Así es el lipedema, la enfermedad que sufría Itziar Castro

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

La actriz Itziar Castro, en una imagen de archivo
La actriz Itziar Castro, en una imagen de archivo Kiko Huesca | EFE

La actriz fallecida este viernes a los 46 años padecía esta enfermedad crónica que causa una acumulación de grasa en las piernas y los brazos que no se puede reducir con dieta o ejercicio

11 dic 2023 . Actualizado a las 21:12 h.

El lipedema es una enfermedad del tejido adiposo que provoca una acumulación gradual de grasa en los brazos y las piernas. Se trata de una patología crónica que afecta principalmente a mujeres y es en gran medida desconocida e infradiagnosticada en España, según afirman desde la Asociación de Afectadas por el Lipedema de España (Adalipe).

La actriz Itziar Castro, que falleció durante la madrugada de este viernes a los 46 años, padecía esta enfermedad. Lo había descubierto durante el confinamiento por la pandemia del covid-19, cuando participó de un reto en el que recreó una obra de Botero. Tras ver la imagen, uno de sus seguidores en redes sociales le alertó acerca de la posibilidad de que sufriera lipidema.

Se trata de una enfermedad que no tiene cura a día de hoy y que impacta profundamente en la vida cotidiana de las pacientes, llegando a ser una causa de incapacidad a nivel profesional. Tras conocer su diagnóstico, la actriz había hablado del tema en algunas ocasiones. «Durante un rodaje de un capítulo de Vis a Vis tuve que parar porque se me hincharon las piernas y me dolían. Tuve que ir a urgencias, y allí me dijeron que era una infección y me mandaron antibióticos. Pero ahora sé que era lipedema, que provoca este tipo de infecciones y puede llegar a afectar al sistema linfático y a empeorarlo», contó.

Qué es el lipedema

Pese a ser una condición crónica que afecta a un 11 % de las mujeres en todo el mundo, el lipedema es frecuentemente subestimado y malentendido. Se lo suele confundir con la obesidad. Sin embargo, en el lipedema, la grasa que se acumula en las extremidades de las pacientes es distinta a otros tipos de grasa producidos por el cuerpo, «por lo que no se la puede eliminar con dieta ni ejercicio», explica Adalipe. También debe diferenciarse del linfedema, patología con la que suele ser confundido.

Esta grasa tiende a acumularse de forma simétrica en ambas piernas y en ocasiones también en brazos, dejando intactas manos y pies. De esta forma, «las afectadas suelen presentar siluetas descompensadas en las que las extremidades inferiores son más gruesas que el resto del cuerpo, sin existir, en muchas ocasiones, diferencia entre tobillo, rodilla y muslo. El engrosamiento más evidente y típico se da en las pantorrillas, donde la acumulación de grasa llega hasta el tobillo, formando un anillo», detalla la entidad. Pero en otros casos, el engrosamiento de los miembros puede desarrollarse de diferentes formas.

Causas

El origen de esta enfermedad no está claro, aunque se ha comprobado que existe un componente genético relacionado con ella. De hecho, hasta en un 60 % de los casos, la condición afecta a varios miembros dentro de la misma familia, lo que indica que se trata de una patología hereditaria.

También es relevante el componente hormonal, dado que frecuentemente comienza o se intensifica en momentos de la vida en los que tiene lugar un cambio profundo en los niveles de hormonas, por ejemplo, durante etapas como la pubertad, el embarazo, la menopausia, o con la toma de píldoras anticonceptivas.

La obesidad no se considera una causa de lipedema, pero suele estar asociada a la enfermedad, por lo que es un factor de riesgo para desarrollarla. Más de la mitad de las pacientes presentan un índice de masa corporal superior a 35.

Síntomas

Los síntomas del lipedema pueden variar entre las pacientes, ya que no todas presentan los mismos ni en el mismo grado de la enfermedad. Según recoge Adalipe, algunas de las manifestaciones más frecuentes están relacionados con una desproporción física visible entre piernas gruesas y pies delgados. Se trata de extremidades que presentan un engrosamiento simétrico (igual en ambas piernas o brazos) y desproporcionado en comparación al peso y cuerpo en general. Sin embargo, aunque piernas y brazos pueden verse comprometidos, la enfermedad no afecta a los pies ni a las manos. Cabe señalar que se trata de una grasa que no desaparece ni se reduce al hacer dieta y ejercicio.

Las pacientes también describen una mayor facilidad para tener hematomas, así como la aparición de venas varicosas o arañas vasculares y una alta sensibilidad al dolor en las zonas afectadas. Otros síntomas que pueden acompañar a la enfermedad son:

  • Fóvea negativa. Si se presiona la piel de la pierna con un dedo, la presión no provoca una hendidura en la piel que persiste.
  • Signo de Stemmer negativo en pies y manos. Se puede pellizcar la piel en la primera articulación de un dedo del pie o de la mano.
  • Dolor en el tejido blando de las piernas al andar, en reposo o al tacto.
  • Dolor en las rodillas, que puede llevar a presentar problemas al andar.
  • Acumulación de grasa encima, por dentro y por debajo de las rodillas, y en la región exterior de los muslos y las caderas.
  • Pérdida de elasticidad en la piel.
  • Progresivo deterioro de la movilidad.
  • Temperatura más baja en las extremidades.
  • Hipermovilidad o hiperlaxitud.

La progresión de la enfermedad es variable, pero un diagnóstico temprano es clave para establecer un tratamiento que permita reducir el impacto del lipedema y limitar su avance, preservando lo máximo posible la movilidad.

Tratamientos

Si bien no existe una cura para el lipedema, hay distintos tratamientos que ayudan a mejorar la calidad de vida de las pacientes. Entre ellos, se encuentran diferentes opciones, desde los conservadores, como las medias de compresión, el drenaje linfático manual (DLM) o la terapia descongestiva, hasta los más invasivos, como el tratamiento quirúrgico, que consiste en una liposucción con técnicas específicas para el lipedema.

La actividad física acuática resulta especialmente beneficiosa en pacientes con lipedema, ya que la presión del agua favorece el drenaje linfático y la flotabilidad reduce la carga sobre las articulaciones de los miembros inferiores. El uso de prendas de compresión puede reducir el dolor y la incomodidad de las extremidades afectadas. La terapia linfática descongestiva compleja (CDP) también puede ser útil. Consiste en el drenaje linfático manual asociado con vendajes de compresión multicapa y ejercicio físico.

«Llevar un estilo de vida activo y seguir una alimentación sana es fundamental. Sin embargo, adquirir estos hábitos no previene el aumento de tejido adiposo, aunque puede reducir la inflamación y mejorar la calidad de vida. Puede ser beneficiosa una alimentación que evite los picos glucémicos y de insulina, ya que esta estimula la formación de tejido graso. Por otro lado, la resistencia a la insulina puede empeorar el edema, por lo que una alimentación como la dieta mediterránea, que limita los hidratos de carbono de absorción rápida (azúcares libres, cereales refinados, ultraprocesados) y promueve el consumo de los complejos (cereales integrales y legumbres) puede ser beneficiosa», señalan desde el Hospital Clínic de Barcelona.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.