordial, pues así se puede evitar su diseminación. «Una vez que entra en el hospital, es difícil librarse de ella», alertó la especialista. Es más, si bien uno de los siete centros madrileños logró mejorar la situación, «en el resto están aumentando muchísimo la incidencia y ya se está transmitiendo a Burgos o a Ávila», detalla. 

Una vez que la persona está infectada, el tratamiento debe ser intravenoso. En estos momentos, se están desarrollando estudios clínicos que determinen su virulencia, aunque lo que ya está demostrado es su persistencia, pues «el paciente transmite y queda colonizado mucho tiempo», asegura la microbióloga.

Que sea resistente al fluconazol no es una buena noticia. Se trata de una toxina empleada en el tratamiento y en la prevención de infecciones fúngicas superficiales y sistémicas, indicada para cuando otros antihongos fallaron o no fueron tolerados por el paciente.