¿Por qué es necesaria y muy importante la receta médica?

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

La receta médica garantiza al farmacéutico la seguridad del paciente.
La receta médica garantiza al farmacéutico la seguridad del paciente. La Voz de la Salud | iStock

Este documento, en papel o digital, permite garantizar que el paciente ha sido diagnosticado por un médico y que existe un control sobre su consumo

25 oct 2022 . Actualizado a las 09:47 h.

La receta médica es, en el sentido más estricto y formal, un soporte de papel o digital (más común, ahora, este último formato) en el que se recoge por escrito la prescripción de medicamentos. Es la hoja de ruta para el farmacéutico y un pergamino, de difícil comprensión, para el paciente. Avala la dispensación del medicamento a la persona que lo solicita y además es el documento que avala la financiación del fármaco. Más allá de un simple papel, o un pdf electrónico, la receta es mucho más. Pues también supone una seguridad, una garantía, que traslada al ciudadano de a pie el consumo de un tratamiento, con los beneficios que esto acarrea, y la reducción de los riesgos paralelos. 

Dejando a un lado el paracetamol o el ibuprofeno , que en sus dosis más bajas dan nombre a lo que se conoce como medicamentos de mostradores, la normativa legal establece que la venta de un fármaco, y su entrega al paciente, se debe realizar bajo prescripción médica. Es por ello, que parte esencial de la receta médica es la constancia de la firma de un doctor, marca que no puede delegar, ni calcar. Con ello, el médico se convierte en avalador del documento y en consecuencia, en el responsable de los daños o perjuicios que se puedan derivar de su consumo. 

«Hay que entender que los medicamentos son unas herramientas farmacológicas que se tienen que emplear en unas condiciones adecuadas de manera que se consiga su efecto mayor con la mínima incidencia de reacciones adversas», comienza explicando Iván Espadas, responsable de área de Información del Medicamento del Consejo General de Farmacéuticos. «Por otro lado, hay que tener en cuenta que un medicamento se usa con un fin terapéutico, para diagnosticar, tratar o prever una enfermedad. Las patologías requieren un diagnóstico por parte de un médico que analice la situación en la que se encuentre la persona», añade.

Pongamos de ejemplo un ardor de estómago. Este puede indicar una mala digestión, una úlcera, una gastritis o incluso la presencia de un tumor. Queda claro, entonces, que el fármaco empleado no será el mismo. «Por ello, es el médico quien debe evaluar la enfermedad y señalar el medicamento más adecuado, así como la dosis y duración», señala Espadas. El documento es el permiso, la indicación, que deben seguir los farmacéuticos en el mostrador su botica: «La finalidad elemental de una receta es entregar un medicamento a una persona garantizando al máximo su seguridad», precisa el responsable de área. 

Además, en varias ocasiones, los tratamientos requieren una supervisión periódica. «Muchos necesitan un control de cómo van actuando en el paciente, de la propia seguridad y de las consecuencias que puede tener en la persona. Ocurre con los fármacos para la hipertensión, en los que el médico tiene que supervisar cómo evoluciona», precisa Isabel Jurjo, presidenta de Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac).

Pero esto no es todo. La receta también incluye la identificación del personal que la autoriza por si el farmacéutico precisase hacer alguna consulta antes de su dispensación, así como la del paciente. De igual forma, el medicamento debe ir prescrito con letra clara, y a continuación, deben aparecer las instrucciones de administración. 

Al contrario de lo que se suele pensar, una receta no es garante de financiación pública. «La gente piensa que si un medicamento no está financiado no precisa receta. Cuando en realidad no es así. Ese fármaco puede seguir necesitando un control. Por ejemplo, hay muchos jarabes que contienen codeína. Al ser un opiáceo suave puede llegar a causar sensación de abstinencia, por eso, para algunos se sigue exigiendo este documento», señala Isabel Jurjo

¿Qué debe incluir una receta?

La información que contiene este documento varía según el formato. Por lo general, el electrónico ofrece una mayor cantidad de datos. En cualquier caso, existen tres puntos que son esenciales. «Tiene que identificar perfectamente quién hace la receta. Es decir, el médico prescriptor. Debe identificar al paciente. Así como el medicamento, junto a la dosis a administrar, la forma farmacéutica y toda aquella información que ayude a que se haga un uso racional, como por ejemplo, la duración del tratamiento», describe Iván Espadas. 

La mala caligrafía parece formar parte de la idiosincrasia médica. Nada más lejos de la realidad. De hecho, tal y como recoge el Real Decreto 1718/2020, de 17 de diciembre, sobre receta médica y órdenes de dispensación, toda la información existente y necesaria en el documento debe «ser claramente legible, sin perjuicio de su posible codificación adicional con caracteres ópticos». Así, los médicos están obligados a escribir bien, al menos, lo suficiente para que el farmacéutico sea capaz de decodificarlo. De lo contrario, la falta de comprensión por parte del farmacéutico podrá llevar a errores en la dispensación o que el profesional se niegue a repartir el medicamento. 

Si bien esta situación no era lo más habitual, sí podía suceder: «En ocasiones, las recetas manuscritas han llegado a ser un verdadero problema. He tenido casos en los que me he negado a dispensarlo porque no estaba segura de qué debía darle al paciente, así que tenía que derivarlo de nuevo a su doctor», explica Jurjo. 

Un problema que ha solucionado la receta electrónica: «Mas allá de entender todo, tenemos acceso a más información. La posología y la duración siempre está, cuando en la de papel no. También podemos saber cuándo la persona cogió el envase anterior, y por lo tanto, si lo está consumiendo bien y tiene una buena adherencia. Y además, existe la posibilidad de consultar toda la prescripción del médico y podemos detectar si hay medicamentos doblados o pueden interaccionar», detalla la presidenta de la Sefac en Galicia. En resumen, todo ventajas. 

Con todo, la receta no es el único documento que el paciente debe recibir tras la consulta médica. El RD señala que tiene que ser complementar «con una hoja de información al paciente, de entrega obligada al mismo», que incluirá las pautas necesarias que faciliten el uso adecuado de los medicamentos.

El problema de tomar un medicamento sin receta

La comunidad sanitaria lleva años insistiendo en la importancia de no automedicarse. De nada vale que un vecino haya solucionado todos sus problemas con fármaco determinado. Su historia clínica no es la tuya, y tampoco, el medicamento recomendado. ¿Cuáles son las consecuencias de caer en este error? Mas allá de una intoxicación, o de alargar el síntoma o patología, la automedicación puede salir muy cara. «Uno de los problemas más graves que tenemos es la resistencia a antibióticos que existe en la actualidad. Cada vez nos cuesta más tratar infecciones simples porque hay mayor resistencia entre los pacientes», comenta Jurjo.

De hecho, según la farmacéutica, la amoxicilina (el antibiótico por excelencia) ha dejado de surtir efecto en múltiples casos. «Es muy importante que la gente nunca se tome bajo su criterio los medicamentos que tenemos en casa», precisa. ¿Una solución? Evitar la tentación de hacerlo y llevarlos al punto de reciclaje de la farmacia más cercana. 

Lucía Cancela
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Lucía Cancela

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.