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El doctor Ignacio Lojo es jefe del servicio de angiología, cirugía vascular y endovascular del Hospital Quirónsalud A Coruña desde el 2002, y cirujano vascular en el Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, en Pontevedra. La especialidad en la que trabaja incluye el diagnóstico y tratamiento fundamentalmente de la enfermedad arterial y venosa, y es referencia en diferentes tratamientos en el ámbito de su especialidad. 

Por esta labor, el doctor Lojo ha sido elegido por la plataforma TopDoctors como uno de los 50 mejores médicos de la sanidad privada española en el 2023. Un reconocimiento otorgado por la votación de más de 5.000 profesionales médicos y teniendo en consideración las valoraciones de los pacientes. 

—Enhorabuena por este reconocimiento. ¿Qué significa para usted recibirlo en este momento de su carrera?

—Muchas gracias. Lo bueno de este premio es que, a diferencia de otros, se basa en opiniones de los propios cirujanos vasculares y también de los pacientes que tratamos. En el caso de mi especialidad, la angiología y cirugía vascular,  solamente hubo uno elegido, lo que habla de un consenso muy alto y es un motivo de satisfacción.

—¿Cuáles son las intervenciones que realiza más frecuentemente en su especialidad?

La angiología y cirugía vascular abarcan el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad arterial, venosa y linfática. La arterial, por su gravedad es la más conocida, aunque hay varios tipos, la más frecuente es la arterosclerosis. Esta se localiza en las arterias y se produce cuando estas se estrechan y ocluyen provocando una falta de aporte sanguíneo a los tejidos. Puede afectar en distintas áreas como la cerebral, la renal o  el aparato intestinal. Las lesiones pueden localizarse en los miembros superiores, pero sobre todo en los inferiores, con los problemas de falta de aporte sanguíneo que pueden hacer peligrar la extremidad. La forma de tratar esta enfermedad incluye en un primer momento el tratamiento médico, con medidas de prevención y el control de los  factores de riesgo. Pero si la enfermedad evoluciona y los síntomas son más graves, la tratamos con terapias más invasivas que incluyen por un lado la cirugía endovascular, es decir, tratamientos basados en técnicas con catéter y por otro lado, con técnicas quirúrgicas más convencionales, como el bypass.

—¿Qué otras enfermedades atiende frecuentemente?

Otra enfermedad arterial que tratamos son los aneurismas. En estos casos, en vez de ocluirse una arteria, esta se dilata, habiendo un riesgo de ruptura. La abordamos en función de las características del aneurisma y del tipo de paciente, también con técnicas endovasculares menos invasivas o con cirugía arterial clásica. En cuanto a la  enfermedad vascular, la más frecuente es la venosa, fundamentalmente relacionada con las insuficiencias del sistema venoso superficial y dentro de ellas la más conocida son las varices. Esta la tratamos con terapia médica, métodos compresivos y en los casos con mayores síntomas en el que el objetivo es eliminarlas, con técnicas quirúrgicas poco agresivas para el paciente.

—¿Cómo han cambiado las técnicas de tratamiento en los últimos años?

El desarrollo fundamental del tratamiento quirúrgico ha sido la cirugía endovascular. Estas técnicas se hacen por punción, sin hacer grandes incisiones. Al ser procedimientos menos agresivos, los pacientes tienen una mayor rapidez en la recuperación, no solo en el alta hospitalaria, sino en la vuelta  a la vida normal. En las técnicas endovasculares utilizamos fundamentalmente la angioplastia (procedimiento para abrir vasos sanguíneos estrechos o bloqueados), y los diferentes tipos de stent, que es un pequeño tubo de malla de metal que se expande dentro de una arteria, de los que disponemos para tratar la enfermedad oclusiva o los aneurismas.

—¿Cuáles son los factores de riesgo para la enfermedad vascular?

