El cáncer en España en el 2024: tumores más diagnosticados, supervivencia y medidas preventivas

Lucía Cancela / Belén Araujo LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

Las cifras del cáncer para este 2024
Las cifras del cáncer para este 2024 Belen Araujo

La Sociedad Española de Oncología Médica estima que este año se diagnosticarán 286.664 nuevos casos, y llama la atención sobre el cáncer de pulmón

22 mar 2024 . Actualizado a las 23:05 h.

Este año, se detectarán unos 785 casos de cáncer cada día en España, o lo que es lo mismo, unos 33 cada hora. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) publicó este lunes el informe Las cifras del cáncer en España 2024, en el que desvela que 286.664 personas recibirán este nuevo diagnóstico. 

El documento, elaborado con la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), destaca un ligero incremento con respecto al año pasado, cuando la estimación era de 279.260 nuevos casos. 

¿Cuáles serán los tumores más diagnosticados?

Los tipos de cáncer más frecuentemente diagnosticados durante este año serán los de colon y recto (con 44.294 nuevos casos), mama (36.395),  pulmón (32.768), próstata (30.316) y vejiga urinaria (22.097). De lejos, les siguen los linfomas no hodgkinianos (10.706),  los tumores de páncreas (9.986), riñón (9.208), cavidad oral y faringe (7.603), cuerpo uterino (7.305), estómago (6.868) e hígado (6.856). 

Al igual que en años anteriores, existen diferencias por sexo. Los que más afectarán a los varones este 2024 serán el cáncer de próstata, con 30.316 nuevos diagnósticos; el de colon y recto con 27.009; el de pulmón, con 22.483, y en cuarta posición, el de vejiga urinaria, con 18.247. Cifras que se alejan de las correspondientes al cáncer de riñón, a los linfomas no hodgkinianos, y los cánceres de cavidad oral y faringe, hígado, páncreas y estómago. Si bien la SEOM, indica que todos ellos tendrán más de 4.000 casos, ninguno se acerca a las cifras de los cuatro primeros. 

Por su parte, las mujeres presentarán una mayor incidencia del cáncer de mama, con 36.395 nuevos casos, así como de los de colon y recto, con 17.285. A mucha distancia, les siguen los tumores de pulmón (10.285), cuerpo uterino (7.305), páncreas (4.777) y tiroides (4.775), los linfomas no hodgkinianos (4.637) y el cáncer de vejiga urinaria (3.850).

Con todo, la entidad nacional oncológica llama la atención sobre el aumento continuado de los casos de cáncer de pulmón en población femenina, que se consolida como el tercer tumor más incidente en ellas para este nuevo año. De hecho, se incrementó un 12,3 % frente al 2023.

Esto ha llevado a un cambio de paradigma, ya que no hace mucho, esta posición la ocupaba el tumor de cuerpo uterino. La razón del cambio no es otra que un mayor consumo de tabaco a partir de los años 70. De hecho, «se espera un aumento de la incidencia de otros tumores relacionados con fumar, especialmente, los de cavidad oral y faringe», destaca el informe. Es más, mientras que crece en mujeres, en hombres se aprecia un claro descenso en los de pulmón y de vejiga urinaria, ambos relacionados con este mismo tóxico. 

Exposición a factores de riesgo

Más allá del envejecimiento de la población, que se considera un factor de riesgo, el aumento de los casos se puede explicar por varias razones relacionadas con el estilo de vida. En este sentido, la SEOM destaca la exposición a factores de riesgo como el tabaco, el consumo de alcohol, la contaminación, la obesidad o el sedentarismo, entre muchos otros. Además, la entidad señala que el incremento de cifras en ciertos tumores, como el colorrectal y los de mama, cérvix o próstata, se debe a una mejora de la detección precoz. 

Con todo, el peso de la edad es innegable. De hecho, se observa que el riesgo de padecer esta enfermedad aumenta, de forma considerable, a partir de los 45-50 años, y se agrava a partir de los ochenta. Desde el nacimiento hasta esta edad, los varones tienen una probabilidad del 40,2 % de padecer cáncer, mientras que las mujeres presentan un 28 %. Una vez cumplidos los 85, los valores se incrementan hasta un 47,8 % en la población masculina, y hasta un 32,7 % en la femenina. Una diferencia vinculada a ciertos factores, tanto intrínsecos como extrínsecos. 

Mortalidad: el cáncer, la segunda causa de muerte

A nivel mundial, se espera que el cáncer siga siendo una de las principales causas de muerte en el futuro. Se estima que, en España, los fallecimientos aumenten de 113.000 registrados en el 2020 a más de 160.000 en el 2040. Según datos del Instituto Nacional de Estadística del 2022, los tumores fueron la segunda causa de muerte en el entorno nacional, con 114.828 decesos, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares. De hecho, se les responsabiliza de casi un cuarto del total. 

Con la perspectiva puesta en los fallecimientos, los tumores de cáncer de pulmón, colon, páncreas, mama y próstata son los que registraron cifras más elevadas.

Varios años en los que la mortalidad desciende

La SEOM destaca que, pese al incremento en las muertes por cáncer en el 2022, la mortalidad por esta enfermedad ha experimentado un fuerte descenso en las últimas décadas. Una tendencia que, según la entidad, es un fiel reflejo de las campañas preventivas y de diagnóstico precoz, los avances terapéuticos y, particularmente en hombres, la disminución del hábito tabáquico. 

Eso sí, inciden en que esta reducción no es igual en todos los tumores o sexos, y de nuevo, apuntan al cáncer de pulmón como el ejemplo más significativo. La tardía incorporación de la mujer al consumo de tabaco condujo a que esta enfermedad sea la segunda causa de muerte, solo por detrás del cáncer de mama. Un breve apunte: en los países nórdicos, ya ha sido superado. 

