Un concursante que superó el reto carnívoro de 3 kilos de cocido en Marín: «Yo me decía, ¡qué eterno! ¡qué eterno!»

Marcos Gago Otero
Marcos Gago MARÍN / LA VOZ

SOCIEDAD

Capotillo

Cuatro personas han participado en este certamen organizado por La Cantina del Muelle y al que todavía se puede apuntar gente hasta el día 14 de este mes

02 feb 2024 . Actualizado a las 19:36 h.

Como si de Julio César con su famoso «vini, vidi, vinci» -«vine, vi, vencí»- se tratase, Antonio Andrés Tarrida Díaz, de 27 años y vecino de Poio, se sentó a la mesa en La Cantina del Muelle, en el paseo marítimo de Marín, y logró superar el objetivo de comer tres kilos de cocido -regados por dos bocks de cerveza Alhambra, patrocinadora del evento- en el reto carnívoro que organiza este local hostelero hasta el día 14. Es uno de los cuatro valientes que se han atrevido a participar en este concurso, organizado por Alfonso Díaz, el propietario del establecimiento hostelero. Por ahora, Díaz señala que mucha gente se ha pasado por el local y ha preguntado por curiosidad, pero puestos a comer cocido, la inmensa mayoría se conforma con pagar el precio normal del menú y tomarse uno mucho más comedido que el propuesto para los más esforzados. El precio del plato es de treinta euros, pero el ganador, que será el comensal que lo haga en menos tiempo, no solo lo comerá gratis, sino que recibirá 300 euros como recompensa.

Antonio es uno de estos cuatro. Llegó a la hora convenida y Alfonso lo recibió con todos los honores, reservándole una mesa amplia donde se exhibían patatas, carne, tocino, costilla, rabo, cacheira, verduras, zanahoria y demás ingredientes del cocido tradicional gallego. Alfonso troceó el plato y lo fue pesando, a la vista de todos, sirviéndolo en varias tandas hasta que en la bandeja ya no quede nada. Y Toni fue haciendo su parte, comiendo y comiendo hasta dejar el plato limpio. Realmente no va consumir tres kilos de cocido, sino algo más, hasta los tres kilos trescientos gramos, según indica Alfonso, para que no haya duda sobre si pasó o no el reto.

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El concursante no llegó con el estómago vacío del todo. Son las dos de la tarde, pero previamente, a las seis de la mañana se tomó un café, y a las diez un bocata. No es mucho, pero es que la mañana se puede hacer larga. Ahora bien, al mediodía con lo que no quedó es con hambre. Eso seguro. Antes de hincarle el diente al primer bocado, explica por qué se apuntó: «Me gusta ir de bares y me enteré al ver la noticia». Así que fue a preguntarle a Alfonso y se apuntó. Estudiante de Magisterio Infantil en Vigo, este vecino de Poio quiere también aprovechar la oportunidad del concurso para ganar seguidores en sus redes sociales (@tonetto_96). Alfonso va pesando, echando en el plato y Toni va cumpliendo su misión, etapa a etapa, o mejor dicho, mordisco a mordisco, hasta que la bandeja se va quedando cada vez más vacía. ¿En cuánto tiempo lo harías tú si estuvieses allí sentado y cómo afrontarías este reto? Toni admite que pasó tanto por la fase del desaliento como de la emoción por lograrlo. Revela que al principio le costó: «Yo me decía, ¡qué eterno! ¡qué eterno!». Después, cuando vio «que dominaba la situación», ya se sintió más relajado, aunque siguió comiendo. ¿Qué costó más? «El último hueso de lacón», responde.

Los minutos se siguen acumulando en el cronómetro a la misma velocidad con la que se iba reduciendo el volumen de la bandeja. Pasó media hora y más cuando llegó el momento de la verdad y Alfonso empezó a escenificar el tiempo de descuento. Toni lo logró, aunque admitió que con lo que se había zampado podían haber comido varias personas. Los presentes bromearon con él y le dijeron si quería algo más y él, ni corto ni perezoso, les siguió la broma: «Un gin-tonic, porque rima con mi nombre». Ahora tendrá que esperar hasta el día 14, a que se sepa quién es el ganador. Alfonso, por el momento, no quiere desvelar los tiempos totales para animar a otros comensales a apuntarse y probar. Por ahora solo se han presentado hombres y todos ellos jóvenes. El promotor del concurso explica que se apuntó una chica, pero al final desistió. «Hasta nos llamó un vecino de Valencia pidiéndonos que lo apuntásemos que va a buscar un vuelo para venir y concursar». Así que ya sabes, si eres de buen diente y te quieres atrever, aún tienes unos días para hacerlo.