Khadija y Cherive, las dos hermanas siamesas que serán separadas en España

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

Khadija y Cherive provienen de Mauritania y están ingresadas junto a sus familiares en el hospital.
Khadija y Cherive provienen de Mauritania y están ingresadas junto a sus familiares en el hospital. Hospital Sant Joan de Déu

Las niñas, que están unidas por el abdomen, nacieron en Mauritania el 8 de octubre y llegaron al país en un avión del Ejército del Aire y el Espacio

27 oct 2023 . Actualizado a las 17:52 h.

Dos niñas siamesas de Mauritania han llegado a España junto a sus padres para someterse a una cirugía que las separará. Las pacientes, que nacieron el pasado 8 de octubre, se encuentran ya en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, donde están siendo atendidas por los equipos de neonatología y de cirugía.

Las niñas, llamadas Khadija y Cherive, llegaron al mundo unidas por la parte superior del abdomen, con un único cordón umbilical y un peso conjunto de 5,2 kg. A través del programa solidario Cuida'm, del hospital, fueron trasladadas junto a su familia a Barcelona, donde están bajo observación a la espera de ser operadas. Según informó el hospital catalán, la situación clínica de las siamesas es estable y respiran sin dificultad, sin necesidad de oxígeno suplementario, por lo que se espera que la operación transcurra sin complicaciones.

Hospital Sant Joan de Déu

La evacuación de la familia de Mauritania se llevó a cabo este miércoles en un operativo del Ejército del Aire y del Espacio, que las trasladó de urgencia a través de su Unidad Médica de Aeroevacuación (Umaer). La familia llegó en una aeronave con un puesto de cuidados críticos preparado y adaptado para atender a las niñas. Durante el viaje, las niñas fueron atendidas por un médico de vuelo y un técnico sanitario en aeroevacuaciones. También viajaron dos neonatólogas intensivistas y una enfermera pediátrica que harán el seguimiento de las menores en el hospital una vez sean intervenidas quirúrgicamente. Las niñas se mantuvieron estables durante el vuelo.

«En estos momentos, se les están realizando pruebas complementarias a las que se llevaron a cabo en su país de origen con objeto de disponer de información más precisa y planificar su separación», detalla la entidad. También están bajo la observación de especialistas en cardiología, gastroenterología, nutrición y anestesia. La cirugía está prevista para los próximos días y la recuperación se realizará en el mismo hospital.

Los nacimientos de siameses son un evento excepcional, con una incidencia de uno por cada 200.000 nacimientos, y la tasa de supervivencia al nacer está por debajo del 25 %. Tras la separación, las probabilidades de sobrevivir alcanzan el 53 %, por lo que en estos casos se intenta realizar la cirugía tan pronto es posible hacerlo de una forma segura.

Casos únicos en España

Las separaciones de siameses no se llevaban a cabo en España desde hace años. El caso más similar al de las niñas de Mauritania en años recientes fue el de Núria y Marta, dos siamesas que compartían el hígado y fueron separadas en el hospital barcelonés Vall d'Hebron en el 20112. En esa ocasión, la cirugía duró siete horas y se llevó a cabo de manera exitosa con la participación de una treintena de profesionales. Núria y Marta, que vivieron seis meses unidas, habían nacido a las 32 semanas de gestación, también con un único cordón umbilical. Su condición ya se conocía, sin embargo, desde la semana 12 de gestación.

Antes de esa fecha, ya se habían realizado procedimientos de este tipo en el país. En el 2008, un equipo multidisciplinar del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla separó a dos siamesas unidas por el abdomen que tenían tres semanas de vida. Esta operación fue especialmente compleja, ya que las niñas compartían órganos intraabdominales, parte del esternón, musculatura abdominal, el diafragma, la vena umbilical intrahepática y el peritoneo. Fueron necesarios 36 profesionales y ocho horas de trabajo para llevar a cabo la cirugía.

En el 2001, las siamesas marroquíes Fátima y Amina fueron separadas en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, en una intervención que duró 12 horas. Las niñas tenían 21 meses y compartían parte de la columna vertebral, vasos sanguíneos y órganos pélvicos. La operación, por lo tanto, era complicada y debió realizarse en dos fases. En un primer momento, se separó la columna vertebral y el sistema nervioso y se colocaron expansores subcutáneos para preparar la piel para la intervención definitiva. Más adelante, se realizó la separación y, con las niñas ya separadas en quirófanos distintos, se hizo la reconstrucción del aparato digestivo, la vejiga, la uretra, la vagina y la pared epidérmica. Ocho meses más tarde, Fátima y Amina recibieron el alta médica.

Siameses, un repaso a la historia

El primer caso célebre de dos hermanas siamesas —antes de que se utilizase este adjetivo para referirse a hermanos que nacen unidos por alguna parte de su cuerpo— es el de Mary y Eliza Chulkhurst. Su nacimiento se data en Biddenden (Inglaterra) en, aproximadamente, el año 1100. Pese a su fama, no existen documentos fiables que acrediten su existencia, pero han pasado a la historia por la supuesta negativa de Eliza a ser separada de su hermana cuando esta cayó enferma y murió a los 34 años. No obstante, y aunque estas dos hermanas son tremendamente célebres en su ciudad natal, donde existe la tradición de repartir galletas con su imagen por Pascua, hay fundadas sospechas para creer que su caso no se ajuste del todo a la realidad. Esencialmente porque su historia cuenta que estaban unidas por la cadera y por el hombro, lo que las convertiría en el único caso conocido en el mundo de hermanas siamesas vivas unidas por más de una parte de su anatomía. 

El término «siamés» para referirse a este tipo de gemelos surge en 1811 a raíz del nacimiento de Chang y Eng Bunker en Siam (actual Tailandia). Su existencia está más que documentada y puede verse su aspecto adulto a través de una sencilla búsqueda en Google. De entre los dos hermanos, Chang es el que tuvo siempre mayores problemas de salud. Padecía habitualmente enfermedades, sufrió bronquitis y un ictus; además, tenía problemas con el alcohol —a diferencia de su hermano, un abstemio declarado—. Chang falleció a los 72 años y solo unas horas después lo hizo su hermano. Se cree que la causa de la muerte se debió a un coágulo sanguíneo, que habría acabado también con la vida de su hermano debido a que compartir su sistema vascular. 

Se estima que nacen dos hermanos siameses entre cada 200.000 nacimientos y lo habitual es que, en la actualidad, sean operados lo antes posible y siempre antes de que cumplan un año de vida. Existen multitud de casos célebres, como los de Amy y Angela Lakerberg en 1993. Nacidas en Estados Unidos, ambas niñas compartían un corazón afectado por graves deformidades. Fueron separadas y Amy falleció durante el proceso; Angela vivió diez meses más antes de fallecer por una acumulación de líquido en el corazón. 

En el año 2000 en la isla de Malta se produjo otro caso extremadamente popular, el de Gracie y Rosie Attard. La justicia tuvo que intervenir para obligar a su separación ya que los informes clínicos consideraban que solo una de las dos niñas era viables. Sus padres, profundamente católicos, no autorizaron en un principio la cirugía, sabedores que una de las niñas sufriría inevitablemente la muerte. El pronóstico en la separación de dos gemelos adultos se complica. Sonado fue el caso de las hermanas abogadas Ladan y Laleh Bijani, unidas por la cabeza. Fallecieron durante la operación tras la hemorragia producida por rotura de una vena que no fue detectada en las pruebas de imagen.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.