En los varones, la tendencia es contraria. Por otra parte, la mortalidad por cáncer de páncreas se ha incrementado tanto en ellas como en ellos y, por el contrario, el de estómago ha experimentado un descenso «muy significativo en España en las últimas décadas», indica el informe. 

Supervivencia

Tal y como señalan los oncólogos, la supervivencia observada «representa la probabilidad de sobrevivir tras un tiempo dado desde el diagnóstico, independientemente de la causa de defunción». En hombres, la supervivencia neta estandarizada se sitúa en un 90 % en los cánceres de próstata y de testículo, y de 86 % en el tiroides. En el otro lado de la balanza, en el cáncer de páncreas fue del 7 %, del 12 % en el de pulmón, del 13 % en el de esófago y del 18 % en el de hígado. En las pacientes, el cáncer de tiroides tuvo una supervivencia del 93 %, el melanoma cutáneo del 89 %, y el cáncer de mama del 86 %. Los peores datos correspondieron al de páncreas, cuya supervivencia se situó en el 10 %, al de hígado y esófago, con un 16 % y al de pulmón, con un 18 %. 

Con la perspectiva puesta en Europa, las cifras españolas en esta variable son similares al resto de países del entorno. «Se estima que la supervivencia se ha duplicado en los últimos 40 años y es probable que, aunque lo haga de forma lenta, continúe en los próximos», precisa la SEOM. 

«Un tercio de las muertes por cáncer se deben a cinco factores evitables»

La SEOM insiste en el peso que suponen los factores de riesgo a la hora de desarrollar la enfermedad y hace alusión al Informe Mundial del Cáncer 2014, publicado por la OMS. Este documento concluyó que un tercio de las muertes por cáncer se deben a cinco variables evitables: el tabaco, la infecciones, el alcohol, el sedentarismo y las dietas con poca cantidad de fruta y verdura. 

Así, el hábito tabáquico es, de lejos, el factor de riesgo con más casos atribuibles: «Es responsable de más del 90 % de los pacientes de cáncer de pulmón, y siendo un agente causal fundamental en multitud de otros cánceres, como los de cabeza y cuello, vejiga, riñón, esófago, páncreas, estómago y colon y recto, entre otros», recuerda la SEOM. Es más, los oncólogos no solo se muestran preocupados por el tabaco, sino también por el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores, «especialmente en la población joven». 

El siguiente en la lista es el alcohol, del cual no existe un nivel de consumo seguro. El riesgo está presente desde la cantidad más pequeña. «Es importante tener en cuenta el efecto sinérgico que se produce con el hábito tabáquico, multiplicando hasta por 30 el riesgo de ciertos tumores», destaca la entidad oncológica. 

En Estados Unidos, la obesidad es el segundo factor de riesgo evitable responsable de más cánceres. No es para menos, la evidencia lo relaciona con la presencia de al menos nueve: de mama, endometrio, colon, renal, vesícula biliar y páncreas entre otros. 

La realidad española está lejos de la que viven en el país anglosajón, aunque los oncólogos reconocen una especial preocupación por el incremento de la obesidad y sobrepeso infantil, cuyas cifras se acercan al 30 %. «Además  según datos del INE, el consumo de frutas y verduras se ha reducido desde 2017 en nuestro país», añaden. 

En cuanto a los agentes infecciosos, existen 10 tipos clasificados como carcinógenos por la IARC, cuyo mayor impacto se observa en los países en vías de desarrollo, donde llegan a estar detrás de un cuarto de los tumores. «Un metaanálisis reciente evidencia que el 4,3 % de los cánceres diagnosticados en Estados Unidos pueden ser atribuidos a infecciones, siendo el virus del papiloma humano el responsable de más tumores, seguido del Helicobacter Pylori, virus de la hepatitis C y virus Epstein-Barr», indica la SEOM. 

Medidas preventivas: más vale moverse

Este año, desde la SEOM ponen en valor el ejercicio físico durante todas las etapas del cáncer, desde la prevención, hasta el tratamiento o la supervivencia. En España, según datos del INE, solo el 37,7 % de la población adulta realiza actividad física regular, mientras que el 27,4 % de la población se declara sedentaria. 

Existe una amplia evidencia de la relación que existe entre el ejercicio físico y la reducción de la incidencia y mortalidad por cáncer. De hecho, se estima que podrían reducir hasta un 30 % el riesgo de tumores de mama, colon, vejiga, endometrio, esófago y estómago, así como casi el 20 % de la mortalidad específica por cáncer. 

Ahora bien, no solo protege, sino que ayuda a vivir mejor, pues entrenar de forma regular ha demostrado mejorar la calidad de vida de los pacientes y amortiguar los efectos secundarios derivados de los tratamientos, ya que contribuye a una mejor capacidad cardiorrespiratoria, reduce la fatiga y hace que el paciente se encuentre de forma más óptima. 

Con todo, la SEOM lamenta que la realidad no evolucione acorde a la ciencia: «Pocos pacientes con cáncer se mantienen físicamente activos», detalla. Un hecho que explican por la falta de información por parte de los profesionales de la salud y las reticencias de los afectados. «Realizar ejercicio físico es seguro durante todas las etapas asistenciales del cáncer, incluso durante los tratamientos activos como la quimioterapia, ya que se asocia con una mejor tolerancia a los mismos, e incluso podría aumentar las respuestas», explicó el doctor César A. Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, durante la presentación del informe, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer el 4 de febrero.