Mitos y verdades sobre las infusiones: ¿cuál es mejor para problemas digestivos?

VIDA SALUDABLE

Falta mucha literatura científica sobre las plantas medicinales.
Falta mucha literatura científica sobre las plantas medicinales. La Voz de la Salud

Son muchas las plantas medicinales que nos acompañan en nuestro día a día, ¿pero cuáles están apoyadas por la evidencia científica?

11 mar 2022 . Actualizado a las 16:49 h.

Allá por el año 3000 a.C, el emperador y uno de los padres de la medicina china Sheng Nung, descansaba bajo un árbol de té silvestre dispuesto a escribir una de sus poesías. De pronto, se vio sorprendido por el aroma que emanaba del vaso de agua hervida que se había preparado. En él flotaban varias hojillas que habían caído accidentalmente del arbusto sobre el que reposaba y que, además, habían teñido el brebaje de un color dorado. Tras decidirse a probarlo, se sintió embriagado por su sabor, exclamando la palabrá «T’sa» (lo divino), dando origen a la que hoy es la tercera bebida más consumida, el .

Sea verdad o no esta leyenda, se define como infusión aquella bebida que surge del resultado de introducir sustancias de origen vegetal en agua hirviendo. Es una evidencia que el consumo del té como de otras infusiones se han ido generalizando a lo largo de los siglos. Un momento clave fue a principios del Siglo XX, cuándo el comerciante inglés Thomas Sullivan remitió a sus clientes muestras de té envasadas en pequeñas bolsitas de seda, en lugar de en las latas que enviaba habitualmente. Cuando estos las recibieron, creyeron que por comodidad debían introducirlas directamente en el agua, sorprendiéndose por la facilidad de su preparación. Así se popularizó este método de uso sustituyendo a las tradicionales teteras, evolucionando hasta las bolsitas de papel de tantas infusiones que podemos encontrar en los hogares de hoy en día.

Si bien una gran parte de las infusiones provienen de Asia, especialmente China y la India, prácticamente ningún rincón del mundo se ha librado de esta expansión, ya sea mediante la importación o la elaboración de sus propios productos, convirtiéndose en ocasiones en verdaderas señas culturales. Es difícil no asociar a un argentino a su inseparable mate o a un ingles no disfrutando del característico té de las cinco de la tarde. En España, el té ya es la más consumida, seguida de la manzanilla. Le siguen otras como la menta poleo, la valeriana y la tila. Y en contra de lo que podría suponerse, según un estudio realizado en la comunidad de Madrid en el 2020, el mayor consumo se encuentra entre gente joven, especialmente en la franja entre 18-44 años, ratificando su vigencia hoy en día.

Aunque las infusiones se consumen cada vez con más frecuencia con fin meramente placentero, tradicionalmente se asocia su empleo como plantas medicinales, es decir, buscando un fin terapéutico ante algún tipo de dolencia. Entre ellas, una de las atribuciones más recurridas es para calmar los síntomas gastrointestinales. ¿Quién no ha oído eso de «tómate una manzanilla» ante un malestar estomacal? Estos usos tradicionales han ido pasando de generación en generación como verdades absolutas en forma de la irrebatible firma de «recetas de la abuela». Sin embargo, ¿en cuáles se ha demostrado una verdadera evidencia científica sobre sus beneficios? ¿Cuáles son realmente las mejores para nuestro sistema digestivo? ¿Existen posibles toxicidades asociadas a ellas? En las próximas líneas desgranaremos las verdades y mitos de las infusiones que se utilizan con más frecuencia para este cometido.

 Manzanilla (Chamaemelum nobile // Matriarca Recrutatis)

La infusión más consumida en nuestro país tras el té es de las pocas con origen no asiático. Esta reina europea en un mundo de emperadores orientales tiene una historia de siglos en la península ibérica. Los primeros reportes aparecen en la época de Al-Andalus y se alude a ella en el primer capítulo del clásico español «La Celestina», publicado en 1499. También conocida como camomila, el nombre de manzanilla tiene un origen incierto. Mientras algunos reportes aluden al aroma que desprende con cierto parecido al de la manzana, otros se refieren más a la forma que adoptan sus pequeños capullos amarillentos antes de florecer en los característicos pétalos blancos que le dan un aspecto parecido a las margaritas.

