«¿Sigo siendo contagioso?»: así son las principales infecciones de nuestro entorno
ENFERMEDADES
Analizamos virus respiratorios como los que causan la gripe o el resfriado común, al igual que aquellos que se suelen transmitir a través del contacto con superficies o alimentos infectados, como la familia de los norovirus
21 ene 2024 . Actualizado a las 17:21 h.Uno de los grandes debates que han existido en la historia de la medicina ha tenido como protagonista a los virus. ¿Son o no un ser vivo? Si tenemos en cuenta la definición clásica, para llegar a serlo tienen que poder relacionarse con el medio, nutrirse y reproducirse. Pero un virus no puede replicarse solo. De infectar células (entre ellas, las del ser humano), para usar sus componentes y fabricar copias de sí mismos. A veces, en ese proceso, incluso acaba matando a la célula. Y aunque existen tantos virus como estrellas en el universo, podemos delimitar bastante bien cuáles son los que más nos infectan a los humanos. ¿Cuál es el mecanismo de contagio de cada uno? ¿Durante cuánto tiempo somos «un peligro»? ¿Cuáles son los síntomas que provoca su infección?
200 virus diferentes: el resfriado común
«El resfriado común puede ser causado por muchos tipos de virus diferentes como los rinovirus, los de la parainfluenza o los coronavirus estacionales», indica el doctor Rodrigo Abad, miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Existen más de doscientos.
Cómo se contagia
Se contagia de una persona a otra por contacto directo, con las gotitas de la tos o estornudos, así como a través de las manos. Aquellas personas que fuman, padecen malnutrición, estrés, rinitis alérgica o están en contacto con niños pequeños tienen mayor riesgo de contagiarse.
El riesgo de infección se centra en los dos o tres primeros días del resfriado, pero la mayoría de los casos deja de ser contagioso después de la primera semana.
Cuáles son los síntomas de la infección
«Algo peculiar es que el comienzo de los síntomas de la gripe es repentino, mientras que los del resfriado aparecen de forma gradual», añade Abad. «La mucosidad del resfriado suele ser acuosa y blanca. También puede haber un poco de fiebre alta, dolor de cabeza o malestar», indica el doctor Luis Buzón, portavoz de Sociedad Española de Enfermedad Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc)
El consejo del experto:
«El mensaje fundamental con los resfriados es que no deben tratarse, bajo ningún concepto, con antibióticos. No es una enfermedad bacteriana, es viral, y por lo tanto, no necesita de este tipo de fármacos. El único tratamiento es paciencia y tiempo. En caso de querer aliviar los síntomas, el paracetamol es la mejor opción para tratar el malestar o cualquier dolor que se pueda tener», explica Buzón.
El virus de la influenza y la gripe
Los reyes de la baraja. «Llamamos gripe a la enfermedad causada por los virus del género influenza», indica el portavoz de la Seimc. Lo más común es que esta sea causada por el virus de la influenza tipo A o B, que va variando dependiendo de las epidemias virales de cada año.
cómo se contagia
«Se transmite, sobre todo, por vías respiratorias», confirma Buzón. A través de las gotas de saliva que expulsamos al hablar, toser o estornudar. «Una persona infectada tose o habla alto al lado de una persona que no lo está y los microaerosoles que se generan vehiculizan las partículas virales».
Una persona es contagiosa desde el día previo a la aparición de los síntomas y hasta cinco a siete días después. Aunque en el caso de los niños pequeños y las personas con un sistema inmunológico más debilitado, pueden serlo durante un período de tiempo más prolongado.
Cuáles son los síntomas de la infección
«Los síntomas habituales de la gripe los sabemos todos: instauración brusca de fiebre, tos y lo que conocemos como mialgias o dolores musculares. Suele acompañarse de malestar general, a veces dolor de garganta, cabeza y congestión nasal», explica el doctor. En niños se pueden dar otros como dolores de oído, náuseas, vómitos o diarreas.
