La calidad del semen varía según el código postal: ¿cuál es la ciudad con mejores datos?
LA TRIBU
Un estudio multicéntrico coordinado por la doctora Rocío Núñez confirma que el número de espermatozoides móviles es diferente en función de la localización geográfica
01 dic 2023 . Actualizado a las 19:25 h.Desde hace décadas, existe un debate abierto sobre la calidad del semen. La Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó a medirla en el 1980 y, desde ese año, se publicaron sucesivas ediciones del Manual para el examen y procesamiento del semen humano; siendo la última actualización del 2021. Los resultados son preocupantes y hacen replantearse algunas métricas que hasta ahora se tenían en cuenta para considerar un semen como «de buena calidad». «Si atendemos a la evolución desde la primera publicación de la OMS, es evidente que se han ido revisando a la baja los límites de todos los parámetros que se examinan en la calidad seminal», alertaba María Hernando, embrióloga y especialista en fertilidad, en un artículo publicado hace unos meses en La Voz de la Salud.
«La preocupación sobre el descenso de la calidad del semen y, en concreto, del número de espermatozoides, ya empezó en los 90 con la publicación de un trabajo que recogía datos de 50 años. Aunque hay muchos trabajos publicados que demuestran esta bajada en la calidad del semen a lo largo de los años, también hay grandes estudios que opinan que el número de espermatozoides no ha variado a lo largo del tiempo», explica la doctora Rocío Núñez, bióloga y experta en reproducción asistida. Por eso, ella misma acaba de coordinar un estudio que confirma que la calidad del semen en los españoles varía según el código postal. «Ahí sí que no existe tanto debate: existen muchas investigaciones publicados que demuestran que en distintos sitios y comunidades que son comparables, las características del semen son diferentes. Esa es la razón de este trabajo».
El problema que solían tener los estudios que se llevaron a cabo a lo largo de la historia con este mismo objetivo es que «al hacerse en distintos sitios y diferentes centros, los métodos no son iguales. Para estandarizar los resultados resultados y que el estudio sea válido, lo principal es que se use la misma metodología. Así, además de realizar el análisis de semen según las recomendaciones del último manual de la OMS, al pertenecer todos los laboratorios al mismo centro, se ha realizado de la misma forma estandarizada».
Los varones de Oviedo y Almería, a la cabeza en el número total de espermatozoides móviles
El estudio compara la calidad de semen en once centros de España localizados en Alicante, Madrid, Lérida, Almería, Málaga, Valencia, Zaragoza, Murcia, Granada, Cádiz y Asturias. En total, se han analizado un total de 872 muestras de varones que acudieron a realizar un análisis de este para un estudio de fertilidad que incluía: volumen, concentración espermática, y movilidad total y activa. La media de edad de los pacientes fue de 38 años y, para hacer más fácil la comparación, Núñez indica que se usó el valor TEM: volumen x concentración de espermatozoides x porcentaje de movilidad. «Y encontramos diferencias estadísticamente significativas entre los diferentes centros».
Así, en cuanto al número de espermatozoides, los pacientes de Almería, Málaga y Oviedo fueron los que mejor concentración tenían; entendiéndose esta como el número de espermatozoides por mililitro. Por el contrario, los participantes de Cádiz, Lérida y Granada, presentaron los peores resultados. Si ponemos como referencia la movilidad espermática, es decir, la capacidad de los espermatozoides para moverse rápido y en línea recta, los mejores datos los presentan los hombres de Oviedo y Cádiz, mientras que los peores son los de Alicante y Madrid.
«Sin embargo, el dato que realmente interesa es el número total de espermatozoides móviles que hay en el eyaculado, lo que nos da la fórmula de TEM, ya ese es el parámetro que se relaciona con la calidad de semen o la posibilidad de fertilidad», remarca la doctora. En este sentido, los mejores datos se dieron en los varones de Oviedo y en Granada, los peores. Además, cabe mencionar que las diferencias entre las diferentes ciudades de España, son notables: los ovetenses tienen, de media, 102 millones de espermatozoides móviles por mililitro eyaculado; le siguen los almerienses (82 millones); malagueños (80 millones); zaragozanos (71 millones); murcianos (68 millones); gaditanos (65 millones); alicantinos (54 millones) y granadinos (43 millones).