En la enfermedad arterial, como la arteriosclerosis,  los factores fundamentalmente son el colesterol elevado, el tabaco, la hipertensión, la diabetes, el sobrepeso y el sedentarismo. En cuanto a los aneurismas, además de los anteriores, hay un factor genético hereditario que hay que tener en cuenta. En la enfermedad venosa, todos los problemas que tenemos se deben a tres motivos. El primero es la bipedestación, es decir, estar de pie. Si caminásemos a cuatro patas, tendríamos menos problemas venosos. En segundo lugar la genética, si hay tendencia familiar de varices, es muy probable que las tengamos. Y por último otros factores que predisponen son la edad, el sobrepeso, la falta de actividad física, el estar mucho tiempo de pie o sentado, el embarazo en la mujer, y cierto tipo de hábitos alimenticios.

—¿Qué podemos hacer para prevenir el riesgo vascular?

En cuanto a la enfermedad arterial debemos  evitar los diferentes factores de riesgo cardiovascular que comentamos anteriormente, colesterol, tabaco, hipertensión,.... En cuanto a la  venosa, la realización de una actividad física diaria, la mejor es caminar, una alimentación adecuada y si tenemos una actividad laboral sedentaria, intentar compensar esa inactividad en nuestro tiempo libre y sobre todo evitar el sobrepeso. También puede ayudar usar unas medias de compresión en ciertas situaciones como durante el embarazo, situaciones de estar de pie de forma prolongada o estar largo tiempo sentado, también si aparecen edemas en las piernas.

—¿A partir de qué edad tendríamos que empezar a prestar más atención a la salud vascular?

—- En general, siempre tenemos que tener una mentalidad preventiva, para prevenir tanto la enfermedad  arterial como la venosa,  son enfermedades que se pueden prevenir desde la segunda o tercera década de la vida. En la enfermedad  arterial, lo ideal sería la corrección de los factores de riesgo desde la mediana edad. Este tipo de patologías suelen aparecer a partir de los cuarenta años. Y en relación con la venosa, como, obviamente, no podemos evitar el factor genético, hay que intentar mantener siempre una vida físicamente activa, una alimentación saludable y evitar el sobrepeso. La patología venosa suele aparecer  en edades más tempranas que la arterial.

—¿Qué señales indican que podemos tener estas enfermedades?

—En cuanto a la enfermedad arterial depende de la arteria que esté afectada. Por poner algún ejemplo más frecuente, cuando la arteriosclerosis se localiza en las extremidades inferiores el síntoma es la claudicación intermitente, es decir, la aparición de dolor en la pantorrilla o en el muslo al andar y  de forma recurrente, diaria. La enfermedad estará en un estadio más avanzado cuando la distancia a la que se presenta el dolor es más corta. En el caso de la enfermedad vascular a nivel cerebral puede producir, en función de su gravedad, isquemias (disminución del aporte sanguíneo)  transitorias con una pérdida sensitiva o motora en un espacio corto de tiempo y que llega a recuperarse de forma  completa o isquemias cerebrales graves con una afectación sensitiva y motora importante, con secuelas que pueden ser definitivas. 

—¿Qué síntomas hay cuando la enfermedad se localiza en otros órganos?

—Cuando afecta al riñón puede haber hipertensión arterial o deterioro general por inicio de una insuficiencia renal crónica. Si son las arterias digestivas las afectadas, puede haber dolor continuo y difuso después de las comidas, lo que conocemos como angor intestinal.

—¿Qué consejos puede dar a los pacientes en cuanto al cuidado de la salud vascular?

—La mejor prevención es tener hábitos saludables, tanto a nivel nutricional como de actividad física y esto sirve tanto para la enfermedad  arterial como la venosa. Hay que controlar la tensión arterial, el colesterol, evitar el consumo de azúcares, la dieta debe ser basada en frutas, verduras, hortalizas, pescados y carnes blancas, que son más saludables, controlando el consumo de carnes rojas en exceso, solo de forma puntual. También hay que evitar el tabaco y el sobrepeso. Son los consejos de siempre, pero puestos en práctica son los más efectivos para prevenir la enfermedad vascular .

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.