Radharani Jiménez, experta en menopausia: «Tenemos negación y resistencia al paso del tiempo»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

La doctora Radharani Jiménez es ginecóloga y obstetra.
La doctora Radharani Jiménez es ginecóloga y obstetra.

La experta considera que el comienzo de esta etapa «puede ser una segunda adolescencia»

05 mar 2024 . Actualizado a las 17:21 h.

Etapas hormonales, revisiones ginecológicas, equilibrio y pilares para una buena salud. Son algunos de los temas que aborda Radharani Jiménez, ginecóloga experta en menopausia y fertilidad, a raíz de la publicación de El gran libro de la salud integral femenina (Grijalbo, 2024). La doctora es especialista en ginecología y obstetricia por la Universidad Central de Venezuela, máster en Reproducción Humana por la Universidad Autónoma de Barcelona y experta en salud de la mujer por la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). 

—Tenemos la regla. ¿Podemos ir a consulta ginecológica igualmente?

—Sí. Es una duda muy frecuente y a veces, incluso da vergüenza preguntarlo. Nos llaman cada día: «¿Qué hago, anulo la consulta?». Si se trata de una revisión ginecológica de rutina donde te tienen que hacer una citología, se prefiere que no estés con la regla. Sin embargo, puedes aprovechar la consulta para que se haga una ecografía, consultar algunas dudas que tengas, solicitar pruebas… Puede quedar pendiente la citología, una prueba que sí preferimos hacer sin sangrado porque cuando hay flujo menstrual puede costar ver determinadas células y no darnos toda la información que necesitamos.

—La primera consulta suele darse en la adolescencia. Bajo su experiencia, ¿en esta etapa se cuenta con suficiente información?

—Desde siempre se han arrastrado muchos mitos alrededor de la salud femenina. Hay mucha desinformación y todavía sigue algo de cultura de la vergüenza. Afortunadamente, eso ya está cambiando porque se está divulgando mucho más sobre ella, pero aun así, nos falta mucho por hacer y los primeros ciclos, en el comienzo de la menarquia, podemos generar un impacto muy positivo en la mujer para su salud futura.  

—Defiende que la adolescencia y la transición a la menopausia son etapas similares. 

—Sí, de hecho la perimenopausia puede ser y parece una segunda adolescencia. Muchas veces se le conoce así. En la perimenopausia lo raro es la norma: se dan cambios en el cuerpo, podemos tener más descontroles menstruales, un poco de acné, reglas un poco más dolorosas y abundantes…

—¿Se parecen las reglas de la perimenopausia a las primeras de la adolescencia?

—Sí, la orquesta hormonal se empieza a afinar en esos primeros años y hasta que no está totalmente maduro ese eje entre el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios, no empezamos a tener unos ciclos totalmente regulares y más normales. Durante la perimenopausia ocurre que ya al agotarse la reserva ovárica tenemos muchos menos folículos, generando descontrol. La orquesta pierde la armonía que tenía antes. Empieza a haber algunos desajustes y eso se puede traducir clínicamente en todo los signos que mencionaba antes. 

—¿Cuál es la mejor edad para ser madre?

—La edad ideal para ser madre sería antes de los 35 años. De los 20 a los 30 nuestros ovarios están en su momento óptimo. Una vez que se cumplen los 35 esa reserva ovárica empieza a disminuir de una forma mucho más acelerada, estamos programadas genéticamente para ello. De hecho, a partir de los 37 aumenta de manera exponencial la destrucción de esos ovocitos, que van a ser nuestras células reproductoras. Conlleva a que tenemos menos ovocitos y su calidad empeora. 

—¿Cree que existe preocupación por cumplir años?

—Sí, mucha. Es uno de los miedos más frecuentes entre mis pacientes, incluso entre mujeres jóvenes. Tenemos negación y resistencia al paso del tiempo. Debemos aprender que el envejecimiento es un proceso natural por el que vamos a pasar todos los seres humanos y no necesariamente envejecer significa deterioro. No debería darnos vergüenza, debería enorgullecernos. Sin embargo, sí que tenemos que entender que lo que nosotras hacemos en el día sí que nos va a llevar a una longevidad saludable. La energía va a ser el resultado de cómo cuidas tu salud: alimentación, gestión de tu tiempo, tus relaciones, cómo te organizas, y hacer cosas que aporten valor a tu vida, que te apasionen. Eso ya es un elixir de la juventud natural, barato y al alcance de todo el mundo.

—En el libro, en el capítulo sobre la alimentación, hace un paréntesis para hablar del estreñimiento. ¿Es un problema que suele afectar más a las mujeres?

El estreñimiento es algo que no solemos asociar a otros problemas de salud. Lo hemos normalizado como muchas otras cosas: «Me paso dos o tres días sin ir al lavabo, a veces hasta una semana, pero no pasa nada». No, ir a evacuar es algo muy importante para la salud hormonal.

—¿Por qué?

—Esos desechos se quedan ahí y hay unas bacterias intestinales que se llaman estrobolomas, que tienen que ver con el metabolismo de nuestros estrógenos y el equilibrio hormonal. Sufrimos cambios muy sutiles que podemos notar en nuestro hábito intestinal antes de la regla o en el momento de la ovulación porque nuestras bacterias intestinales cambian con nuestro ciclo menstrual. Al igual que lo hacen con la menopausia. 

—¿Qué causas puede haber detrás de ese estreñimiento?

—Muchas mujeres hemos aprendido a reprimir este hábito intestinal. También por la toma de alimentos ultraprocesados y azúcares. Asimismo, el poco movimiento. El agua, también es algo básico, pero se nos olvida. 

—¿Qué síntomas se pueden dar cuando no existe un equilibrio hormonal?

—Muy variados. Nuestras hormonas trabajan como un feedback. Un sistema donde hay una jefa o jefe: la hipófisis. Está en el cerebro y coordina muchas glándulas endocrinas. Cuando todo está bien se fabrica la cantidad normal y en equilibrio, pero si tenemos cualquier desorden, no. 

—¿Un ejemplo de posible desorden?

—Si hacemos más ejercicio de la cuenta, eso genera un gasto energético mayor al que nuestro cuerpo puede tolerar y el cuerpo lo compensa apagando la regla. Pasar varios meses sin ella es un desequilibrio hormonal. Se debe consultar con un especialista porque a la larga podríamos tener consecuencias. También pasa con los trastornos de la conducta alimentaria: si comemos muy poco, esa falta de energía también le va a decir al cuerpo que tenemos un problema y este, que es muy sabio, «apaga» lo que genera mucha energía: el ciclo menstrual.

—¿Qué sucede en la perimenopausia?

—Cualquier mujer en la perimenopausia puede sufrir insomnio, dolor de cabeza, menstruaciones abundantes y dolorosas. Ahí sí estaríamos hablando de un desequilibrio hormonal porque no deberían de existir ninguna de estas molestias que disminuyen la calidad de vida. No todos los desequilibrios son enfermedades.

—En el libro también habla de relaciones sociales, puede sorprender un poco que una ginecóloga lo haga. 

—Al final, relacionarnos con los demás es el mayor aprendizaje que nos podemos llevar de la vida. Si nos hablamos bien a nosotras mismas, vamos a tratar a los demás con mucho más respeto y amor. Todo empieza por nosotras. Por qué estamos como estamos y cómo nos sentimos. Si no tenemos propósitos, estamos apagadas y vivimos con la ilusión perdida, al final eso nos va a repercutir. Me lo dicen mis veinte años de experiencia y los expertos de los que voy tomando inspiración. Esa es mi misión: que se entienda la salud como un «todo». 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.