El consejo del experto:
Buzón considera que lo fundamental es identificar a la población de riesgo. «No es lo mismo una persona que tenga treinta años y esté sana, a este colectivo donde la gripe se puede complicar», indica. Pone como ejemplo aquellas que padezcan enfermedades respiratorias, patología de riñón, enfermedades metabólicas o personas con obesidad. «Todas estas deberían de estar vacunadas. Y además, lo estén o no, si se infectan, deberían intentar tomar tratamiento específico en los primeros dos o tres días».
SARS-CoV-2: la enfermedad por covid-19
Parece que ha pasado a un segundo plano, pero el SARS-CoV-2 sigue entre nosotros. «A día de hoy el covid ha cambiado mucho con respecto a marzo de 2020, cuando un porcentaje significativo de pacientes acababa en hospitalización. Tanto por la evolución del virus, como por el hecho de que la mayoría de la población está inmunizada o expuesta al virus», avanza Buzón.
cómo se contagia
Al tratarse de otro virus respiratorio, la vía de contagio es igual que los anteriores. «Se podría decir que el período de incubación está en torno a los cuatro días después de haberse infectado una persona», confirma el doctor. Aunque no está del todo claro, parece que el covid-19 se contagia durante más tiempo y se puede propagar más rápidamente que la gripe.
cuáles son los síntomas de la infección
«La clínica es bastante inespecífica, no es fácil identificar covid-19 solo por los síntomas, y más ahora que tenemos otros muchos virus circulando. Suele dar fiebre, dolores musculares y fatiga, dolor de cabeza y clínica respiratoria. Es un cuadro gripal», indica Buzón.
Añade que lo fundamental es identificar los grupos de riesgo que tienen una mayor probabilidad de experimentar una infección grave. «El principal factor de riesgo para el covid-19 grave es la edad. Cuantos más años, más riesgo. Por eso, toda la población por encima de los 65 años debería estar vacunada. Además, gripe y covid también comparten más o menos los grupos de riesgo: personas con comorbilidades crónicas, EPOC, enfermedad cardiaca, hepática, renal, grandes inmunodeprimidos y trasplantados», amplía.
El consejo del experto:
Buzón subraya que, en el caso de que alguno de los grupos mencionados anteriormente se infectara, «independientemente de si está vacunado o no, esa persona debe recibir en los primeros cinco días tratamiento específico. Un medicamento antiviral cuyo nombre comercial es Paxlovid».
Virus respiratorio sincitial (VRS)
A la hora de hablar del virus respiratorio sincitial (VRS) habría que diferenciar dos grupos: población pediátrica y adultos. «En los niños pequeños por debajo de un año, esta infección es la primera causa de bronquiolitis y produce grandes epidemias que colapsan las ucis pediátricas todos los inviernos», indica Buzón.
cómo se contagia
Igual que todos los anteriores, también se transmite a través del aire o por contacto directo. En general, las personas infectadas son contagiosas durante tres a ocho días. Sin embargo, los bebés y las personas con sistemas inmunitarios debilitados pueden continuar propagando el virus durante cuatro semanas.
cuáles son los síntomas de la infección
«Sobre la identificación del cuadro clínico, hay que estar en sospecha cuando llega el invierno, que es la época en la que suele estar presente este virus», comenta Buzón. En el caso de los lactantes, «empiezan con un poco de moqueo, tos y rinorrea, rápidamente los que van mal evolucionan a bronquiolitis que se caracteriza por una dificultad respiratoria evidente en la que aumenta mucho la frecuencia respiratoria del bebé y se ven signos evidentes de sufrimiento respiratorio».
En cambio, en los adultos, «la gran mayoría suele empezar con congestión nasal, rinorrea, moquillo y dolor de garganta, fiebre, un poco de malestar y demás. Pero lo importante es que muchos de estos casos en adultos es que pueden progresar y producir afectación de los pulmones». El profesional recalca la importancia de este virus, «ya que antes solo le echábamos cuentas en los niños pequeños, cuando es causa de mortalidad y morbimortalidad comparable, en volumen, a la gripe».