Características a tener en cuenta a la hora de medir la calidad del semen:
- El volumen de semen eyaculado se considera normal, según la OMS, a partir de 1,5 mililitros (teniendo en cuenta la última actualización del 2021, bajaría a 1,4). Cuando el volumen se encuentra por debajo de esas cifras puede deberse a una patología que se llama hipospermia.
- La concentración espermática es el número de espermatozoides por mililitro. Se espera que haya 15 millones o más en cada mililitro.
- El número aproximado de espermatozoides por eyaculación se debería encontrar por encima de los 39 millones.
- La motilidad espermática es la capacidad de los espermatozoides para moverse rápido y en línea recta.
- La vitalidad espermática indica el número de espermatozoides vivos presentes en una muestra de eyaculado.
- La morfología evalúa las características morfométricas de la cabeza, la pieza media y la cola del espermatozoide. «En realidad, aunque es una cosa que siempre llama la atención, se considera un semen normal aquel que tiene solo un 4 % de los espermatozoides normales. Porque los hombres tienden a producir mucha cantidad de espermatozoides, pero muchos de ellos no son válidos», explica Hernando.
Sobre la morfología de los espermatozoides, hay que tener en cuenta que las herramientas para verlos no eran las mismas en el 1980 que el 2021. Eso también explica porque hace cuarenta años se consideraba que el valor de referencia normal era un 80 % de espermatozoides sin alteraciones y ahora esa cifra caiga hasta el 4 %.
Los gallegos, líderes en el único estudio previo a este realizado en España
Aunque esta investigación no cuenta con datos de Galicia, el único trabajo previo que existía antes de este sobre la calidad seminal de los españoles, del año 2008, sí los incluyó. Fue realizado con una muestra de 1.239 jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años y coordinado por el Instituto Marqués de Fertilidad. En él, también se medían tres variables (volumen, movilidad y concentración), siendo la última la más determinante al tener una repercusión directa sobre la fertilidad.
Así, solo un 8,5 % de los jóvenes gallegos presentaba una concentración de espermatozoides inferior a la que la OMS consideraba de referencia en ese momento: 20 millones por mililitro (desde el 2010, esa cifra «adecuada» ha bajado a los 15 millones). En Valencia y Cataluña, el porcentaje se incrementaba hasta el 22,7 % de no aptos. Y no solo eso. La concentración media en los gallegos era de 91 millones por mililitro, mientras que la de los catalanes se reducía a 59,3.
Con todo, cabe tener en cuenta una serie de diferencias con respecto al estudio recién publicado y coordinado por Núñez. En el de 2008 la muestra era de donantes de semen, no de pacientes. «Ahí ya existe un sesgo porque los donantes suelen ser jóvenes y, supuestamente, sanos. Es una población seleccionada, no entran todo tipo de varones. En segundo lugar, como se hizo en centros diferentes, la metodología también lo es. Por tanto, aunque se encontraron diferencias entre gallegos y catalanes, hay que tener en cuenta estas variables a la hora de analizar los resultados».
¿Por qué se da esta diferencia de calidad seminal entre ciudades españolas?
Lo cierto es que no se sabe con certeza qué puede haber detrás de estos resultados. En el estudio previo de 2008 se apuntaba al «grado de industrialización» o la «exposición a sustancias químicas» como posibles desencadenantes de una baja calidad seminal, pero ahora, no está tan claro. «Es difícil de entender cómo ciudades cercanas, como Granada y Almería, tengan resultados tan dispares. Sí es obvia la diferencia de Oviedo con Granada, pero no podemos afirmar que se trate de una diferencia entre el norte y el sur», subraya la investigadora.
Una posible explicación sí podría ser el estilo de vida u otros factores ambientales. «Aunque es cierto que en el estudio no profundizamos sobre este asunto, debemos completar los datos de los pacientes incluidos para así ver si influye el hábito tabáquico, la alimentación, etcétera. Son hipótesis y necesitamos comprobarlo, pero son las únicas variables que pueden dar a entender que esto tenga más sentido».