Amy Schumer explica la razón de su cambio físico: «Mi cara está hinchada por la endometriosis»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

Amy Schumer, actriz, productora y humorista, en el programa The tonight show este mes.
Amy Schumer, actriz, productora y humorista, en el programa The tonight show este mes.

La actriz fue objeto de especulación en redes sociales a raíz de una reciente entrevista televisiva en la que su rostro se ve notablemente hinchado

19 feb 2024 . Actualizado a las 11:50 h.

La monologuista y actriz Amy Schumer se convirtió en el foco de la especulación tras su aparición como invitada en el programa «The tonight show», en el que realizó una entrevista con el presentador Jimmy Fallon para promocionar la segunda temporada de su serie Life & Beth. En la entrevista, el rostro de Schumer, de 42 años, está visiblemente hinchado, un cambio físico notable que ha llevado a sus fans a preocuparse por el estado de salud de la artista. A raíz de los comentarios sobre el tema que inundaron las redes sociales, Schumer aclaró a través de su cuenta de Instagram que su apariencia se debe a la endometriosis. «Están sucediendo algunas cosas médicas y hormonales en mi mundo ahora mismo, pero estoy bien», dijo.

«Muchas gracias por los comentarios de todos sobre mi cara. He disfrutado de vuestros comentarios y especulaciones sobre mi apariencia, como todas las mujeres han tenido que hacer durante casi 20 años. Y tenéis razón, ahora mismo mi rostro está más hinchado de lo normal. Tengo endometriosis, una enfermedad autoinmune sobre la que toda mujer debería leer», escribe Schumer. Cabe aclarar que esta afirmación no es científicamente precisa: la endometriosis no es de origen autoinmunitario, sino que se trata, como explica el doctor Felipe Varela, especialista en ginecología y obstetricia, de una enfermedad «hormono-dependiente, progresiva e incapacitante».

La artista ya se había sometido a una cirugía en el 2021 para tratar este problema. Lo contó a través de un vídeo publicado en su cuenta de Instagram, donde explicó que le habían realizado una histerectomía laparoscópica, procedimiento que consiste en extirpar el útero. «A las mujeres se nos hace sentir que tenemos que aguantar, pero eso es una mierda. Tenemos derecho a una vida libre de dolor», dijo en esa ocasión, y añadió que se sentía como «una persona nueva» tras la operación.

Amy Schumer, recibiendo un premio en el 2016 a mejor actriz de comedia por «Trainwreck».
Amy Schumer, recibiendo un premio en el 2016 a mejor actriz de comedia por «Trainwreck». MARIO ANZUONI | REUTERS

Qué es la endometriosis

La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica que tiene un importante componente inflamatorio. En las personas que la padecen, se produce una alteración que causa la implantación y el crecimiento de tejido del endometrio fuera del útero, generalmente, en los ovarios, las trompas de Falopio o la vagina, e incluso llegando a afectar a otros órganos, como el tracto gastrointestinal y urinario.

La endometriosis afecta a entre un 10 y un 15 % de las mujeres en edad reproductiva en España, aunque se sospecha que puede ser una patología infradiagnosticada. «Estimamos que hay 7 de cada 10 sin diagnosticar; no es fácil hacerlo porque hemos normalizado el dolor de regla», señala el doctor Francisco Carmona, jefe del servicio de ginecología del Hospital Clínic de Barcelona y uno de los mayores expertos en el tema.

«El endometrio es la parte interna de la matriz, que mes a mes se prepara para que la mujer se quede embarazada y si no lo hace, lo expulsa. En las que tienen esta enfermedad, el tejido está donde le toca y donde no le toca. Aunque se presente en un lugar diferente, es igual al que está en su sitio y cumple con su función, por lo que cuando la mujer no se queda embarazada, también hay regla. Una regla que no tiene salida, que no puede expulsarse y ese sangrado es el responsable de producir muchísimo dolor», explica Carmona.

Causas

Los desencadenantes de la endometriosis no están totalmente esclarecidos, aunque se sabe que la presentación de la enfermedad se debe a múltiples factores. Por un lado, puede haber una obstrucción parcial de las trompas de Falopio. «Esto hace que el endometrio pase a través de las trompas y vaya hacia la cavidad abdominal», apunta el doctor Varela. De esta forma, la sangre menstrual no llegaría al exterior a través del cuello uterino y de la vagina.

Por otro lado, se cree que la endometriosis podría estar asociada a una metaplasia celular, es decir, un proceso por el cual algunas células situadas fuera del útero adoptan una forma similar al endometrio y comienzan a crecer. También puede deberse a una proliferación de células precursoras, que logran propagarse por el cuerpo a través de la sangre y los vasos linfáticos.

La predisposición genética también podría tener un rol en el desarrollo de esta patología. «Podemos encontrar que, aproximadamente, en el 10 % de las pacientes con endometriosis existe cierta historia familiar», observa el doctor Javier de Santiago, presidente de la sección de Ginecología Oncológica y Patología Mamaria de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

Las intervenciones quirúrgicas pueden estar relacionadas asimismo con este problema. Camisiro Obispo, presidente de la Sociedade Galega de Obstetricia e Xinecoloxía (SGOX) lo explica así: «Una intervención, como quitar un mioma, una cesárea o un legrado, aumenta las posibilidades de padecer una adenomiosis porque una vez abres el endometrio, la capa interna del útero, las células endometriales pueden esparcirse».

