¿Te sientes estresado? Compruébalo con el test de las catorce preguntas

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SALUD MENTAL

Catorce preguntas para saber si vives estresado.
Catorce preguntas para saber si vives estresado.

La Organización Mundial de la Salud ha definido el estrés como la epidemia de salud del siglo XXI. Responde y comprueba tus niveles

26 mar 2024 . Actualizado a las 13:58 h.

Suena el despertador y comienza la vorágine. El desayuno, la cama, los niños, el trabajo y, cada vez más, la entrada de whatsapps y correos electrónicos. Muchos viven a destiempo, empiezan una tarea pensando en la siguiente, y esto tiene consecuencias. Estrés en mayúsculas. Estrés con subrayador. 

Esta sobrecarga para el individuo se considera normal en ciertos contextos, como un examen o una presentación laboral de importancia, por mencionar algunos. Sus efectos y consecuencias marcan si es positivo o negativo. Si, por ejemplo, el estrés puntual y, una vez pasado el momento de nerviosismo, la persona recupera su vida normal, se acercaría a la primera opción. Si, por el contrario, el individuo siente que su corazón se pasa de revoluciones, vive en un estado de inquietud y nerviosismo constante, está exhausto y tiene dolor de cabeza cada dos por tres, es probable que el estrés le haya sobrepasado y, de no ponerle solución, vaya a más. 

Este relato pertenece a muchos. «Las cifras de este problema han aumentado de manera imparable durante las últimas décadas, hasta el punto de que ha sido denominado por la Organización Mundial de la Salud como la “Epidemia de Salud del siglo XXI”. En España, un 96 % de personas adultas han experimentado estrés durante el último año», señala Fernando L. Vázquez, catedrático de Psicología Clínica de la USC; coordinador del Grupo de Investigación en Salud Mental y Psicopatología de la USC; asesor clínico en salud mental de la Spin-off «Xuntos» de la USC. 

¿Qué es el estrés?

Según la Real Academia Española, es la tensión provocada por situaciones agobiantes y que originan reacciones psicosomáticas. En otras palabras, que la demanda —la exigencia—, de una persona, supera los recursos que tiene para hacerle frente, lo que conlleva a una situación de descontrol, la sensación de cansancio e impotencia continua.

No es cuestión de objetividad, ni de marcadores elevados en sangre, sino de la percepción que cada sujeto tenga. Alguien puede encontrar algo tremendamente estresante, mientras que para otro resulte poco más que un paseo. 

El problema llega con el paso del tiempo: «Cuando esto se instala aparecen los efectos perniciosos de estrés: problemas físicos, mucha sensación de ansiedad y agotamiento, problemas del sueño...», describe Ignacio Fernández Arias, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y colaborador del Consejo General de la Psicología de España. 

¿Cómo se diferencia el estrés malo del bueno?

Hay una receta infalible que permite medir, con cierta objetividad, que un trastorno o problema mental está pasando sus límites; si interrumpe en la vida diaria del paciente. Con esto en mente, si esta tensión hace que la persona sienta más fatiga, irritabilidad, o enfado; si dificulta que concilie el sueño; o si le causa problemas digestivos o dermatológicos, casi con toda probabilidad, el estrés será negativo. «Es dañino, provoca sufrimiento y desgaste personal, y si se cronifica puede causar estragos en nuestra mente y cuerpo», aclara el Catedrático de Psicología Clínica de la USC. 

Todo lo contrario sucede con el eustrés, también conocido como estrés positivo, cuya principal función es la de dar una mejor respuesta ante un obstáculo. «Es clave para la supervivencia, ya que permite una rápida reacción a los problemas y peligros que deben afrontarse en la adaptación al cambio, que en este caso suele ser percibido como un reto», añade el experto en salud mental de la universidad gallega. 

¿Cuáles son los síntomas del estrés?

Este problema afecta, de manera diferente, a cada individuo por lo que existe un amplio abanico de manifestaciones clínicas, que pueden ser de índole conductual, emocional, cognitiva o física. 

«En relación con el comportamiento», el catedrático detalla que el estrés puede hacer que la persona reduzca sus actividades sociales, procrastine sus tareas, abuse del alcohol u otra situaciones o que, al contrario de lo que se podría pensar, dedique un exceso del tiempo al trabajo. 

A su vez, el paciente puede desarrollar una tendencia a la vigilancia constante, dificultad para concentrarse, pensamientos negativos y preocupaciones constantes, bloqueo mental, olvidos frecuentes o, incluso, que no pueda tomar decisiones. Además, están presentes estados emocionales como la tristeza, el nerviosismo, «la sensación de vacío, enfado, los brotes de ira, la falta de motivación o el sentimiento de estar abrumado», entre otros. 

Por último, el estrés puede causar síntomas físicos como cefaleas, taquicardia, dolor en el pecho, falta de deseo sexual, temblores, náuseas, sudoración, malestar estomacal, diarrea o hipersecreción gástrica. 

¿En qué puede derivar el estrés?

Las consecuencias del estrés se observan, sobre todo, cuando el problema se acumula en el tiempo, y los efectos se producen a todos los niveles. 

En el apartado físico, los efectos del estrés crónico pueden ser acné sin causa que lo justifique, eczema, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, hipertioridismo, síndrome del intestino irritable, bajo deseo sexual, cambios de peso o úlceras de estómago. 

A nivel psicológico, el estrés puede evolucionar y pasar a considerarse un trastorno relacionado con traumas y factores, como el trastorno de estrés postraumático (Tpept), «trastorno de estrés agudo, trastorno de adaptación, otro trastorno relacionado con traumas y factores de estrés especificado, y trastorno relacionado con traumas y factores de estrés no especificado», completa Fernando L. Vázquez  

Catorce preguntas para saber si vives estresado

Usted sabrá, mejor que nadie, si vive estresado y se siente identificado con la explicación de los expertos. Si tiene dudas, las siguientes preguntas pueden ayudar a disiparlas, ya que miden el estrés del día a día. Pertenecen a la Escala de Estrés Percibido (Perceived Stress Scale, PSS) versión corta PSS-10, desarrollada por Cohen. Cuanto mayor sea la puntuación obtenida, mayor será la tensión. Para conocer el resultado, responda al cuestionario.  

  1. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha estado afectado por algo que ha ocurrido inesperadamente?
  2. En el último mes, ¿con qué frecuencia se ha sentido incapaz de controlar las cosas importantes en su vida?
  3. En el último mes, ¿con qué frecuencia se ha sentido nervioso o estresado?
  4. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha manejado con éxito los pequeños problemas irritantes de la vida?
  5. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha sentido que ha afrontado efectivamente los cambios importantes que han estado ocurriendo en su vida?
  6. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha estado seguro sobre su capacidad para manejar sus problemas personales?
  7. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha sentido que las cosas le van bien?
  8. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha sentido que no podía afrontar todas las cosas que tenía que hacer?
  9. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha podido controlar las dificultades de su vida?
  10. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha sentido que tenía todo bajo control?
  11. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha estado enfadado porque  las cosas que le han ocurrido estaban fuera de su control?
  12. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha  pensado sobre las cosas que le quedan  por hacer?
  13. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha podido controlar la forma de pasar el tiempo?
  14. En el último mes, ¿con qué frecuencia ha sentido que las dificultades se acumulan tanto que no puede superarlas?