Mueren dos niños en Francia por comer pizzas Buitoni contaminadas con bacterias fecales

J. V. L. REDACCIÓN / AGENCIAS

SOCIEDAD

Hay 41 infecciones por la bacteria E. coli confirmadas y otras 24 en investigación, la mayoría con consecuencias muy graves

01 abr 2022 . Actualizado a las 18:01 h.

Las autoridades sanitarias de Francia han emitido una alerta para retirar del mercado y evitar el consumo de las pizzas de la marca italiana Buitoni, concretamente de la línea Fraîch'Up, debido al fallecimiento de dos niños pequeños y la detección de decenas de intoxicaciones relacionadas con el consumo de estas pizzas supuestamente contaminadas con la bacteria Escherichia coli (E. coli), que vive en los intestinos de los humanos y los animales y que se transmite a través de los residuos fecales. Unas intoxicaciones que habrían dado lugar en los afectados, cuya media de edad es de siete años, al desarrollo del síndrome urémico hemolítico (SUH).

El SUH se desencadena fundamentalmente por el efecto de la toxina tipo Shiga o verotoxina (STEC-HUS, por sus siglas en inglés) que destruye los glóbulos rojos de la sangre y causa lesiones en los riñones. Los vasos sanguíneos de estos órganos se inflaman y pueden dar lugar a coágulos que provocan insuficiencia renal. De hecho, tal como informan varios medios franceses, algunos de los niños afectados, al margen de los fallecidos, se encuentran ingresados en estado grave y sometidos a tratamientos mediante hemodiálisis.

Según la cadena de televisión francesa RMC, las autoridades sanitarias instaron a la multinacional alimentaria Nestlé, propietaria de Buitoni, a que retirara del mercado todas las pizzas de esta gama el pasado 17 de marzo. Hasta aquel día se habían identificado 27 casos de síndrome urémico hemolítico, pero ahora son ya 41 los confirmados y 34 más en investigación en menos de un mes, cuando un sindicato médico del país dice que lo habitual es que se diagnostiquen aproximadamente un centenar a lo largo de todo el año.

RMC describe casos verdaderamente preocupantes como el de Mathis, un niño de seis años que lleva dos semanas hospitalizado en Burdeos y todavía sigue en diálisis. «Está sondado. Es un niño de seis años lleno de energía que, de la noche a la mañana, se encuentra inerte sobre una cama», describe su madre, Stephanie, que se culpa a sí misma por haberle dado la pizza.

Además, el canal, que está haciendo un amplio seguimiento de esta crisis alimentaria, recoge el testimonio de un extrabajador de la fábrica de Caudry, en la región Norte-Paso de Calais, donde supuestamente se produjo la contaminación. Dice que por lo que vio en la planta durante sus 18 meses de trabajo allí lo raro es que este tipo de casos e incluso más graves no se hayan producido antes. «Cuando ves champiñones en la pared, sabes que no va bien. Había trozos de comida que permanecieron en ciertos lugares durante varios días, varias semanas. En los recipientes para recuperar salsa, podías encontrar colillas de cigarrillos. La mayoría de las personas no se lavaron las manos, ni siquiera al volver del baño. Había una contaminación cruzada que era evidente, hasta me sorprende que no haya habido ningún accidente antes», relató este exempleado citado de manera anónima.

Nestlé, que tiene cerradas las líneas de producción de esta fábrica desde el pasado día 18, dice que esas situaciones descritas por el antiguo trabajador, que se acompañan con fotografías de la planta, solo pueden deberse a situaciones puntuales después de una avería o durante un proceso de limpieza y recalca en declaraciones de su director de comunicación a AFP que en ninguna de las 75 muestras obtenidas de la fábrica se ha detectado la presencia de la bacteria E. coli. Además, insiste en que en los controles sanitarios sorpresa que realizaron las autoridades en septiembre del 2020 y marzo del 2021 no se detectaron anomalías.