El consejo del experto:
El doctor menciona novedades muy interesantes con respecto a este virus: «Ya tenemos vacuna para él. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) la aprobó en 2023 y nosotros probablemente la tengamos pronto». La otra se trata de un anticuerpo monoclonal que está dirigido a los lactantes y que ya se está administrando en algunas comunidades autónomas, siendo Galicia pionera en el mundo al incluirla en el calendario vacunal de los pequeños.
Enfermedad boca-mano-pie: los enterovirus
Dejando a un lado las principales infecciones respiratorias, la enfermedad boca-mano-pie está causada «por la amplia familia de los enterovirus», avanza Buzón. La infección suele ser leve y habitualmente afecta a niños pequeños, siendo menos frecuente en adolescentes y adultos.
cómo se contagia
Se puede transmitir por el contacto con la persona infectada, a través de saliva, secreciones nasales y de garganta, líquido de ampollas, heces, o gotitas respiratorias rociadas por el aire después de toser o estornudar.
Los niños suelen ser propensos a contagiar a otros durante la primera semana en la que se padece la enfermedad. No obstante, el virus puede permanecer en el organismo durante semanas una vez que desaparecen los síntomas.
Cuáles son los síntomas de la infección
«Es una enfermedad que da brotes y lo habitual es que los veamos en entornos pediátricos. Aunque también pueden aparecer brotes en instalaciones como saunas o gimnasios. Clínicamente, el paciente empieza con dolor en la boca. Vesículas que se acaban ulcerando y que duelen mucho. Puede haber o no malestar o fiebre; es variable», explica el portavoz de la Seimc.
Añade que, habitualmente, «después de aparecer estas lesiones en la boca aperecen lo que llamamos exantema, una erupción cutánea en las manos, los pies y habitualmente, también los glúteos. La enfermedad es autolimitada, dura unos pocos días y más allá de lo aparatosa que es, no tiene mayor importancia».
El consejo del experto:
El doctor Buzón remarca que es una enfermedad benigna, autolimitada y que, con el paso de los días, se resuelve espontáneamente. «Como suele ser muy contagiosa y los brotes suelen ser familiares, resulta fundamental el lavado de manos; al igual que no compartir nada de utensilios o lavarse con la persona infectada».
Norovirus: de la gastroenteritis a la inflamación del estómago
«El norovirus es la causa más frecuente de brotes de lo que la gente conoce como intoxicación alimentaria. Hay miles de brotes en guarderías, colegios, bodas, comuniones, restaurantes, cruceros, residencias de ancianos, hospitales, etcétera», explica Buzón. Y pone un ejemplo para contextualizar lo contagioso que es: «Quizás el más famoso fue el que afectó al Noma, que era el mejor restaurante del mundo, en el 2013. Era un restaurante de una excelencia increíble y el brote afectó a muchos comensales».
De esta forma, son una familia de virus muy contagiosos que provocan vómitos y diarrea. Son los causantes de la gastroenteritis, la inflamación del estómago y los intestinos. La infección puede ser peligrosa si se da en niños pequeños y personas mayores, ya que puede llevar a deshidratación.
cómo se contagia
Lo más común es que este tipo de virus se propaguen a través de alimentos o agua que se contaminan durante su preparación, o a través de superficies contaminadas. Aunque también puede propagarse a través del contacto cercano con una persona que tiene esta infección. Entre las 12 y 48 horas después de la exposición es cuando suelen comenzar la diarrea, el dolor abdominal y los vómitos.
Además, a pesar de la recuperación, es posible seguir excretando el virus hasta varias semanas después de la recuperación, tal como apunta el doctor. Al igual que puede haber personas infectadas que no presenten signos ni síntomas pero sí son contagiosas y pueden transmitir el virus a otras.
Cuáles son los síntomas
Los síntomas de la infección por norovirus pueden aparecer de manera repentina. Entre ellos, náuseas, vómitos, dolor o calambres estomacales, diarrea líquida o blanda, sensación de malestar general, febrícula, dolor muscular. «En la gente sana, suele ser un cuadro clínico autolimitado que de dos a cuatro días que debería desaparecer solo. Es muy diferente la población inmunodeprimida: pacientes con cáncer, trasplantadas, leucemia, etcétera. En esos casos la infección puede ser mucho más latosa, dándose un cuadro de diarrea crónica de muy difícil control».