Síntomas

Cada mes, los ovarios liberan un conjunto de hormonas que desencadenan el engrosamiento del endometrio. Esto prepara al organismo para la implantación de un embrión en caso de que ese mes haya un embarazo. Cuando la gestación no se produce, el cuerpo desecha estas células a través de la menstruación. Pero cuando las células endometriales crecen fuera del útero y no se logran eliminar en el período, se producen los síntomas.

El principal de ellos es un dolor intenso que llega a ser incapacitante en muchos casos. Es un dolor pélvico «que no solo se manifiesta durante la menstruación (dismenorrea), sino también a lo largo del ciclo menstrual. Puede haber dolor con la micción, con la defecación, o con las relaciones sexuales. Es decir, cualquier tipo de dolor pélvico en una mujer con edad reproductiva nos puede hacer pensar en la endometriosis», indica Javier de Santiago.

En segundo lugar en la lista de síntomas se encuentran los problemas reproductivos como la infertilidad. De hecho, muchas pacientes reciben el diagnóstico de endometriosis cuando acuden a consulta ante las dificultades prolongadas para concebir. Pero existen, también, otros síntomas frecuentes, como un sangrado abundante y persistente en el período, o determinados trastornos intestinales o urinarios, si la enfermedad se localiza principalmente en la zona perianal o la vejiga.

Otros signos que manifiestan las pacientes que sufren endometriosis incluyen la fatiga o la depresión. Y, finalmente, como en el caso de Amy Schumer, la hinchazón, que puede ser a nivel de todo el cuerpo, aunque suele localizarse en el abdomen. «Algunas mujeres se hinchan muchísimo los días previos a la regla», observa Varela.

Diagnóstico

Como explica la Guía de atención a las mujeres con endometriosis, elaborada por el Ministerio de Sanidad, existen diversos métodos para el diagnóstico de la enfermedad, desde la exploración física, hasta la resonancia magnética nuclear (RMN), los ultrasonidos o la tomografía axial computarizada (TAC). También puede ser útil para el diagnóstico hacer una exploración física. Así, «la combinación de un útero blando, retroversión uterina y endurecimiento de fondo de saco indica una alta probabilidad de endometriosis. No obstante, el método diagnóstico definitivo es la laparoscopia, que permite la inspección visual de la pelvis», señala la guía.

La laparoscopia se viene utilizando desde los años 70 del siglo pasado. Actualmente, gracias al desarrollo de estas técnicas, el diagnóstico se produce en fases cada vez más tempranas de la enfermedad. «Este hecho adquiere particular relevancia si se tiene en cuenta que el 47 % de las mujeres con endometriosis tienen síntomas antes de cumplir los 20 años, y que el progreso trae consigo secuelas serias tanto para la salud física, sexual y emocional de la mujer», apuntan desde Sanidad.

Schumer posó semidesnuda en el 2015 para la fotógrafa Annie Leibovitz.
Schumer posó semidesnuda en el 2015 para la fotógrafa Annie Leibovitz.

Tratamiento

No existe un único tratamiento universal para la endometriosis, sino que se busca individualizar el cuidado atendiendo a las circunstancias personales de cada paciente: si busca un embarazo o no, qué tratamientos ha realizado anteriormente y cómo de intensos son los síntomas. Las terapias aplicadas a estas pacientes pueden tener cuatro objetivos: suprimir los síntomas, restaurar la fertilidad, eliminar la endometriosis visible y evitar la progresión de la enfermedad.

En general, «el primer tratamiento son las medicinas, aunque la cirugía tenga un papel importante para los casos en los que esté indicada. En la mayoría de mujeres, el tratamiento hormonal es el más eficaz. Entorno al 75 u 80 % responden a ello», señala Carmona. ¿En qué consiste este tratamiento hormonal? Básicamente, se trata de las mismas hormonas sintéticas presentes en muchas píldoras anticonceptivas.

Una de las grandes reivindicaciones de las pacientes es, en este sentido, la búsqueda de nuevas opciones farmacológicas, ya que en los últimos años no se han desarrollado medicamentos para tratar la endometriosis. «Solo hubo un fármaco en el mercado mundial con etiqueta en la ficha técnica para endometriosis. Unos años después, se comercializó otro, pero ya lo teníamos como parte de otros medicamentos. A día de hoy, seguimos con esos dos», explica Carmona.

En otros casos, puede estar indicado el tratamiento quirúrgico, que, a diferencia del farmacológico, ha ido avanzando hasta convertirse en el procedimiento mínimamente invasivo al que se sometió Schumer en el 2021. Este tipo de cirugías permiten eliminar las lesiones, las adherencias y el tejido cicatricial de la endometriosis.

«El gran avance de la cirugía ha sido indicarla bien, dejar claro que no sirve para todas, así como ir hacia técnicas lo menos invasivas posibles. Hemos pasado de arrancar los quistes a destruirlos con láser. Hemos dejado de hacer laparotomía, que era esa incisión en vertical desde el ombligo hacia abajo, como una cesárea, para hacer laparoscopia, que son incisiones mínimamente invasivas que permiten la recuperación de la mujer de un día para otro, en el mismo día se pueden ir a su casa», destaca Carmona.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.