Identifican un marcador en sangre que podría detectar el riesgo de muerte súbita en bebés

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

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Según apunta el estudio, los recién nacidos que fallecieron por este motivo tenían niveles más bajos de una enzima que activa el cerebro

17 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Se define como síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) aquel fallecimiento inesperado y repentino de un bebé de menos de un año, aparentemente sano, cuya causa permanece inexplicada después de una minuciosa investigación del caso que incluya una autopsia completa, examen del lugar de fallecimiento y revisión de su historia clínica. La Asociación Española de Pediatría asegura que afecta, aproximadamente, a uno de cada 1.000 nacimientos. Y aunque la tasa de SMSL disminuyó de manera significativa en los últimos años tras implementarse las medidas de las sociedades de pediatría sobre el sueño seguro en niños, sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en los bebés durante el primer año de vida tanto en España, como en el mundo desarrollado. 

Algunas de las recomendaciones profesionales para evitar este tipo de muerte son acostar el bebé boca arriba (ni de lado ni boca abajo), situar la cuna en la habitación de los padres, emplear un colchón firme, evitar elementos sueltos en la cuna (como sábanas, mantas, edredones, juguetes, peluches o almohadas) y no abrigar en exceso al bebé. También son factores de riesgo según la AEP fumar y beber durante el embarazo, el consumo de drogas, un control prenatal inadecuado, obsesidad materna, ser madre adolescente o anemia materna. Si bien tanto la lactancia materna, la vacunación y el uso del chupete se consideran factores protectores ya que demostraron reducir su riesgo. 

Aunque se descubrieron que estos factores reducían mucho el riesgo del fallecimiento, la causa que lo produce sigue siendo desconocida. Sin embargo, un grupo de investigadores australianos acaba de identificar un marcador bioquímico en la sangre que podría ayudar a detectar a los recién nacidos en riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Un hallazgo que abre nuevas vías para futuras investigaciones sobre intervenciones específicas. 

El estudio, publicado por eBioMedicine de The Lancet, reveló la relación entre los niveles de butirilcolinesterasa (BChE), una enzima del sistema colinérgico que juega un importante papel en la vía de activación del cerebro, y las muertes por SMSL. De esta forma, los bebés que murieron a causa del síndrome de muerte súbita del lactante durante el estudio presentaban unos niveles más bajos de esta sustancia poco después del nacimiento, reduciendo su capacidad para despertarse estando dormido o de ser capaces de responder a su entorno. 

Para llevar a cabo la investigación tomaron gotas de sangre seca al nacer a los bebés, como parte de un programa de detección de recién nacido. Posteriormente, el equipo comparó los niveles de BChE en 26 bebés que luego murieron de SMSL, 41 que murieron por otras causas y 655 supervivientes. 

El hecho de que los niveles de esta enzima fueran mucho más bajos en los bebés que murieron de síndrome de muerte súbita del lactante sugiere que eran intrínsecamente vulnerables a la disfunción del sistema nervioso autónomo, que controla las funciones inconscientes e involuntarias del cuerpo. 

La líder de dicha investigación, la doctora Carmel Harrington, del Hospital Pediátrico de Westmead (Australia) considera que «hemos encontrado el primer marcador que indica vulnerabilidad antes de la muerte», así como que «el hecho de no despertarse cuando es apropiado ha sido considerado durante mucho tiempo un componente clave de la vulnerabilidad de un bebé». También recalca la importancia de seguir investigando para determinar su la medición rutinaria de esta enzima, la BChE, en los recién nacidos, podría ayudar a prevenir futuras muertes por SMSL. 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.