El consejo del experto:
Resulta fundamental no compartir utensilios para comer o asearse con aquellas personas infectadas, al igual que se debe extremar precauciones llevando a cabo lavado de manos.
Conjuntivitis vírica, un tipo entre muchos
«La conjuntivitis es un síndrome clínico, no una enfermedad causada por un vius en concreto», matiza el doctor. «Esta puede ser vírica, pero existen otras muchas causas: alérgica, tóxica, irritativa, etcétera», amplía.
Según apuntan desde la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), consiste en una inflamación de la conjuntiva, una membrana mucosa fina y transparente que cubre la superficie del ojo. Esta hace más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da al ojo un color rosado o rojizo.
Cómo se contagia
«Puede ser causada por diferentes virus, muchos de los cuales pueden estar asociados a infecciones de las vías respiratorias superiores, resfriados o dolor de garganta. Por lo general, comienza en un ojo y puede pasar al otro. Se propaga fácil y rápidamente entre las personas», advierten desde la SEO. A lo que añaden: «Las partículas víricas son capaces de sobrevivir en superficies secas como sábanas, almohadas, toallas y utensilios del baño, durante semanas. Las principales vías de contagio son el contacto directo con secreciones respiratorias y oculares, así como el contacto de manos».
Cuáles son los síntomas
Los pacientes que padecen conjuntivitis vírica suelen tener padecer ardor o escozor, lagrimeo y sensibilidad a la luz. «Es muy frecuente la presencia de secreción en forma de legañas, sobre todo al despertarse. Además, en ocasiones se produce hinchazón de párpados», indican desde la SEO.
Aunque el cuadro suele empeorar durante los primeros días, después mejora gradualmente hasta desaparecer. La duración suele ser entre siete y catorce días, aunque en algunos casos puede durar entre tres y cuatro semanas.
El consejo del experto:
«Las conjuntivitis por virus son extremadamente contagiosas. Por esa razón, en caso de picor muy intenso en un paciente que no tenga una alergia conocida, se debe considerar la posibilidad de que se trate de una conjuntivitis viral y consultar un especialista. Es importante porque hay miles de causas que no son infecciosas», recalca Buzón.
Faringitis viral, idéntica a la bacteriana
Al igual que la conjuntivitis, la faringitis es otro cuadro clínico. El problema, tal como explica el portavoz de la Seimc, es que resulta muy complicado diferenciar entre aquella faringitis (popularmente conocida como dolor de garganta) provocada por un virus de la de una bacteria. «En los niños a partir de los dos años, lo más frecuente es la faringitis por estreptococo. Las típicas amigdalitis que la gente llama anginas, con enrojecimiento, aparición de placas pultáceas y purulentas en las amígdalas. El diagnóstico se hace en atención primaria con un test rápido. Si es bacteriana, debería de tratarse con antibióticos. De no ser el caso, puede estar relacionada con infecciones virales u otro tipo de infecciones».
CÓMO SE CONTAGIA
Los virus más frecuentes detrás de una faringitis viral son los causantes del resfriado común y la gripe. Pero en la lista de posibles culpables también se encuentran el causante de la enfermedad boca-mano-pie (virus Coxsackie A), el de la mononucleosis, el virus del herpes, entre otros. En este caso, no es necesario tomar tratamiento, más allá de un analgésico para los síntomas y además, el tiempo durante el cuál somos contagiosos dependerá del virus que ha provocado la infección.
Cuáles son los síntomas
La faringitis, ya sea vírica o bacteriana, tiene como principal síntoma el dolor de garganta. Con todo, existen otros como sequedad, fiebre, dolor de cabeza, amígdalas rojas e inflamadas (amigdalitis), dolores musculares o ganglios inflamados en el cuello.
El consejo del experto:
«Es un síndrome clínico amplio y lo fundamental sería diferenciar la faringitis por estreptococo de otras no bacterianas para evitar un uso indiscriminado e innecesario de antibióticos», concluye el doctor.