Sus propiedades digestivas se basan en un supuesto poder antiinflamatorio, antiespasmolítico, antidiarreico, antiulceroso, ansiolítico y hepatoprotector, convirtiéndola por tanto en una de las plantas medicinales estrella, haciéndola útil ante afecciones como los cólicos intestinales, procesos diarreicos, hinchazón abdominal, síntomas de reflujo o la acumulación de gases. Sin embargo, cuando revisamos la literatura médica, vemos que los estudios realizados son de escasa calidad, antiguos y con muestras de pacientes muy pequeñas o en animales, evidenciando una palpable falta de evidencia científica. Por tanto estos presuntos beneficios se basan más en la experiencia popular que en demostraciones rigurosas. Es cierto que, a pesar del gran consumo de esta infusión, las toxicidades reportadas son muy reducidas, lo cual permite clasificarla como un producto con un perfil de seguridad alto. Aunque dada la falta de estudios no se puede recomendar su uso en embarazadas y niños, el uso de la manzanilla en estas poblaciones es una realidad desde hace siglos, sin haberse demostrado hasta la fecha efectos adversos relevantes.

 Jengibre (Zingiber officinale Roscoe)

Esta planta originaria de las zonas tropicales del sureste asiático lleva utilizándose en la cultura china como aliviante digestivo desde tiempos inmemoriales, con alusiones a ella del mismísimo Confucio en torno al 500 a.C y propagándose hacia múltiples culturas a lo largo del tiempo. El cálido e incisivo aroma del jengibre hizo que se utilice también para dar sabor a numerosas creaciones culinarias. Sin embargo, la generalización de su uso en España es bastante reciente, especialmente en los últimos veinte años. Sus propiedades las extraemos de sus raíces, un tubérculo articulado en forma de mano y con cierto parecido a la patata. A diferencia de la manzanilla, su amplio uso en países anglosajones (traducido como ginger) ha propiciado que haya abundante literatura médica demostrando sus beneficios, haciendo de esta planta una de las más respaldadas científicamente.

Su principal indicación proviene por su efecto antiemético, siendo por tanto muy útil para reducir las náuseas y vómitos, habiéndose demostrado eficaz en situaciones tan sensibles como en el embarazo, tras una intervención quirúrgica o tras los tratamientos con quimioterapia. También se ha demostrado eficaz para el tratamiento de las molestias abdominales y la hinchazón. Además puede catalogarse como un producto seguro, sin apenas efectos adversos severos reportados, aunque paradójicamente puede favorecer la aparición otros síntomas digestivos como el reflujo, dado su efecto relajante sobre el esófago.

 Menta Poleo (Mentha Polegium)

Otra de las infusiones más recurridas al alivio digestivo en nuestro país es la menta poleo. Muy extendida, con origen asiático, africano y europeo, ya hay referencias históricas a ella en la península ibérica desde la Edad Media. De hecho, en algunas zonas de Andalucía es popular la frase «eres más viejo que el poleo». También utilizada tradicionalmente como aderezo alimenticio e incluso como sustancia abortiva, su cultivo está ampliamente extendido por el territorio español. Sus propiedades digestivas aluden a su capacidad antiinflamatoria y carminativa, es decir, de eliminar los gases intestinales. La realidad es que si consultamos las revisiones científicas, únicamente existe un artículo iraní publicado en el 2017 comparando los efectos de la menta poleo con placebo para el tratamiento de estos síntomas. Si bien los resultados obtenidos fueron positivos a la hora de disminuir el dolor y la hinchazón abdominal, el estudio tiene ciertas carencias y es patente que se necesitan más investigaciones para llegar a conclusiones robustas, por lo que estamos ante otro ejemplo de medicina costumbrista no basada en la evidencia. Otras de sus atribuciones tradicionales, es su uso como sustancia antihemorroidal y como depuradora del hígado, ambas sin ningún respaldo académico hasta la fecha. Por el contrario, sí hay reportes publicados, aunque poco frecuentes, de toxicidad hepática severa asociadas a un consumo en grandes cantidades.

 Anís verde (Pimpinella anisum)

Las infusiones obtenidas de las semillas de anís son de las más utilizadas desde la antigüedad. Proveniente de Asia y de la zona mediterránea, se mencionan sus posibles beneficios desde la cultura egipcia y la romana, convirtiéndola en una de las planta aromáticas más populares para condimentar las comidas. También famosa en su forma destilada como licor, especialmente en los ambientes bohemios de finales del siglo XIX y principios del XX como se muestra en varias escenas la película Moulin Rouge. Debe diferenciarse el anís verde del anís estrellado, típico de China y con un sabor más punzante, que aunque suele describirse con propiedades similares ya que comparten algunos compuestos, procede de una planta diferente. Se suele resalta el poder del anís para las dolencias gastrointestinales basándose en su teórico efecto carminativo para los gases y flatulencias, antiesplasmolítico para los cólicos intestinales así como laxante en caso de estreñimiento. Sin embargo, la ciencia vuelve con su implacable rigurosidad y únicamente encontramos un pequeño estudio americano demostrando cierta eficacia a la hora de mejorar el tránsito intestinal en casos de estreñimiento, sin encontrarse más evidencia que apoye los otros supuestos beneficios. Sí es cierto que se ha demostrado capacidad antiinflamatoria para otro tipo de dolencias, con lo que podría sugerir que también podría ser útil ante el dolor de origen digestivo, pero faltan estudios específicos que lo avalen. Si bien no hay efectos adversos relevantes reportados por el consumo de anís verde, mucho ojo con el anís estrellado en niños menores de 6 años en los que podría producirse toxicidad neurológica.

Regaliz ( Glycyrrhiza glabra ) 

El regaliz es otra de las plantas medicinales más usadas desde la antigüedad. Originaria de oriente medio, con referencias a ella desde hace más de 3000 años y propagándose hasta el punto de encontrar manojos de esta planta en la propia tumba del faraón Tutankamón. Utilizada también como edulcorante culinario, su uso principal era para paliar problemas respiratorios.

En España, especialmente desde el siglo XX se hizo muy popular masticándola como golosina en crudo una vez pelada la raíz, así como siendo el componente principal de las famosas pastillas Juanola. Su uso generalizado como infusión para tratar problemas digestivos es bastante reciente comparado con las anteriores y, sin embargo, es de las plantas medicinales sobre la que más estudios médicos hay publicados, demostrando sus beneficios para tratar la dispepsia, que engloba molestias abdominales en forma de dolor, hinchazón, eructos, náuseas y vómitos, e incluso favoreciendo la curación de las úlceras gástricas. Por contra, hay que decir que también se ha demostrado como una planta con moderado potencial de toxicidad a dosis elevadas, pudiendo provocar alteraciones hormonales que favorezcan la hipertensión y la retención de líquidos, siendo especialmente poco recomendable en personas diabéticas y en embarazadas.

Por tanto, atendiendo a la literatura científica, la infusión claramente ganadora a la hora de tratar los problemas digestivos es el jengibre, con mayor número de estudios publicados y mejor ratio entre efectos beneficiosos y reacciones adversas reportadas. Sin embargo, la mayor conclusión que podemos encontrar en torno a este tema es la manifiesta falta de evidencia científica de calidad en torno a las plantas medicinales. No debemos confundir que esto quiera decir que no son útiles, o que no existen efectos beneficiosos para esta y otras dolencias, sino que simplemente faltan estudios que lo demuestren con rigurosidad. Tampoco debemos minimizar la posibilidad de toxicidades, ni caer en el falso mito de que todo lo natural es inocuo, por lo que debemos tratar de informarnos antes de hacer un uso continuado de ellas. No obstante, el alto y creciente consumo de las infusiones, así como numerosas investigaciones que están haciéndose in vitro y en animales nos sugieren que los próximos años tendremos mucha más información disponible en torno a este tema, y que nos aclararán si muchos de sus usos tradicionales son, en realidad, demostrables científicamente.

Conclusiones

  • Se define como infusión aquella bebida que surge del resultado de introducir sustancias de origen vegetal en agua hirviendo.
  • Entre sus usos como plantas medicinales, los problemas digestivos son uno de los motivos por los que se recurre más frecuentemente a ellas.
  • El jengibre se ha demostrado científicamente eficaz como antiemético para el control de náuseas y vómitos así como para las molestias abdominales y la hinchazón.
  • La manzanilla, el anís y la menta poleo son infusiones utilizadas tradicionalmente para aliviar problemas gastrointestinales, sin embargo la evidencia científica es escasa y de poca calidad.
  • El regaliz ha demostrado ciertos beneficios para problemas digestivos, pero en cantidades elevadas se han descrito efectos adversos, especialmente favoreciendo la hipertensión arterial.
  • Existe una baja evidencia científica en torno a la aplicabilidad de las infusiones como plantas medicinales por lo que se necesitan futuras investigaciones que contrasten la veracidad de sus usos tradicionales.

Roi Ribera Sánchez
Roi Ribera Sánchez
Roi Ribera Sánchez

Nacido en 1988, Roi Ribera es licenciado en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela. Especializado primero en Nefrologia en A Coruña y actualmente en Aparato Digestivo en el Hospital Son Llátzer de Mallorca. Interesado en acercar la medicina de una forma amena.

Nacido en 1988, Roi Ribera es licenciado en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela. Especializado primero en Nefrologia en A Coruña y actualmente en Aparato Digestivo en el Hospital Son Llátzer de Mallorca. Interesado en acercar la medicina de una forma amena.